La murga Ni Pico-Ni Corto afronta la próxima edición, cuando conmemora las bodas de oro de su fundación, casi como una refundación. Bajo la presidencia de David Díaz, nieto de unos de los padres de esta formación de El Toscal, e hijo de Fino Díaz, anterior responsable de la sociedad, vuelve a probar suerte en su luchar por devolver a la Ni Pico al olimpo murguero.
Después de tres años fuera de la final, David Díaz confía la dirección artística de la murga a Yerai Lorenzo, un triqui-traquito que se hizo grande, colideró la fundación de Triquikonas y llegó a tener casi un holding de murgas en el Carnaval chicharrero, con Lenguatrapos y la infantil Paralepípedos, hasta se desvinculó de la formación crítica femenina que llevó a la gloria murguera junto a Naara Hernández, y luego cerró su paso por el Carnaval chicharrero echando el cierre a la adulta masculina y a la infantil.
Desde 2017, Yerai Lorenzo puso rumbo al Norte para encarrilar el rumbo de Trinkosos, de La Orotava, que se ha instalado en las mieles del certamen comarcal con la colaboración en su equipo de Francis Trujillo La Juana, en el apartado musical, y de Naara Hernández, en las letras.
Uno de los máximos exponentes del espectáculo con humor, Yerai Lorenzo regresa a Santa Cruz seis años después al aceptar la oferta que le realizó David Díaz, quien ha depositado en sus manos una Ni Pico-Ni Corto de oro, pues en 2023 celebra medio siglo de su fundación, aunque con el desconsuelo de haber visto las tres últimas finales desde la grada.
Tras la marcha de Carlos Estévanez, que se independizó con La Sonora –se estrenó esta edición y pasó a final– y el paso fugaz en el Carnaval 2020 de Carlos Casanova, director por un año en El Toscal, la refundación de la murga se encomienda en el apartado artístico a Yerai Lorenzo y en el musical a Romén Soriano, en una apuesta por gente de la casa y de la nueva hornada, tras su estreno en 2009.
De la misma forma que en la batuta serán tres directores en tres años, ocurre igual en el apartado musical. De Óscar Gómez, también ahora en La Sonora, Ni Pico pasó en 2022 a contar con Rubén García, un paso fugaz en el que toma el relevo Romén Soriano.
Este joven talento, autodidacta, protagonizó la resurrección de Chiripitiflauticos –del recordado Cristóbal Hernández, recientemente fallecido–, para luego afrontar en solitario su propio proyecto infantil: Rebobinados, que colocó como un referente en la modalidad de la cantera hasta que decidiera cerrar las puertas en 2019, justo cuando disfrutaba de uno de los mejores momentos.
El empeño y el tesón de Romén lo han situado en la nueva generación de director musicales, en unos inicios que logró dar un importante impulso a Desatadas para ahora afrontar el proyecto más importante en la andadura adulta: el montaje de Ni Pico-Ni Corto.
Los triunfos de Ni Pico-Ni Corto
Junto al apartado artístico, David Díaz apuesta por otro de los grandes valores en el campo del diseño, Lito Díaz, referente hasta hace unos años de la Casa del Miedo, con Mamelucos y Mamelones.
Lito Díaz, el artista que caricaturiza los pies y los ombligos de los murgueros, será el responsable de intentar devolver a la Ni Pico-Ni Corto al podium en el apartado de Presentación con una creación que ya tiene fecha. La murga de El Toscal –con sede en la vera del barranco de Santos– no ha comenzado los ensayos (previsto para el 2 de septiembre) y ya tiene fecha para desvelar su disfraz: el domingo 4 de diciembre en el Guimerá.
En aras de intentar dejado todo atado antes del inicio de los preparativos, David Díaz también ha cerrado otra incorporación de gran valor por quien es y el valor añadido que supone para Ni Pico. Se incorpora Juan Bazzocchi como letrista, junto a Yerai Lorenzo. Bazzocchi padre viene de triunfar en las dos últimas ediciones en el concurso de murgas de Las Palmas y puede presumir de haber sido director de la propia Ni Pico en los ochenta. Se admiten apuestas.
Humberto Gonar