El Puerto de Las Palmas ha comenzado a analizar esta semana el plan de seguridad que le ha remitido el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para poder celebrar los carnavales a la entrada del recinto portuario.
La presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), Beatriz Calzada, ha informado esta mañana a los vocales del acuerdo verbal alcanzado con el gobierno municipal para cederles la antigua parcela de la BP y organizar las fiestas en ese espacio.
Se trata de una explanada vacía, sin ningún tipo de infraestructura, pues fue devuelta por la petrolera al Puerto de La Luz en 2020, tras revocarse la concesión por falta de uso, con la consiguiente demolición de los grandes tanques de combustible en dicha superficie.
La propia Calzada, tras informar a los vocales en el Consejo de Administración, explicó los pormenores del acuerdo. La presidenta aclara que solo se van a celebrar las galas, es decir, los espectáculos principales como las elecciones de las diferentes reinas del Carnaval.
Ayuda y colaboración
La Autoridad Portuaria ha optado por ayudar en la celebración de las fiestas más importantes de la capital porque el Ayuntamiento, que también está presente en el Consejo de Administración a través de la alcaldesa, Carolina Darias, se quedó sin espacios válidos por las obras de la metroguagua en el parque Santa Catalina.
Esa «colaboración», destaca la presidenta, ha cuajado en la cesión de los 11.000 metros de parcela, aunque con dos condiciones importantes: el uso será temporal, solo para esta edición y, sobre todo, el gobierno local tendrá que abrir una entrada hacia El Sebadal para que las carnestolendas no interfieran con la actividad portuaria.
La idea es que el escenario principal de las fiestas quede como «una pastilla aislada» del Puerto, sellado por dentro y sin comunicación «interna» con las instalaciones industriales. Esto será posible, entre otras actuaciones urbanísticas, a la apertura hacia El Sebadal del recinto, una obra que el Ayuntamiento tendrá que acometer para hacer viable el acuerdo.
La parcela linda al sur con el control aduanero de la Guardia Civil, y al norte con el inicio de la subida al Sebadal y los tanques de combustible que gestiona Minerva, Petrologis y Cepsa. Esta última compañía, mediante su filial Petrocan, es la que coordina la seguridad en el parque dedicado a los hidrocarburos a la entrada de La Luz. De ahí que, a través de la Confederación Canaria de Empresarios, preguntase en el Consejo por las medidas que se van a implementar para garantizar la seguridad.
En manos de los técnicos
«Seguimos trabajando de forma conjunta con el Ayuntamiento para habilitar esa parcela. Nos han remitido el plan de seguridad, que es pertinente legalmente, y estamos analizándolo», explica Calzada. El puerto, al ser una «infraestructura crítica» de interés estatal, tiene unos «requerimientos de seguridad más elevados», añade la presidenta. Los técnicos tienen ahora que revisar la documentación y las propuestas realizadas para determinar si hacen cambios o toman medidas adicionales.
El uso de ese espacio, en cualquier caso, no es algo definitivo, sino solo para esta edición. Desde que empiecen las obras para soterrar Belén María y resolver los problemas de tráfico, que está prevista para mitad del próximo año, esa parcela la ocupará el Gobierno de Canarias para ejecutar el proyecto.
El Puerto tenía previsto hacer en 2024 un ‘Levante Sin Papeles’ en esa zona, un servicio para simplificar la documentación que los consignatarios deben presentar al Resguardo Fiscal para el control de los contenedores, pero los trabajos se retrasarán hasta acabar las obras en Belén María.
M. Reyes 