El concurso de agrupaciones coreográficos acabó por fuera del recinto ferial entre descalificaciones entre padres y responsables de algunos de los diecinueve colectivos que actuaron el domingo; la fiesta del baile acabó empañada por la rivalidad y la mala relación entre algunos de directores o representantes.
Los hechos comenzaron cuando Yu-Funk DanceSchool subió a actuar en segunda posición. Ya iniciado el repertorio preparado durante meses se registró un corte en el sonido en el vídeo que entregaron el día anterior y que se había verificado. Pero falló unos segundos en el concurso. Para la mayoría de los espectadores pasó inadvertido y se pensó que era un efecto del montaje previsto, no así, lógicamente, para los componentes de este colectivo que, tras la confusión inicial, se recompusieron y saldaron con éxito la actuación; hasta el punto que lograron el segundo de Interpretación.
Desde la dirección de Yu-Funk se solicitó repetir la actuación, petición que valoró la organización, incluso con el rechazo de la mayoría del resto de participantes en el concurso. Hasta se consultó con el jurado, que disculpó el error y que al ser un problema sobrevenido no afectaba a la puntuación del resto de la actuación, por lo que se descartó finalmente que repitieran la actuación en contra de la solicitud del grupo afectado.
Mientras se sopesaba si volverían al escenario, la tensión por las malas formas de algunos colectivos se adueñó detrás del escenario; alguien incluso se hizo pasar por representante de Yu-Funk para a la pizza que da Fiestas por ser «comida basura». En la entrega de premios se dispuso un cordón de seguridad. Los dos representantes de Yu-Funk fueron acompañados por personal del recinto para conocer los premios sobre el escenario y ya al término del concurso, en el exterior, mayores y padres se recriminaron lo vivido.
Humberto Gonar 