Una veintena de residentes de la zona centro de la capital tinerfeña secundaron el mediodía de este sábado 14 de enero la reunión promovida por la Asociación de Vecinos El Perenquén, que preside Silvia Barrera, para ahondar de nuevo en las molestias que causa la celebración del Carnaval en la calle a las puertas de la edición que arrancará el viernes 20 de febrero con la gala inaugural para salir a la vía pública con la Cabalgata, del viernes 17, al Domingo de Piñata, el 26 de febrero.

La histórica dirigente vecinal volvió a retomar su lucha contra «el Carnaval del botellón». «Aclara bien: nosotros no estamos en contra del Carnaval tradicional, el de toda la vida; lo que no queremos es que nos tengan secuestrados en nuestras casas con el macrobotellón en el que lo han convertido. Por supuesto que nos gusta la gala, los concursos, las actuaciones de los grupos en la calle… pero es que se ha convertido en otra cosa que nada tiene que ver con lo que era la fiesta».

La presidenta de la Asociación de Vecinos El Perenquén, que estuvo arropada por una veintena de residentes, animó a solicitar mediciones sobre el control de la música de los kioscos que se instalan en la calle para evitar las molestias del ruido. «Yo no tengo problemas con el sonido, pero sí con la limpieza y con la accesibilidad; ocurrió cuando se registró un incendio que la policía me dijo que los bomberos se negaban a acudir porque no podían llegar a la calle Pi y Margall», contó Silvia Barrera.

«Los afectados por el ruido tienen que presentar una queja formal y exigir que les manden a medir el sonido a sus casas», reiteró la presidenta de El Perenquén, asociación que promueve esta campaña que persigue sacar el ‘Carnaval del botellón’ del centro de la capital tinerfeña.

Entre las vecinas participantes, una residente de Teobaldo Power y Callejón del Combate, que denunciaba que «colocaron un altavoz orientado para mi dormitorio; las paredes de mi casa vibraban».

«Nosotros no somos el cuadrilátero, somos un conjunto histórico protegido», recrimina la dirigente de El Perenquén, que no sale de su asombro por el maltrato que se da al maltrato las noches de Carnaval, para poner de ejemplo el caso de las plazas del Príncipe o el Templo Masónico, entre otros tesoros del patrimonio chicharrero, como describe la dirigente.

«Lo que es el Carnaval de los actos, que lo dejen; ahora el macrobotellón, fuera», reitera Barrera. Una residente de la zona de la plaza de La Pila, en la calle de La Marina, se preguntaba por qué se ha puesto límites en las zonas del Parque Bullevar o en la avenida de Anaga y no se actuado de la misma forma en otros sitios. «Habrá que preguntárselo. Como también hay que preguntarse por qué hay tan pocos vecinos en esta reunión. La respuesta está clara: hay muchas personas mayores, todos estamos cansados de denunciar esta situación y que hagan oídos sordos y también hay miedo».

«¿Sabes el Carnaval que veo yo desde la ventana de mi casa?», comenta: «Veo niños y niñas de doce o trece años haciendo de todo delante de la puerta de mi edificio», cuenta esta vecina de la zona de la calle de La Marina.

Otro vecino de Suárez Guerra advierte: «Tampoco vamos a permitir que nos quiten la noche de Reyes», para referirse a las centenares personas que se reunieron al término de la Cabalgata del pasado 5 de enero, con un ruido que «hizo temblar mi edificio».

Silvia Barrera recordó el antecedente de los vecinos de Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria, con los que asegura haber mantenido contacto en los últimos días para seguir sus pasos y lograr la suspensión del ‘Carnaval del botellón’ en el centro de Santa Cruz. «Existe una sentencia del TSJC que obliga al Ayuntamiento de Santa Cruz a establecer las medidas correctoras para poder celebrar el Carnaval en la calle. ¿Qué ocurre? Que solicitamos las mediciones, las realizan, pero luego nos convocan a reuniones que no se celebran. Este año, a través de la concejala Lola Espinosa, de Unid@s Podemos, hemos solicitado el plan de autoprotección, así como el de ruido, la lista de los kioscos con su ubicación… No nos vamos a estar parados. La ley además es la misma para todos y lo que no se puede es hacer una excepción a una normativa que es de ámbito estatal».

«Buscaremos los mejores abogados y llegaremos hasta las últimas consecuencias. En septiembre, octubre, noviembre, diciembre y enero nos prometen las medidas correctoras que les obliga la sentencia del TSJC y cuando comienza el Carnaval hacen lo que les da la gana», se lamenta Barrera.

Humberto Gonar eldia.es

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