Los grupos del Carnaval avanzan en aras de lograr el respeto de los ayuntamientos que los contratan para las galas y desfiles que se celebran en los pueblos de Tenerife, fuera de la capital tinerfeña, y sin embargo no atienden el pago con el mismo interés que muestran cuando cierra la actuación.
La tarde del miércoles 8 de noviembre se celebró la segunda reunión de murgas adultas e infantiles, rondallas, comparsas y agrupaciones musicales damnificadas por las concejalías de Fiestas de las localidades que les adeudan la remuneración por su actuación, en la que se suscribió el pacto de la unificación.
Los participantes se presentan como un frente común, desde la unidad y con objetivos comunes: que les paguen por lo que les contratan. «No estamos en contra de los ayuntamientos; para nosotros es un privilegio que quieran contar con nosotros; otra cosa es que no percibamos las cuantías comprometidas y se prolongue en el tiempo y no se resuelva».
Los grupos han tomado tres medidas para poner veto a esta práctica cada vez más habitual entre administraciones. La primera, frente común de los colectivos del Carnaval; la segunda, la creación del chat de moroso, en el están los grupos afectados y que darán cuenta de qué ayuntamiento quiere contar con ellos para saber si adeuda a otros colectivos. Y por último, la solución al problema de de los impagos, que pasa por aplicar el contrato de adjudicación, que compromete el pago a los grupos en el plazo máximo de 60 días. Así se evita casos como el de Puerto de la Cruz, aún sin abonar hasta mil euros por grupo; Tacoronte o Granadilla.
Humberto Gonar 