¿Niño o niña? Noelia lo tuvo claro: ser feliz. El diseñador Jonathan Suárez presenta a la primera aspirante trans al cetro de la reina con una fantasía que resume su lucha por la igualdad: ‘Victoria’.

Noelia sueña con ser reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife desde hace veinte años, el tiempo transcurrido desde que nació en el cuerpo de un niño, una oportunidad que la vida le brinda después de que el diseñador Jonathan Suárez convocara un casting para elegir a la candidata que representará a las firmas que han depositado en él la confianza camino al cetro: Gabinete de Estética África y Victoria y Kiosco La Constitución.

Este creador que celebra precisamente esta edición de las carnestolendas sus bodas de plata confeccionando fantasías de candidatas al título de reina –lo que se traduce en más de medio centenar, incluyendo las presentadas en Santa Cruz como en otros municipios de Tenerife– convocó el 28 de noviembre el proceso de selección a través de su perfil profesional en Instagram (jhon_slz).

Tres fueron los requisitos que estableció: «Dale me gusta a esta publicación, sigue a las empresas @africa_y_vicky y @kioskolaconstitucionn y comenta la foto con quiero ser reina por…».

Más de setenta jóvenes secundaron la invitación y el día 10 de diciembre conocieron el nombre de las diez elegidas y convocadas a un casting presencial que se celebró dos días después en el Kiosco de La Constitución, de La Orotava, en la sede de uno de los dos patrocinadores de la fantasía.

Ahí Jonathan confirmó su corazonada después de quedar cautivado por los motivos que en la preselección había contado Noelia, el por qué anhelaba la oportunidad: «Quiero ser reina porque creo que es uno de los muchos sueños que me quedan por cumplir, ya que también he vivido el Carnaval desde muchos puntos de vista, público, murguera infantil, comparsera, kioskera, participando en las galas como extra. También he tenido mucha experiencia como reina ya que he ganado varios certámenes y llevo el escenario en mí. Yo creo que Tenerife tendría que dar un paso más hacia la igualdad y tener la primera candidata trans, ya que para mí sería un placer ser la primera y llevar el Carnaval chicharrero por todo lo alto. Yo, Noelia, con 20 años, quiero ser reina».

Y fue el 16 de diciembre cuando Jonathan Suárez desveló el nombre de la elegida en sus redes sociales: «Les presentamos a @noeli._a (Noelia Adriana Veiga Díaz), nuestra candidata a Reina del Carnaval 2022 elegida en el casting del pasado domingo con nuestros patrocinadores @africa_y_vicky @kioskolaconstitucionn». Acompañaba el anuncio un vídeo grabado bajo el alumbrado de navidad del paseo peatonal del exterior de la chicharrera plaza del Príncipe en el que la joven, vestida para la ocasión por la firma Alfa de Luna (@alfadelunashop), mostraba unos carteles en los que se leía: «Los sueños están para cumplirse. Soy el presente de una comunidad que no siempre ha sido escuchada. Espero encontrar respeto y tolerancia. Mi nombre es Noelia Adriana Veiga Díaz», y concluía con la referencia de sus empresas patrocinadoras.

¿Quién es Noelia Adriana?
En la entrevista que se desarrolla en el parque García Sanabria, Noelia cumplimenta la sesión fotográfica con la solvencia de una modelo para luego hablar y llegar a la conclusión de que «la vida es un Carnaval», como cantó Celia Cruz en Santa Cruz en 1987, cuando ella aún no había nacido.

Adrián ya era Noelia desde que nació el 18 de agosto de 2001. El segundo de dos hermanos –el primogénito, Giovanni, tiene en la actualidad 26 años– comenzó de pequeño como componente de la murga infantil Los Chinchositos, en la época del recordado Berto Marichal, a quien conocía su madre, Mónica, porque siempre ha estado vinculada al mundo del Carnaval, y en particular de la costura, elaborando fantasías y echando una mano en los disfraces. «Ya sabes cómo era Berto, que veía a dos niños corriendo por la calle y los invitaba a sumarse esa misma tarde a los ensayos de la murga».

Noelia –cuya familia paterna procede de Uruguay y la materna de Tegueste– militó desde los diez a los dieciocho años en las filas de Chinchositos –cuando ya los pequeños finalizan esta etapa en la cantera–, y eso que residía en Finca España, por lo que al principio le llevaba su padre en coche cuando no iban caminando por La Cuesta hasta el barrio de La Salud, donde tiene la sede la murga; hasta incluso llegó a acudir en bicicleta, recuerda a modo de ejemplo del sacrificio que hacen tanto los padres como los componentes de los grupos infantiles del Carnaval.

Cursó sus estudios en el colegio Fernando III El Santo, que era donde el instituto militar de San Hermenegildo impartía la docencia correspondiente a la etapa de Educación Primaria. «Yo era una niña que vestía de niño, pero que nunca me encontré con ningún obstáculo para sumarme a los grupos de baile que organizaban las niñas del colegio».

«En casa vestía con ropa femenina; mientras otros se ponían el traje de sevillana en Carnaval yo lo usaba a diario», explica con una sonrisa cómplice, a la vez que agradece la naturalidad con la que sus padres la han acompañado toda su vida, hasta el punto de admitir que «ellos han ido por delante de mí, no ha sido necesario sentarlos y mantener una conversación para decirles que voy a salir del armario porque ellos me conocen, y saben cómo soy».

Cuando jugó al fútbol
A modo de anécdota, y antes de dar el salto de la murga infantil a la comparsa, Noelia se ríe cuando recuerda que su padre, Juan Carlos, llevaba el equipo de fútbol de Finca España y se empeñó en que militara en el club, iniciativa que no duró ni una temporada… Fue una decisión de ella, porque no le agradaba la práctica de ese deporte y elogiar el cariño y respeto que siempre recibió. Y es que en su vida, asegura, nunca ha soportado un desaire con su opción: «ser quien soy y ser feliz».

El año 2020 fue decisivo en la vida de Noelia. Finalizada la etapa en Los Chinchositos, se pone en contacto con Antonio Socas, presidente de la comparsa Río Orinoco, que tiene su sede en La Cuesta, cerca de donde tiene su domicilio familiar, y se suma al cuerpo de baile, con el que participó solo en los desfiles, porque coincidió que irrumpió el covid y alteró la actividad de los grupos del Carnaval.

En paralelo, Noelia ya había concluido sus estudios y decidió optar por la vida laboral, por lo que realizó un curso de peluquería en una academia y comenzó a trabajar en una cadena de belleza y estética con 16 años, donde continúa hasta la fecha.

A diferencia del dulce tránsito vivido con sus padres, el punto de inflexión, el día en el que como ella denomina pasó «de niña a mujer», fue en julio de 2020, cuando pidió cita en su centro de salud con la doctora de cabecera de su familia de toda la vida y le dijo: «Llegó la hora». Comenzó así un acompañamiento médico que culminaría oficializado y actualizado en el Libro de Familia y con la entrega del nuevo DNI que recibió en febrero de 2021, con su nombre actual, Noelia Adriana, para precisar que prefirió mantener el segundo como respeto a sus abuelos, ya que es como la llaman.

Desde que fue a la doctora y recibió la documentación actualizada, Noelia ha estado acompaña por un psicólogo especializado en la familia trans, así como un endocrino que ha tutelado el tratamiento para culminar la transición, aunque ella lo tiene claro: «La identidad viene antes incluso de nacer y eres tú quien determina lo que quieres ser, más allá del miedo a lo que diga la gente. Yo opté por ser feliz».

Ese cambio de niña a mujer, como ella lo define, no supuso una ruptura total en su forma de vestir, pues ya se acompañaba de alguna prenda femenina. Quizás el momento más intenso era el cambio en el trabajo, de un día para otro, algo que no le pasó inadvertido y por lo que decidió hablar con sus jefes, en la cadena Pour Homme. «Yo voy a hacer esto, si quieres me echas, pero prefiero ser feliz», les dijo. Lejos de plantear algún tipo de problema, le propusieron una dulce transición para facilitar la nueva etapa. Hasta entonces trabajaba en la peluquería de San Benito y al día siguiente se incorporó en la de Taco, de la misma firma.

Noelia lleva el Carnaval a su experiencia de vida: «Necesito vivir la experiencia de candidata a reina para ser más fuerte si cabe», reconoce mientras se le iluminan los ojos pensando el día que se abra la boca del escenario y el presentador anuncie: «Candidata de Gabinete de Estética África y Victoria y Kiosco La Constitución. Señorita: Noelia Adriana Veiga Díaz, con la fantasía de Jonathan Suárez titulada: ¡¡¡Victoria!!!». «El nombre de la fantasía lo dice todo», apostilla su creador, en referencia a que la gala será la noche de Noelia, la primera candidata trans al cetro de don Carnal de Tenerife, lo que supone la victoria de la igualdad.

Humberto Gonar eldia.es

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