Casi una veintena de infracciones relacionadas con el sonido y el incumplimiento de horarios se registraron durante el último Carnaval de Santa Cruz. Según los datos con los que cuenta el Área de Sostenibilidad Ambiental y Sanidad, de la que es responsable el también concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, la mayoría de los incumplimientos tienen que ver con instalaciones de sonido no autorizadas, ausencia de limitadores, así como por sobrepasar el horario de cierre marcado por el Organismo Autónomo de Fiestas y Actividades Recreativas (Oafar).

De esta manera, según los datos con los que cuenta el Consistorio, se informó sobre cuatro incumplimientos relacionados con instalaciones de sonido que no contaban con autorización. Concretamente, se trata de bares que emitían música sin contar con el permiso correspondiente que debía haber solicitado al Oafar. Estos establecimientos se localizan en las calles de Puerto Escondido, Bethencourt Afonso, La Marina y San Vicente Ferrer.

Otras dos infracciones tienen que ver con el incumplimiento de horarios de cierre, al encontrarse en zonas sin música en horario nocturno, tal y como estableció Fiestas. Los locales se ubican en las calles Pérez Galdós y el Paseo Milicias de Garachico, respectivamente.

En la feria del Carnaval se detectaron ocho incumplimientos en otras tantas atracciones de feria en las que el sonido no estaba autorizado por el Oafar, o, teniendo autorización, carecían del limitador de sonido al que están obligados todos los titulares que solicitan permiso a Fiestas para poner música.

Entre los incumplimientos, también se detectó a cuatro vehículos con instalación de sonido independiente, sin limitador. En este caso, se comentó para su remisión a Fiestas, al no estar incluidos en el Estudio de Impacto Acústico previo. Por último, se informó sobre el incumplimiento de un quiosco que contaba con una instalación de sonido no autorizada por el Oafar.

Según la legislación vigente, carecer de limitador acústico o no encontrarse operativo se considera una infracción muy grave, con multas de 15.000 a 30.000 euros. Mientras que la producción de ruidos y molestias vecinales, o el incumplimiento del horario, es una infracción grave, con multas de 3.001 a 15.000 euros.

Natalia Torres Diario de Avisos

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