Cádiz dice adiós al certamen oficial de agrupaciones de Carnaval del próximo año ante la imposibilidad de garantizar las medidas de prevención de contagios de coronavirus en los múltiples escenarios en los que se desarrollan los ensayos y exhibiciones de los grupos a concurso. La propuesta de suspensión ha partido del ayuntamiento, aunque la confirmación oficial llegará la próxima semana tras la reunión del patronato organizador de la emblemática fiesta gaditana, que llega a congregar a medio millón de personas en sus calles.
Según adelantó el consistorio gaditano, el equipo de gobierno y la Junta Ejecutiva del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAG) se reunieron este miércoles con la Policía Local, Protección Civil, Prevención de Riesgos Laborales, la tramoya y el equipo técnico del Gran Teatro Falla para analizar la viabilidad de celebrar el certamen oficial. Se trata de uno de los carnavales más famosos del país, declarados Fiesta de Interés Turístico Internacional y en el que concurren hasta un centenar de agrupaciones procedentes de todo el país para dar un repaso sarcástico a la actualidad política y social. La conclusión de ese encuentro ha sido tajante en contra de su celebración. Una decisión paradójica por cuanto, tras el parón obligado de la Guerra Civil, fue precisamente la necesidad de levantar el ánimo y llevar la alegría a los gaditanos tras una explosión minera en la zona la que permitió recuperar la centenaria fiesta a mediados del siglo XX.
«Hemos comprobado que la celebración del concurso es inviable en el actual contexto sanitario, ya que si bien podemos garantizar que no haya contagios dentro del Falla –el escenario oficial por donde desfilan las agrupaciones- el resto de espacios quedarían excluidos, por lo que supone un riesgo inasumible en el contexto actual», lamentaron desde el equipo de gobierno que encabeza José María González. El riesgo se deriva de las elevadas concentraciones de personas en los locales de ensayo en pleno invierno, pero también en las aglomeraciones que se generan en los aledaños del teatro o en los espacios hosteleros.
Para el Ayuntamiento, también el traslado de agrupaciones hasta el teatro o la salida al escenario «supondría un riesgo de contagio que no podemos permitir», ya que cada agrupación acude al Falla con maquilladores, sastres, acompañantes… Además, habría que extremar las medidas de seguridad con el telón y el mobiliario o elementos ornamentales que emplea cada agrupación al subir al escenario, que habría que desinfectar antes de cada actuación, alargando sobremanera el desarrollo de cada jornada. «La detección de un solo caso de contagio por algún integrante de agrupaciones o miembros del equipo del propio teatro durante el transcurso del COAC, obligaría a paralizar todo el concurso, haciéndolo inviable», explicaron fuentes municipales.
La preocupación, añadieron desde el consistorio, es aún mayor si se tiene en cuenta «el impacto potencial de propagación que tendría a nivel geográfico con la participación de agrupaciones de otras provincias». Aunque sobre la mesa ha estado la posibilidad de aplazar el certamen y trasladarlo a comienzos de la primavera, esta opción fue finalmente descartada dado que en la práctica supondría comenzar los ensayos en enero, «fecha en la cual es muy improbable que se encuentre la vacuna regularizada y arriesgando a un porcentaje muy elevado de personas que forman parte de agrupaciones, con la consiguiente exposición de sus familiares y entornos laborales».
Ante este escenario, la única solución viable desde el Ayuntamiento es proponer al Patronato organizador el próximo día 1 la suspensión del certamen. No obstante, la concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, ya avanzó que ya trabajan en las consecuencias económicas que esta decisión tendrá entre el sector carnavalero de la ciudad, como personal artesano, agrupaciones, maquilladores, costureros y otros gremios. Así, adelantó que barajan solicitar a la Junta de Andalucía subvenciones y ayudas al tratarse el Carnaval de Cádiz de un Bien de Interés Cultural (BIC), además de desarrollar una mesa de análisis con el sector para estudiar distintas alternativas y propuestas.
Cecilia Cuerdo