Ensayo de Diablos Locos, ante de la pandemia

Los grupos del Carnaval de Santa Cruz han empezado a ensayar después de más de un año de parón por la pandemia de la COVID-19. Es el caso de la murga Diablos Locos, que ha vuelto a su local de ensayo, en la céntrica y conocida calle La Noria, en Santa Cruz, para poner sus voces a punto para la vuelta a los escenarios, en una fiesta inspirada en la ciencia ficción, que tendrá lugar entre el 28 de enero y el 6 de marzo de 2022.

Esta murga, con medio siglo de historia y con más de 90 componentes, se reúne, por el momento, dos veces por semana, en varias tandas, y por voces, para poder ensayar sin riesgo de contagio. El grupo recibió a DIARIO DE AVISOS el pasado jueves, en el que fue su primer ensayo y tras la autorización municipal pertinente. “Podemos cantar en grupos de 20, pero lo estamos haciendo en grupos de 10. Luego tocará ensamblar las voces”. Para ello, el Consistorio les cederá, temporalmente, grandes espacios para que puedan cantar todos juntos, como si estuvieran en el concurso, en el que en esta edición solo podrán subir al escenario 85 personas, sin posibilidad de hacer cambios de componentes entre canción y canción. “Es lo que nos toca este año. Tenemos que ser responsables por el bien de todos”, comentan.

Les da mucha pena que algunos grupos hayan tenido “bajas importantes” tras la pandemia y que las murgas infantiles hayan tenido que bajar el cupo “para no desaparecer”. Antes de las nueve de la noche, que es la hora a la que comienza el ensayo del primer grupo de Diablos Locos, ya hay miembros de la murga en la puerta del local. Los reencuentros entre los componentes son especiales. Se nota el cariño que se tienen, la confianza que les une y las ganas de Carnaval.

Todos coinciden en que la espera se ha hecho larga. Y es que reconocen que son “muy familiares, muy amigos” y siempre están en contacto. Cuentan que “aunque algunos miembros han decidido parar, sobre todo, por trabajo”, la mayoría sigue, porque lleva el Carnaval en la sangre y porque tienen “más ganas que nunca”.

“Si este año no salíamos nos daba algo. Ya nos subíamos por las paredes. Si no es por los grupos, el Carnaval se muere, y hay que seguir con las tradiciones. Además, venimos, desconectamos y lo pasamos muy bien”.
Sus primeras sensaciones “han sido maravillosas”, pero lo peor que llevan es cantar con mascarilla. “Si para hablar es complicado, imagínate para cantar. No es fácil, sobre todo, vocalizar para que se escuche bien, pero lo conseguiremos, poco a poco”, manifiesta uno de los integrantes.

Llega el director, Maxi, que apunta que por ahora solo tienen una letra, que es la que están ensayando. “Habrá alguna mención a la pandemia, al Club Deportivo Tenerife, crítica política y mucho vacilón. Ahora lo que más prisa corre son los trajes. Parece que queda mucho tiempo, pero pasa volando”.

Suenan las campanas de la iglesia de La Concepción. Son las nueve. Comienza el ensayo y para ello se colocan en círculo. Están separados y todos llevan la mascarilla. Es el momento del pasacalles. Se escucha la base musical y comienzan a cantar. Es imposible no emocionarse. Suena a Carnaval. Ha llegado la hora de abandonar el local. Y es que ya se sabe que las letras de las murgas son un secreto hasta el día del concurso.

Este año, Diablos Locos se subirá al escenario con más ganas que nunca. Confiesa Maxi que “el lema de la murga siempre ha sido ir a ganar”, pero que, en esta ocasión, “el premio es poder salir, vacilar y hacer disfrutar a la gente. Estamos preparados para dar guerra y vamos a darlo todo, porque la gente está esperando vernos. El premio es lo de menos”.

Sofía Negrín

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *