Los partidarios y los detractores del traslado de los principales actos del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria al entorno de la rotonda de Belén María buscan apoyos. Durante estos días, dos iniciativas opuestas de recogida de firmas animan a los usuarios a posicionarse. Una propone apoyar explícitamente «el resurgir» de las fiestas, mientras la otra aboga por decir «no al Carnaval» en el barrio ante los potenciales problemas que podría causar.
La propuesta a favor de los Carnavales en La Isleta, alojada en la plataforma change.org, ya ha sido suscrita por cerca de 600 personas. El escrito reconoce que la fiesta ha perdido esplendor desde que fue trasladada al Rincón en 2012, y defiende que la actual alcaldesa, Carolina Darias, se ha mostrado partidaria de «recuperar la esencia de la fiesta» y de «llevar de nuevo el carnaval a la calle, que es de donde nunca debió salir ni perderse».
Esta petición, asegura su promotor, es «para apoyar el Carnaval» porque «no puede ser una batalla política, es patrimonio de la ciudad, de sus habitantes y visitantes», argumenta. «El Carnaval no dura un mes», recuerda en referencia a los largos meses de trabajo que hay detrás de los diseños de las candidatas a reina, las drags o las murgas.
La recogida de firmas a favor de la fiesta es una respuesta a la iniciada el pasado mes de diciembre por un vecino de La Isleta preocupado por los potenciales perjuicios que su celebración puede causar en el popular barrio portuario de la capital. Esta otra campaña popular, a través de firmas en la calle, ha recabado más de 600 rúbricas.
Entre las dudas que expresan sus promotores se encuentran los problemas de movilidad para entrar y salir del barrio, que temen que quede aíslado. El propio Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha confirmado que la plaza, rotonda o glorieta de Belén María cierra para los actos mutitudinarios. Otro problema que señalan los vecinos es a falta de explicaciones sobre el plan de emergencias vinculado a la fiesta, dadas las particulares condiciones de La Isleta, unida al resto de la ciudad a través del istmo. «En caso de emergencia, sería muy complicado evacuar debido al aumento del tráfico y la multitud adicional que traerá el carnaval», argumentan.
C. T.