Imagínense por un momento que, pongan ustedes en 2017, hubieran desaparecido del mapa y recalaran en una isla desierta. Bien. Cinco años después, penurias mediante, regresaran a Canarias y descubrieran que la gente va por la calle con mascarillas, les hablaran de aforos en hostelería y comercio y de distanciamiento social. Incluso de haber superado un confinamiento de dos meses. Que Rajoy ya no es presidente y que el PSOE gobierna en coalición con Podemos. Pues bien, ese panorama es el mismo con el que se han encontrado los náufragos de la chirimurga este viernes al desembarcar en el Teatro Pérez Galdós con su nuevo espectáculo: Los que se comen el coco. Una función con la que espera calentar motores antes del pregón del Carnaval.
La Chirimurga del Timple y sus 10 componentes regresan un Carnaval más dispuestos a traer diversión, «con un mensaje alegre», recalca Ardiel Zaya, uno de los músicos integrantes de un proyecto que lleva ya siete años sobre los escenarios. Nacieron con el propósito de fusionar el mundo de la murga canaria con el de la chirigota gaditana y visto el éxito son varios grupos los que se han aventurado a replicarles la iniciativa, caso de la Chichimurga. Hasta tal punto que el 13 de marzo se celebrará la primera noche de chirimurgas en el parque Santa Catalina dentro del programa del Carnaval. «Estamos felices y encantados de que otros locos se embarquen en esta aventura», resalta Zaya; «ojo, subimos a los escenarios, pero lo ideal sería que cuando se pueda, hacer los espectáculos en la calle».
Víctor Lemes, Luis Quintana, Luis Darías, Rubén Rodríguez, José Raposo, Félix Aguilar, Gerardo Suárez, Abraham Chodo, Ángel Tovar y Ardiel Zaya comienzan ahora su gira ataviados de náufragos recién llegados de, «de San Borondón, quien sabe». «Contamos lo bueno y lo malo de haber vivido en una isla así y de pronto encontrarnos con una realidad muy diferente a la que dejamos cinco años atrás», explica el cantautor.
Con un mensaje alegre y repleto de anécdotas en la isla desierta; los que se comen el coco, al ver la pandemia se quedan con la peluca camba’, como se suele decir, «te planteas que igual casi casi era mejor habernos quedado allí», replica Zaya. Los chirimurgueros subirán a las tablas de los escenarios con un look de náufragos de revista: camisa deshilachada, pantalones desgastados -casi tanto como los que venden en alguna tienda del grupo Inditex- y con barbas y el pelo repleto de raspas de pescado, una gaviota y basura traída por el mar. Eso sí, van a pecho descubierto y han logrado marcar más de un músculo, «porque allá no nos quedaba otro remedio que ponernos a hacer ejercicio», precisa el músico. Un bastón de madera coronado por un coco completa el conjunto. «Ese sería Paco, nuestro Wilson particular», detalla Zaya en clara referencia al ya mítico balón de la película protagonizada por Tom Hanks -Náufrago-.
La gira continuará este sábado en Adeje, al sur de Tenerife. El próximo sábado, 19 de febrero, regresan a Gran Canaria para arrancar las carcajadas al público en la plaza de San Juan de Telde. La idea será pasar todo el mes de carnestolendas por prácticamente casi todas las Islas. El mismo 19 tocará Los Llanos de Aridane, en La Palma; el 25 el teatro Los Guaires de Gáldar; el 26 la plaza del auditorio de Agüimes; el 1 de marzo el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma; el 9 el teatro Víctor Jara de Vecindario; el 12 de marzo viajan a Vallehermoso, La Gomera; el 17 a Teguise, Lanzarote; y el 21 tocará Morro Jable, en Fuerteventura. El grupo anunciará las citas y dónde conseguir las entradas en su Facebook.
Su gran momento especial será cuando hagan el debut de la agrupación en la Península. La Chirimurga del Timple actuará en el EDP Teatro de la Gran Vía de Madrid el 27 de marzo. «Todo un honor», llevar la fiesta isleña más allá de sus fronteras, repiten. Y es que estos náufragos piensan dar la nota en el Carnaval de La Tierra 2022 con un espectáculo repleto de anécdotas propias tanto de la isla desierta como de este mundo pandémico.
Adzubenam Villullas