¿Quién es Israel Castro?
Sería bastante complicado definir a Israel Castro pero considero que soy un ser que se construye día a día, procurando siempre llenarme de optimismo y vitalidad para después darme lo mejor a mí mismo y a los que me rodean. E inevitablemente un ser que por instinto se nutre e intenta aportar algo en el mundo del arte, que sin él no entiende la existencia.
¿Has pertenecido a algún grupo de carnaval?
No, nunca, considero que es un mundo muy sacrificado a la vez que admirable por las ganas y el tiempo que se emplea en ello. Así y todo considero que el Carnaval no está lo suficientemente valorado y que la gente que emplea su energía en el carnaval es doblemente admirable, haciéndolo de manera altruista, considero que todo aquel que pertenece de alguna manera al carnaval lo hace desde un punto de generosidad infinita. Se podrían hacer muchísimas cosas dentro del carnaval e intentar profesionalizarlo de alguna manera aunque siempre hayan grupos amateur, pero creo que a día de hoy podría contar con muchos más recursos en los que todos salgamos beneficiados.
¿Qué significa para usted el carnaval?
Para mí el carnaval forma una parte imprescindible en mi vida, el carnaval es un sentimiento único que he disfrutado de él desde que era un niño, de hecho, uno de mis primeros recuerdos es sentado en el sofá de la casa de mis abuelos, tomando mi biberón con gofio y viendo la gala de la reina del año que fuese en las famosas cintas VHS, veía tanto las ganas que las cintas se deterioraban de tanto uso!
¿Qué fue la primera idea que te vino a la cabeza al escuchar el tema alegórico del carnaval 2021 de Santa Cruz de Tenerife “carnavales del mundo”?
Lo primero que se me vino a la cabeza fue la idea de unificar en una imagen el tema ya que tenía muy claro que me quería presentar al concurso del cartel de carnaval. Era un reto tremendo porque ni quería caer en los recursos usuales, quería ir más allá del carnaval de Río de Janeiro o el de Venecia, quería hacer un aporte extra, y a su vez quería integrar algo de crítica y reivindicación en este mundo bastante diverso en el que nos encontramos.
¿Quién te animó a presentarte al concurso?
La gente con la que me rodeo, familia, amigos, conocidos son gente que me quiere y son gente que desde hace años me ha visto crecer como artista, caerme y levantarme y desde luego que lo daban por hecho.
¿Variaste mucho la idea, hasta el trabajo final?
Estuve como una semana para decidirme en la imagen final del cartel, hice una búsqueda bastante detenida sobre los distintos carnavales del mundo, sus orígenes y las características estéticas que cada uno ofrecía, hasta que encontré el carnaval de Barranquilla, “La importancia del color” ( título del cartel que presento) tiene una temática muy diferente a la que suelo trabajar ya que normalmente mi interés artístico gira en torno a la mujer, siendo mi tema fetiche, pero creo que para un cartel del carnaval, se puede ir un poco más allá y reivindicar a través de él, contar una historia y sobre todo aportar una imagen de la que se pueda hablar, aportar una imagen con un trasfondo importante.
¿Por qué el carnaval de Barranquilla?
En el carnaval de Barranquilla encontré la solución a lo que buscaba, reunir en una imagen lo que para mí pueden llegar a significar los carnavales del mundo. Al detenerme en el carnaval de Barranquilla descubrí la danza “Son de Negros”, es una danza originariamente formada por los esclavos traídos del África, más concretamente del Congo, los antiguos colonizadores los llevaron a Colombia donde luego fueron cruelmente explotados, con el tiempo, en respuesta al trato realmente injusto que recibían crearon esta danza, en la cual representaban una burla mediante muecas y actitudes burlescas respecto a los caciques para los que trabajaban, todo ello demuestra en esta danza el uso de la burla frente a la injusticia, lejos de toda violencia.
A día de hoy se sigue representando en Barranquilla en donde el negro se disfraza de negro reivindicando su color y escenificando dicha danza.
Por otro lado, creí oportuno representar el tema de la esclavitud y recordar el trato injusto que desde tiempos inmemoriales ha sufrido y sigue sufriendo la población africana por un hecho que aún a día de hoy desconozco. Se conoce que el canario ha emigrado con necesidad y ha sido acogido y entendido, y desde Canarias se debe de dar ejemplo de una gran empatía habiendo hecho el ejercicio de echar la vista atrás, aunque a la hora de equilibrar la emigración africana pueda resultar un problema con respecto a las zancadillas que nos encontramos a nivel nacional.
A título personal he vivido muchas experiencias racistas a mi alrededor, en las cuales siempre he manifestado mi total rechazo e incomprensión. Recuerdo perfectamente en mi anterior trabajo, donde duré 3 años trabajando para una gran multinacional resolviendo incidencias de pedidos online, el sistema “antifraude” tan surrealista que teníamos, hubo un tiempo en el que por el hecho de que el cliente tuviera un apellido o nombre extranjero (preferiblemente de descendencia africana) casi que automáticamente se cancelaba el pedido, al comentar mi asombro con mis superiores me indicaban que la empresa para la que yo trabajaba no era una ONG, increíble pero cierto.
El mundo en el que vivimos me avergüenza profundamente y siento estar en la obligación de hablar directamente de las desigualdades, por qué no también en el cartel del carnaval de mi tierra.
Aparte de representar al carnaval de Barranquilla he querido hacer un guiño al “Año Nuevo Chino”, habiéndolo representado con su famoso dragón en el fondo de los protagonistas, curiosamente dicha festividad oriental se representa en prácticamente al mismo tiempo que los carnavales, y con ello quiero he expuesto la idea del mestizaje existente pudiendo enriquecer y ser incorporado, como una influencia dentro de muchas posibilidades dentro del carnaval.
Cree que el realizar su obra sobre un carnaval del mundo, ¿le beneficia o le perjudica?
Una vez que se crea un cartel y se expone de esta manera, habiendo sido elegido entre más de treinta propuestas todo son beneficios, sobre todo porque entre otras cosas uno se mantiene activo y el trabajo de uno llega a bastante gente. Considero que hay que ser polifacético y no limitarse ni en temáticas ni en formatos.
Así mismo, mi experiencia ha sido bastante positiva, no solamente por la búsqueda de la cantidad de riqueza de las tradiciones encontradas, con respecto a la festividad del carnaval existente en todo el mundo, sino también por la respuesta de Barranquilla y sus gentes, que desde el primer momento que se descubrió mi cartel, desde la organización oficial del Carnaval de Barranquilla he recibido un apoyo incondicional que desde luego no me podría haber imaginado, les estoy muy agradecido.
¿Qué pensaste cuando viste tu cartel entre los diez finalistas?
Me veo ganador y también pienso que mi cartel se distingue totalmente al resto, no solamente porque es una pintura sino también al color y a la temática elegida. A día de hoy creo que marcar la diferencia es un riesgo que hay que correr, es vital marcar un sello propio.
¿Cuál es su cartel preferido entre los finalistas (sin ser el suyo)?
Entre los participantes no hay muchas propuestas pictóricas, desde luego que coincido con los que hayan elegido realizar un cartel con pintura, tiene un valor único que el diseño gráfico está muy lejos de cubrir, sobre todo en cuestión de exponer una sensibilidad propia, plasmar una paleta de colores única y un trazo y unas formas que seguramente no serían tan fáciles de copiar por cualquier otra persona. Cuando se pinta se está creando una magia que no te la da un ordenador ni ningún programa informático.
¿Qué cualidades debe tener un buen cartel del carnaval chicharrero?
Bastantes, la primera es que esté en boca de la gente y que consiga llamar la atención.
Considero que en el cartel, el artista, debe de dejar algo de sí en él.
¿Cuál es el cartel del carnaval de Santa cruz de Tenerife, que siempre le viene a la memoria?¿Porque? Son muchos, el del 2001 me llamó mucho la atención por el formato donde se pintó, en el mismo cuerpo de la modelo, hay carteles que de lo sencillos que parecen no se puede imaginar uno el trabajo que hay detrás para llegar a crear una imagen así. Y por supuesto el del año 1994, creado por la que fue una magnífica profesora mía en Bellas Artes, Maribel Nazco.