La asociación de vecinos Alcaravaneras, con Carlos Santana al frente, espera que no se tale ningún árbol para celebrar el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria en el parque del viejo Estadio Insular.
Los asociados y el presidente del colectivo se han reunido en dos ocasiones con la concejala Inmaculada Medina y el personal de la Sociedad de Promoción para conocer los detalle del proyecto, que arrancará en diciembre con las obras para montar el escenario de las fiestas.
Crear espacio
Antes, dada la configuración actual del parque, con árboles, palmeras y vegetación en casi todo su perímetro, será necesario liberar el espacio, lo que implica el traslado de las especies afectadas para hacerle hueco al escenario y demás infraestructura imprescindible para celebrar los actos principales, entre ellos las galas y los concursos de las murgas.
El problema es que el Ayuntamiento eligió el parque del Insular sin solicitar un estudio oficial de Parques y Jardines sobre la intervención a realizar.
Viabilidad
La Sociedad de Promoción se ha comprometido ante los vecinos a que solo se realicen trasplantes, no talas, pero Parques y Jardines aún está a la espera de recibir la petición oficial para estudiar “ejemplar por ejemplar” antes de tomar cualquier decisión.
Hay especies, como el olivo plantado a los pies de la Grada Curva, que difícilmente resistirían un trasplante. Está situado entre el futuro escenario y el graderío, por lo que entorpecería la visión y el seguimiento del espectáculo debido a su gran porte.
Presión social
Diferentes colectivos, de hecho, han emprendido acciones para salvar “el pulmón verde de Las Alcaravaneras”, desde campañas en internet para recoger firmas e impedirlo, hasta asambleas populares a celebrar en el mismo parque urbano, como la programada para este miércoles a las 17.00 horas.
Desde Canarias Insumisa, además, están dispuestos a “encaramarse” al olivo para impedir su tala o trasplante, un árbol que es considerado símbolo de la paz en Palestina y que fue plantado en 2016 con la participación de una delegación de embajadores árabes. De ahí su valor simbólico y cultural.
Desde la asociación Alcaravaneras confían en que solo se trasplanten árboles y palmeras, no que se talen o eliminen especies. Su presidente, Carlos Santana, sigue con preocupación la polémica, y pide “esperar” a las solicitudes oficiales a Parques y Jardines para sacar conclusiones sobre los posibles ejemplares afectados, porque a día de hoy “no hay nada de nada”, opina.
Manuel Reyes