El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria –Fiesta de Interés Turístico Nacional, única, contemporánea y propia de una urbe que se transforma por y para la ocasión– se convertirá en epicentro de la actividad festiva del 11 de febrero al 6 de marzo de 2022, casi un mes en el que la ciudad celebrará las galas y concursos de un gran evento que todavía estará marcado por las restricciones propias de la pandemia.

Entre las citas no faltará la Gala Drag Queen, un acto que puede entenderse como la victoria de la tolerancia, la diversidad, la transgresión, el respeto y la convivencia. La gala que borra las fronteras entre géneros, que es todo un símbolo de libertad y que es seguida por millones de personas en el mundo.

Y es que, si una figura destaca en el tablero del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, esa es sin duda el Drag Queen. Desde sus plataformas el drag se eleva y se pasea por el calendario de las carnestolendas despertando admiración y expectación a su paso. Tanto que su presencia se ha convertido en santo y seña de las fiestas más importantes de la capital grancanaria, y en emblema de una ciudad que apuesta por la cultura drag.

El drag ha roto las normas del juego, ha retado a la creatividad y se ha superado. Ha salido del casillero del tablero para asaltar otros territorios. Ser drag en Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en una forma de vida, una filosofía, un rol que inspira a niños, jóvenes y adultos. Ellos alimentan la cultura drag con sello Las Palmas de Gran Canaria.

En 1998, el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria se atrevió a incluir en su programa el acto más provocador de cuantos conforman las fiestas: la Gala Drag Queen de Las Palmas de Gran Canaria. Desde entonces, a esta cita han acudido los drags más auténticos del globo: los que se elevan sobre plataformas y lucen fantasías extremas en sus maquillajes.

Ellos se atreven con acrobacias, arriesgadas coreografías y performances sobre elevadas plataformas. A ellos se les reconoce en el mundo por un maquillaje integral. Rostros extraordinarios, exageradamente dibujados, angulosos, transformados a base de creatividad y pericia y también del uso de glitter, contouring, prótesis, lentillas y postizos. Brazos, manos, torsos, piernas entran en el juego del personaje con una transformación tan colosal del principio al fin del espectáculo que es fácil identificar el sello de cada drag, y muy difícil reconocer a quien se esconde tras él.

Tanto amor sienten los artistas por sus personajes que han levantado auténticos iconos alrededor de ellos, y han otorgado carácter y afinidades a su drag. Con la pasión, el color y el fuego, se identifica uno; con la oscuridad y el enigma, otro; con la rareza y lo diverso, afirma alguno de los artistas. Pero también los hay que juegan con lo exótico, lo cómico o lo dramático. Los drags de Las Palmas de Gran Canaria son únicos. Son seres transhumanos, criaturas mitológicas, teriomórficas o de mundos fantásticos. Tantas y tan excepcionales identidades como estrellas ascienden al universo drag.

Porque ellos que han nacido para brillar en la noche y el día de Las Palmas de Gran Canaria, ellos que viven, en muchos casos, de su talento artístico, que se forman en distintas disciplinas, que destacan como bailarines del estilizado voguing, han logrado que la ciudad se rinda a sus pies y que el mundo mire a la capital grancanaria como punto en el mapa que celebra la diversidad, la tolerancia y el respeto a las libertades individuales, valores reconocidos por el Premio Pluma 2018 que otorga la FELGTB.

Shangay

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *