El Ayuntamiento de La Frontera y la Asociación Carneros de Tigaday han presentado hoy en la Casa y futuro Museo de esta figura representativa del Carnaval tradicional de la islas, que harán su aparición por las calles deL municipio los próximos domingo 19 y martes 21 de febrero.

El programa de actividades de este carnaval fue presentado por la concejal de Fiestas, Mercedes Álvarez, el alcalde de la localidad, Miguel Angel Acosta, y el presidente de la Asociación Carneros de Tigaday, Iván Padrón, en compañía del hijo del recuperador de esta manifestación cultural, Ramón Padrón Cejas.

Según han explicado responsables de ambas entidades, se trata de una celebración especial, tras dos años sin poder celebrar esta fiesta a consecuencia de la COVID-19, y supone la rehabilitación, ampliación y renovación de la Casa de Los Carneros y la reciente firma de un convenio entre Sanidad, Cabildo y el colectivo de Carneros de Tigaday, para la adquisición de zaleas y cabezas de carnero.

“Se trata de una muy buena noticia que ahora contemos con la posibilidad de adquirir con más facilidad nuevas zaleas y cabezas de carnero, necesarias para la elaboración de los atuendos propios de esta fiesta y que además contemos con un sitio adecuado y adaptado para poder almacenarlos y conservarlos con mayores garantías” explico el presidente de la Asociación Carneros de Tigaday, Iván Padrón.

Tanto el Ayuntamiento como la Asociación no han querido avanzar el numero de jóvenes ataviados con zaleas, cencerros, cuernos de carnero o máscaras de “loco” que saldrán desde la Casa del Miedo hasta Tigaday este 2023 para regocijo del público.

Los Carneros de Tigaday son una de las muestras más representativas del Carnaval Tradicional de Canarias y está declarado Bien de Interés Cultural.

La Fiesta comienza y termina con una estampida, el sonido de los cascabeles y la aparición del rebaño, hombres jóvenes ataviados con zaleas y cornamentas curtidas, el disfraz más antiguo cuyos inicios se entrelazan con el origen ganadero y pastoril de la isla .

Junto a ellos máscaras espeluznantes a modo de pastores malévolos, más conocidos como “locos” que además de ser los encargados de ayudarles en el arreglo de su vestimenta o en procurarles el betún, con el que “tiznan” a todos aquellos que encuentren a su paso ya sean niños o mayores.

Esta escenificación se ha convertido en un atractivo cultural y turístico; una cita ineludible para todos los vecinos de la isla y para aquellos que la visitan en estas fechas.

“Si estos días por las calles de Tigaday oyes el sonido de unos cascabeles, corre y no te detengas porque, con toda probabilidad, terminarás embetunado”, han recordado

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