Aunque ha regresado de Suecia sin el micrófono de cristal, Israel Reyes vuelve a su casa, a Gran Canaria, cambiado “personal y profesionalmente”. Él ha sido el encargado de diseñar la propuesta escénica de Nebulossa en el último Festival de Eurovisión. Junto a Juan Sebastián, hizo vibrar al Mälmo Arena con la actuación del dúo alicantino que, si bien animó a cantar y bailar a todos los allí presentes, no logró convencer para que Zorra pasara de la 22ª posición con 30 puntos.

En una entrevista en Hoy por El Drago, este profesional del espectáculo ha contado su experiencia en este certamen que le ha ayudado “a entenderse a sí mismo y a los demás”. La actuación de Mery Bas y Mark Dasaousa no distó mucho de la defendida en el Benidorm Fest, pero requirió de un entrenamiento extremo. “Eurovisión es para deportistas de élite, tienes que tener el artista muy preparado porque nadie tiene la fórmula mágica”, ha reconocido quien fuera durante 17 años director artístico del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria al que, por cierto, no tiene en mente volver “por lo pronto”.

La sombra del tongo siempre ha sobrevolado sobre un Festival en el que “sí entran muchos factores geopolíticos”, tal y como reconoce Reyes, aunque descarta cualquier tipo de fraude. “Es muy díficil, realmente es una carambola”, asegura. Y pone como ejemplo la propuesta de Reino Unido, que siempre se coloca entre los big five. “Su candidato recibió cero votos de la audiencia con un tema muy Pet Shop Boys y con una inversión bestial de la BBC”, ha revelado.

Aunque reconoce que soñaron con “meterse en el TOP 10” porque llegaron a ascender del puesto 23 al 9 en las apuestas, siempre tuvo claro que no “podían confundirse porque las canciones de Israel o Suiza estaban mucho más pegadas al gusto” de los eurofans. Y eso, a pesar de la polémica por la actuación de Eden Golan, que recibió peticiones de expulsión en señal de repulsa por la ofensiva bélica que su país ha emprendido sobre Gaza.

Preparación extrema para la candidata de Israel
“La chavala ha sido una soldado del Gobierno de Israel, y es una lástima porque su actuación ha quedado deslucida por un conflicto internacional”, señala Reyes mientras ha revelado la preparación límite a la que se vio sometida la joven para subirse al escenario. “Sus bailarines hacían preparatorios gritándole al oído para que mantuviera el tono” de Hurricane y no se dejara interferir por los abucheos.

De forma objetiva, el director artístico de Clapso Producciones reconoce que Nemo era el digno ganador de Eurovisión. “Ha ganado la mejor canción y, además, su binarismo nos viene muy bien para seguir educando”, porque el intérprete suizo ha sido el primer artista de género no binario en alzarse con el micrófono de cristal, que luego rompió. Con The Code arrasó entre el público y el jurado profesional “por su exactitud, la originalidad de la peonza en su actuación, su realización,…”, indicó Reyes.

Pero para soportar los interminables ensayos, el vértigo y la “presión” del show con “el mayor despliegue técnico del mundo” hay que ir muy bien preparado “mentalmente”. Y por eso, tanto Reyes, como el resto del equipo de España en Eurovisión, hicieron un “importante proceso de coaching interno” que, lejos de ser suficiente, se completa con “un gabinete psicológico y una sala de silencio, con una burbuja, para que los artistas pue desconectar”.

Desireé Rodríguez

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