Representantes de once comunidades de vecinos de los alrededores del Parque Islas Canarias y el hotel Islamar en Arrecife han intervenido este viernes en Radio Lanzarote-Onda Cero para denunciar la situación en la que se encuentran alrededor de 1.000 vecinos de Arrecife a causa de los conciertos que el Ayuntamiento y el Cabildo de Lanzarote han programado cerca de sus casas.

“Nos han puesto cuatro conciertos durante el mes de octubre. El parque está a 25, 30, 40, 50 metros de nuestras casas, los bafles están a 40 metros de nuestros salones. En octubre se llevaron a cabo cuatro conciertos, tres del Ayuntamiento y otro del Cabildo. Vibra la casa, los cristales, la cama, la almohada, 1.000 vecinos sin dormir”, ha reprochado Juan Pablo Padilla durante su intervención en el programa radiofónico.

“Tenemos el mismo derecho al descanso que el resto de la ciudadanía de Arrecife, pagamos los impuestos que están marcados, nos merecemos el mismo respeto que el resto de los vecinos”, ha añadido Celia Jiménez.

La casa de Celia Jiménez está a 28 metros del parque, donde este pasado octubre se celebraron varios conciertos. “Entiendo que lo que hay que hacer es diversificar las zonas. Se puede organizar un acto, minimizando el impacto sonoro, pero no soportar 14 horas seguidas de música”, ha pedido la residente conejera.

Estos representantes de las once comunidades apoyan las celebraciones de Carnaval o los Sangineles, pero piden que la fiesta no les suponga una pérdida en su calidad de vida. “En mi casa he llegado a medir 80 decibelios. Llevo batallando muchos años con este tema. No estamos en contra de las fiestas regladas o una actividad puntual, lo que estamos es en contra de los abusos”, ha asegurado Jiménez en el matinal radiofónico Buenos Días, Lanzarote.

“El volumen de la música no es el mismo hace unos años, el volumen de personas no tiene nada que ver. Además, hay un problema grave, la conducta de muchos ciudadanos”, ha apostillado Jiménez.

Esta vecina ha narrado que ha tenido que pagarse hoteles para poder ir a trabajar. Asimismo, ha añadido que los locales de la zona no respetan el descanso de los vecinos, por el barullo en las terrazas y al no estar insonorizados.

“Hay gente muy malita viviendo en los edificios, si ya tienen la vida difícil, que los torturen de esa manera es un poquito inhumano. De inteligentes es rectificar, por favor, no nos torturen más”, ha pedido Juan Pablo Padilla durante su intervención.

“Una mañana me levanté llorando y le dije a mi mujer: vámonos, vendemos y nos vamos fuera. Puede llegar un momento que el centro sea inhabitable y que nadie viva en el centro”, ha imaginado este vecino arrecifeño.

De seguir así ya han estudiado la posibilidad de presentar un recurso contencioso administrativo contra las instituciones para evitar que esta situación se repita e incluso han barajado la opción de acudir a la vía penal contra los promotores de los conciertos. Al mismo tiempo, en el que tienden la mano al Ayuntamiento de Arrecife y al Cabildo de Lanzarote para encontrar una solución.

El ruido de las cafeterías
“En línea generales, la gente es consciente que el hecho de implementar los bares en las zonas públicas, en las aceras. La Sociedad Democracia tiene sus fiestas todos los fines de semana sin insonorizar sus locales. Entre todos, bajar los volúmenes se puede convivir. No se controla. La Policía a mí textualmente me ha dicho para qué vamos a ir si no sirve para nada.

Los representantes de los vecinos se han mostrado abiertos a conversar con las instituciones. “Los vecinos siempre estamos abiertos al diálogo, lo que pasa es que jamás se cuenta con nosotros”, ha concluido Celia. Esta vecina tiene 30 denuncias presentadas ante la Policía Local y ante el Ayuntamiento de Arrecife, pero asegura que la situación no ha cambiado desde entonces.

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