Después de recorrer casi siete kilómetros por la “Magia del Agua” en Garafia, Municipio de la Palma, descubrí que algo está pasando porque no encontré ni un alma en el camino, pero sentí ser un afortunado, porque parecía que el mundo era solo mío.

Vas caminando con el sonido de los pájaros y del movimiento de los árboles cuando los mueve el poco de aire del viento y también sientes que estás poco acostumbrado a tanta tranquilidad.

Después de caminar almorzamos en un Restaurante del parque recreativo de San Antonio y pude ver una tele encendida y digo esto porque llevo más de dos semanas sin ver televisión. Dicen que La Palma está a tope de turistas, pero también es verdad que hoy jueves día dieciocho del dos mil veintidós, en el bosque de aproximadamente siete kilómetros cuadrados no había ni un alma.

Encontrabas de vez en cuando algún grifo de agua potable y es un lujo tomar agua tan buena, sin olvidar que del año 1.903 al 1.909 en La Palma no había agua, pero el destino cambia la historia cuando toca. Éste mismo día celebran la subida de bandera en Tijarafe y sorprende el ritmo de carnaval de las campanas de la Iglesia, cuando están alzando dicha bandera.

Entramos en la Iglesia para disfrutar de las palabras de la Biblia y después de la subida de bandera con el repique de campanas a ritmo de carnaval. Muy poca asistencia, pero sigue la tradición, aunque hasta el año pasado eran las abuelas quiénes llevaban la bandera y algún abuelo echó chispas, pero las cosas cambian de vez en cuando y así es la vida.

Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre la vida de cada pueblo. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.

Juan Santana Noticias Tenerife El Digital Sur

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