«La directiva, tras tener varias reuniones y sopesar tanto las posibilidades de cada una como los pros y contra, vemos que en su mayoría no podemos seguir al frente de la murga. Las vidas y las situaciones personales han cambiado mucho en estos tres años y por más vueltas que le hemos dado llegamos a la decisión de parar aquí. La murga no continuará participando en los próximos carnavales y con ello, aunque duela, cerramos una etapa para este colectivo. Agradecerles siempre el haber sido parte de esto que tantas alegrías y tristezas nos ha dado. De alguna manera, todas hemos ganado y perdido cosas aquí dentro». Con este comunicado, remitido al término de la reunión celebrada la noche del pasado martes en la asociación de vecinos Santiago Apóstol, la directiva de Triquikonas comunicaba el cierre como murga femenina, dejando abierta la sociedad de la asociación cultural murga femenina Las Triquikonas para emprender cualquier otra actividad, ya sea cultural, deportiva o incluso de Carnaval.
De esta forma se materializó la decisión promovida tanto la directora del grupo, Almudena Domínguez, como de la presidenta, que desde 2020, cuando participaron por última vez en el concurso, están inmersas en nuevos compromisos laborales que le impide la dedicación que supone sacar al pelotón del Carnaval.
Además, la directiva –cuatro a favor del cierre y una defensora de continuar– se opone de forma mayoritaria a que Triquikonas emprenda una nueva etapa sin Almudena Domínguez, quien ha sido la cara visible del grupo, por su carisma y ascendencia, culpable en buena parte de la continuidad de la murga desde su fundación en el año 2005.
Después del comunicado de la directiva a las componentes, que se remitió a última hora del martes, otras componentes de la murga han solicitado replantearse la decisión que se comunicó en la referida reunión. «Aún seguimos en shock y es súper impactante e impensable. Les pedimos reunirnos con ustedes», dice Casandra Medina, percusionista y una de las valedoras del grupo. «Triquikonas no puede morir así, se pude un año más y cerramos por todo lo alto. Por lo menos con la satisfacción de que pudimos», para añadir más adelante: «sin ustedes esto no es posible y queremos seguir en la lucha aunque sea solo un año más y ya despedirnos por todo lo alto. Ya no por solo por nosotras, sino por la afición que lo ha pedido a gritos en este pasado atípico Carnaval», concluye el mensaje de Casandra en el que pide confianza para sacar a Triquikonas en 2023.
No es el único mensaje de estas características en aras de intentar darse una nueva oportunidad. También Nisa, una de los soportales del grupo de letras, secunda el deseo de intentar el regreso. «Triquikonas debería volver a concursar con un cambio real, desde el compañerismo». «A lo mejor no sólo depende de la directiva; a lo mejor esta vez nos toca demostrar que nos merecemos otra oportunidad». «Más que compañeras somos familia y no que le duele a una le afecta a todas, porque cuando ensayamos a tope nos dejamos el alma», para replantearse los objetivos: «siempre lo podremos hacer mejor y no cometer los mismos errores. ¿Tendremos otra oportunidad?».
Más allá de la directiva, reacia a volver a concurso y dejar paso a un nuevo equipo, el grupo de componentes quiere que el pelotón vuelva a marcar su ritmo en el escenario, como cuando cosecharon el segundo premio de Interpretación en 2014 –tras una edición histórica, como las Quinqueañeras (2013), que quedaron en cuarto puesto– y el tercero en 2017. De momento, el acuerdo oficial es zanjar esta trayectoria.
Humberto Gonar