«Desde la murga Tras Con Tras consideramos que no podemos quedarnos calladas ante los problemas que se vivieron la noche del lunes en la primera fase del concurso». Así comienza un análisis colgado en el Facebook de la formación crítica decana en concurso que dirige Melca Barrera.
«Fue la noche. Veinte minutos de actuación para bordarla sobre un escenario después de dos años donde disfrutamos y peleamos y estamos absolutamente orgullosas de la actuación que la murga hizo», reconocen en el escrito.
A partir de ahí lamentan «el sonido escenario petardeando, acoplándose y saliendo por los monitores que oye la murga mientras canta». Fue la situación que aseguran haber vivido en la primera fase de murgas que abrieron; y precisamente ellas que acudieron el pasado domingo al recinto ferial a la prueba que preparó la organización para demostrar a todos los directores y responsables musicales de las diecisiete murgas que el escenario y el sonido parecía un estudio de grabación y hasta Tras Con Tras, cuando cantaron su pasacalles, sonaron como un CD.
Pero «el sonido de la fase no era ni parecido al que probamos el domingo anterior y que vinieron a escuchar el resto de directores. Esto lo podemos decir nosotras y todos los que estuvieron allí este domingo y cantaron el lunes».
El sonido muy alto
«En el público, «sonido tan alto que es imposible escuchar bien lo que dicen las murgas, vocalicen mucho o poco». «Así, no. No es fácil perder totalmente la referencia de lo que estás cantando sobre el escenario porque te está saliendo sonido de acople por los monitores (lo que todas las murgas llamamos repetidores) y aún así defender y disfrutar la actuación como lo hicimos», señala el comunicado.
«Esperamos que los compañeros que se sucedan sobre el escenario no sufran estos problemas. De corazón, que se solucione y que les dejen disfrutar. Los repertorios de las murgas la manera de defenderlos deben ser lo único de lo que tengamos que preocuparnos cuando subimos al escenario» en busca de la final, añaden.
Humberto Gonar