Si en la sabana, el león es el rey, en el carnaval de La Tierra la regencia le corresponde a un caniche gitante, Chanel de Felicia Svensson, y su fantasía ‘Apocalipsis’. Desfiló, imperial, junto a su propietaria y se convirtió en el primer ganador del carnaval canino de Las Palmas de Gran Canaria, Anno Covid (A.C.).
El acto empezó con cierto retraso porque el público se congregó a última hora en las dos entradas habilitadas al recinto del parque de Santa Catalina. Las colas fueron especialmente notables en el lado norte, donde llegaron hasta casi El Refugio. Lo bueno de esto fue que pudo pasar la nube que dejó algo de agua sin que afectara al espectáculo.
La galería de premios se completó con el segundo premio que recayó sobre Dyron, Royal y Bob, de Monteserrat Hernández, un san bernardo, un cocker y un yorkshire, que alertaro de la desaparición de las abejas; y Niña, un mestizo, que estuvo acompañado por Hocelyn de Los Dolores Pino Montesdeoca, que obtuvo el tercer premio por lo colorido de su apuesta
En total fueron diez los participantes, ya que tres de los inscritos no pudieron acudir al concurso.
Poco antes de la celebración del concurso, el parque de Santa Catalina era un hervidero de personas. No importaba que se fuera a concursar o no, alrededor del escenario había perros disfrazados de murciélagos, de mariposas, de tigres… Es lo que tiene el carnaval, que es una subversión del orden. Tal vez por eso, los niños y adultos que también se atrevieron a esconderse bajo un disfraz, prefirieron optar en su mayoría por los perros, en especial los dálmatas.
La fiesta tuvo un momento divertido cuando el presentador, Baby Solano, invitó al público asistente a subir al escenario para desfilar con sus mascotas, aunque fuera de concurso.
Este acto es uno de los más queridos y divertidos del carnaval y se ha consolidado en el programa del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Es un desfile de perros disfrazados (acompañados de sus dueños) en el que la imaginación, unida al respeto a los animales y a su bienestar, es el único límite.
La ganadora, Felicia Svensson, se presenta al concurso de mascostas de la capital grancanaria por sexto año consecutivo. Y asegura que se divierte mucho. «Es algo que puedes hacer con tus animales fuera de lo que se considera normal», expuso, «no hay mucho en las islas para hacer con tu perro al margen de los parques y de acudir a algunas playas». En su opinión, el carnaval canino «es algo único».
No es un trabajo sencillo. Felicia explica que empleó 120 horas en poder completar su traje y el de Chanel. El disfraz de su caniche gigante destacaba por los ojos que rodeaban su cuerpo. «Trato de mostrar lo que puede ser el futuro con tantos químicos en la naturaleza», expuso. Y aunque se le quedó en casa la careta de su mascota, la puesta en escena fue lo suficientemente contudente como para llamar la atención del jurado.
Llevaba desde las siete de la mañana preparando la actuación, ya que reside en Maspalomas.
Los ganadores del concurso recibieron como premio 100 kilos de comida para perros, 70 kilos y 50 kilos respectivamente. El pienso fue cedido por Nature’s Variety.
Javier Darriba