La directiva que presidente Cristóbal Reyes ha encontrado en su componente José Antonio Hernández Toño El Topo su mejor aliado para mantener viva el tradicional Entierro de la Sardina que la afilarmónica, en tiempos de Enrique González Bethencourt, recuperó en plenas Fiestas de Invierno. Toño, que militara en Triquis y fuera cofundador de Mamelucos, fue uno de los tres promotores de la recordada Trasnochadas. Un murguero cinco estrellas.
No ha comenzado la semana de los cinco platos fuertes de la programación televisiva del Carnaval –que se emitirá del miércoles 3 al domingo 7 de marzo–, y ya en la Ni Fú-Ni Fá tienen preparada la sardina, fieles a la tradición que la Afilarmónica y murga madre de las carnestolendas chicharreras recuperaron desde 1972.
La Fufa ha elaborado la Sardina que no desfilará este año por las calles de la capital siguiendo el entusiasmo y empeño que atesora su componente desde el año pasado José Antonio Hernández, más conocido en el mundo del Carnaval como Toño El Topo. La idea de rememorar el Entierro de la Sardina surgió a raíz de dos iniciativas anteriores emprendidas por este murguero que ha contado con el arrope de la directiva que preside Cristóbal Reyes. La primera experiencia contagió la sede de la murga madre del espíritu de Halloween, mientras que la Navidad fue la segunda oportunidad en la que Toño El Topo disfrazó la fachada de la institución.
Recordando que el miércoles 17 de febrero se habría celebrado el Entierro de la Sardina, de no haber estado marcada esta edición por la incidencia del Covid, la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá hizo suya la iniciativa del componente, y también directivo, de representar en los balcones de la sociedad el acto que tradicionalmente hace un guiño a la mascarita del ayer.
Nacido en el barrio de El Toscal en 1957, Toño, jubilado de forma anticipada, ha hecho de la murga madre de Canarias su cuartel general, donde se le puede encontrar a puerta cerrada trabajando desde las siete de la mañana. Esa ha sido su ocupación desde que la directiva refrendó la recreación de la sardina, de 3,17 por 1,90 metros, que se colocará en la balconada de la fachada y que parecerá que sale de unas olas en las que se podrán ver cuatro peces y también estará presente la Cofradía del Chicharrero, con cuatro maniquíes ataviados con la vestimenta que inventó el ingenioso y célebre Enrique González para cada miércoles de ceniza. Completará el montaje una iluminación para realzar el montaje, que incorporará hasta batucada de comparsa, como si estuviera desfilando.
Dado que el Entierro de la Sardina del Carnaval del Covid no saldrá a la calle, Toño Hernández intensifica los preparativos para que el montaje esté listo a las once de la mañana del viernes de la próxima semana, cuando se celebraría la Cabalgata anunciadora. De esta forma, la sardina presidirá la fachada de la Fufa desde el viernes 12 hasta el miércoles 17, cuando se celebraría su entierro. Eso sí, Toño se apresura a puntualizar que se trata de una sardina plana, sin volumen, para adaptarse a las condiciones del escaparate donde se expondrá y que contagiará Carnaval.
Un murguero de pro
Toño El Topo es un murguero que acumula trienios y quinquenios desde la década de los años setenta. Primero, una década como componente de Triqui-Traques que se vio interrumpida para hacer una incursión en 1980 y sumarse como cofundador a las filas de Mamelucos, para regresar a la sociedad que promovió la recordada Mama Lala, hasta que a finales de los años ochenta surgió el reto de fundar su propia murga, Los Trasnochados, un proyecto que lideró junto a Raimundo Hernández Cabrera y Miguel Fontes García. “La primera reunión la celebramos en el árbol que está a las puertas de Triqui, la segunda, debajo del puente Serrador, y la tercera, en la trasera del local, junto a la vera del barranco de Santos”.
Por la época habían salido los Chichiriviches “con letras explosivas y pensamos en dejar Triqui convencidos de que se podría hacer otro estilo de murga”. Surgió así Trasnochados, que salió a la calle con los instrumentos que elaboró Manolo Expósito, fundador de Lenguas y Lengüines. En Triqui ya conocían a Pedro Mengíbar porque hacía algunas estrofas, “pero nos dimos cuenta del impresionante potencial y la facilidad que tenía, por lo que le hicimos partícipe de que se sumara al grupo como letrista y director”
Los primeros ensayos fueron en el castillo de la Cruz del Señor, hasta que, tras pedir un local, les dieron sede en el Mercado de La Salud. Con orgullo, Toño recuerda que fue el primer diseñador de Mamelucos, en el año de su estreno –con la ayuda de Javier Torres Franquis–, al igual que ocurrió el año pasado en su incorporación a Ni Fú-Ni Fá o en su etapa en Triqui. Asegura no ser un nostálgico cuando rechaza que se cobre por un diseño. Toño es un apasionado de las murgas y todas las horas le son pocas para engrandecerlo.
Humberto Gonar