Miguel Delgado Salas ´El Mudo´ ya tiene su plaza como reconocimiento de Santa Cruz y del Carnaval a su trayectoria como impulsor de las primeras fiestas y autor de los primeros disfraces, allá por el inicio de la década de los años 60, todos ellos cumpliendo el principal objetivo: no dejar indiferente a nadie.

Miguelito fue chicharrero no sólo de nacimiento, sino también por convicción. Hizo gala de una devoción enorme por otros de los símbolos de esta capital, de su vertiente más religiosa.

Santa Cruz de Tenerife es una gran ciudad, lo es por su historia, por sus gentes, y lo es también por reconocer el valor de quienes han contribuido a hacerla grande.

Miguel ya tiene su rincón en El Toscal.

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