Desembarcó en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife como miembro del equipo de dirección de Jaime Azpilicueta hasta que en 2015 tomó la alternativa al frente de la gala infantil, que le catapultó a mayores cuotas. Enrique Camacho (Santa Cruz de Tenerife, 1983) suma seis ediciones como máximo responsable artístico del Carnaval y, en la cresta de la ola, con el éxito del espectáculo que presentó el miércoles, anuncia que cierra un ciclo, como ya había decidido, por circunstancias profesionales y personales. Eso sí, “siempre estaré en el Carnaval, esté al frente de la gala o no”.
¿El espectáculo del miércoles es su gala ideal?
Se podría decir que se acerca a esa gala siempre ha estado en mi cabeza. En muchas partes, sí, y en otras no tanto. Podríamos decir que al 75 por ciento se asemeja a lo que yo creo que debe de ser una gala y quedó reflejado en el espectáculo del miércoles.
¿Qué es lo que más le identifica de la gala de la reina?
Seguramente el opening.
¿Es la especialidad de la casa?
No es que sea la especialidad de la casa, sino que en este opening he podido trabajar las disciplinas con las que estoy familiarizado a lo largo del año. No sé si llamarlas que son mis especialidades, pero desde luego poder trabajar teatro, musical, danza… en todos sus géneros, porque no sé si me han faltado alguno. Hubo de todo y la verdad que cuando puedes contar una pequeñita historia es un aliciente mucho mayor a cuando ves solo una canción, como quien dice.
Los presentadores, por ejemplo, son una apuesta de Enrique Camacho.
Creo que ya en el año de pandemia Alexis Hernández y Laura Afonso son los maestros de ceremonia ideales, los presentadores que la gala de la reina necesita. Quien considere que son repetitivos, están en su derecho, pero volvieron a demostrar que son los perfectos maestros de ceremonia de la gala y si hay algo que no se debe tocar son precisamente ellos. Sería un error cambiarlos.
¿Sigue teniendo los nervios del primer día cuando se pone al frente de la gala, y esta era su sexta?
Este año he vivido más nervios que nunca, como comenté a miembros de mi equipo. Siempre está la jeribilla. Este año eran unos nervios desagradable de dolerte la barriga… Sentía una presión distinta a la de otros años, no sé si real o autogenerada.
¿Qué mejoraría de cara a otras ediciones?
Sigo pensando que lo primero que hay que hacer es decidir qué gala queremos.
¿Está clara que la gala que quiere el público es la del miércoles, no?
Sí, pero la gala de la reina es un cúmulo de decisiones tomadas por los grupos, por los diseñadores, por la organización y por la dirección. Eso no es malo, lo que pasa es que hay que trazar un camino para que todas estas decisiones vayan de la mano y a favor de la gala de la reina. Si el camino es seguir ahondando en este formato que ya pusimos en práctica el año pasado y que esta edición hemos probado de una forma un poco distinta… pues será cuestión de ir trabajando en esa línea. Si lo que queremos es mantener un formato de los años noventa, porque es lo que nos gusta, pues también es otra alternativa que puede ser válido.
¿Qué mejoraría de la gala?
Lo primero, pensar que es la gala de la reina. Ese es el punto más importante de cara a mejorarla, que todos pensemos en mejorarla y no en la particularidad de cada de las partes. No sé si es la primera vez, pero si es de las pocas veces que salgo del recinto ferial, al término de la gala, con una sonrisa de oreja a oreja. Salí satisfecho. No sé si es el análisis que hago ahora parte de una madurez distinta o sencillamente es que realmente me gustó lo que hicimos. Con más ensayos, seguro que se pueden mejorar muchas cosas.
Al final no hubo problemas a la hora de nombrar las candidatas como se temió.
Durante los ensayos estuvimos trabajando con las chicas, dándoles claves y marcas para evitar que sucedieran problemas con el tiempo. Este año los presentadores leían los textos en un momento determinado para que las candidatas supieran en todo momento si iban bien de tiempo o no. No compartimos ese afán de los diseñadores de descalificar si se incumplía algo; no iba hacerle la vida imposible a las candidatas.
El momento dedicado al talento canario fue otro de los momentos estrella. ¿Echó de menos a Agoney, Quevedo…? Por ampliar la presencia de artistas canarios.
No eché de menos nadie. Estaban los que tenían que estar, los que han apostado por el Carnaval porque a lo mejor hay personas a las que se les llama y dicen que no quieren actuar en Carnaval o piden una cantidad desmesurada de dinero y a lo mejor están en el listado que tu has echado en falta. En cualquier caso, en ningún momento me plantee que fuera una actuación de más de cuatro artistas. Tenía muy claro que la representación partía del triunfo de Canarias, por decirlo de alguna forma, con Nía, que salió de la provincia hermana e irrumpe en el panorama musical a nivel nacional; con Adexe y Nau, un dúo que partió desde Ofra y llena estadios en Latinoamerica, Las K-Narias, con el guiño a la actuación que hicieron en el Madison Square Garden, o Jadel, con la canción oficial del Carnaval. Estaban los que tenían que estar; estaba muy justificado.
¿Y por qué no cantó Pepe Benavente?
Pepe Benavente participó con las murgas tal y como plantearon las murgas, en particular José Antonio González ‘El Flaco’, que planteó incluir nueva instrumentación, lo que me pareció una buena idea. A raíz de la letra se desarrolló la puesta en escena y se fue sumando lo que decía la canción.
La carroza de la reina 2022, la actuación de Adexe y Nau sobre la mesa del jurado y el pique de batucadas… fueron algunos de los momentos estelares.
No sabía con qué momento quedarme con la gala de la reina. Me preguntaban el otro día si cuando yo dirigía me centraba solo en el opening y me olvidaba del resto, que se componía con una serie de sucesión de actuaciones. Se ha demostrado la necesidad de que la dirección se complique la vida trabajando el triple para generar actuaciones a la medida de la gala y, por tanto, lo que veamos en el espectáculo sea todo nuevo, aunque todo sea nuevo. Ha sido un curro muy grande por parte de todos. El guiño que hicimos con los premios de Interpretación de las comparsas lo hicimos porque ellos lo consideraban importante por el trabajo que realizan durante meses.
¿Esta es la gala de la reina que es la joya de cuantas ha hecho Enrique Camacho?
Es la gala de la reina que más me ha gustado; es la gala más yo, y entre comillas, y eso que este año he tenido muchos condicionantes para trabajar, y he tratado de esquivar todas esas zancadillas que he tenido en el camino para hacer la gala con el criterio y la coherencia que queríamos que tuviera.
¿Zancadillas de parte de quién: organización, grupos, diseñadores…?
No. Cuando haces un espectáculo de este tipo siempre hay problemas y baches en el camino. Los diseñadores, en general, este año aplicaron unas reglas del juego que si la organización las acepta yo las debo de asumir también. Ha faltado en algunos ámbitos cierta comprensión de cara al espectáculo. Una vez dicho esto, es cierto que estos días de trabajo ha sido todo a favor con el colectivo de diseñadores, que ha estado a favor de la gala, del trabajo y aportando todo. Donde hubo guerra en la gala hubo mucha colaboración y debo agradecerlo.
¿Esta ha sido su última gala del Carnaval?
Por el momento, creo que sí. Es una decisión que tengo tomada hace tiempo. No me planteo hacer la gala el año que viene, me llamen o no. No me lo planteo ahora mismo. Hay muchos condicionantes profesionales y personales. Hacer esto te obliga a pagar un precio muy caro en muchos ámbitos de tu vida y a veces hay que pensar en eso también. No es por estar cansado o enfadado, sino valorar y dar preferencia en la vida a otras cosas. Seguiré estando en el Carnaval aunque no esté dirigiendo la gala.
Tal vez es prematuro que tome una decisión en el día después…
Bueno, yo no soy amigo de escupir para arriba. A día de hoy, y es la decisión que tengo tomada hace tiempo, cirscuntancias personales y profesionales me llevan a que esta sea mi última gala.
¿Cierra esta etapa al frente de la gala con satisfacción?
Sí, con mucha satisfacción. Han sido unos días de ensayos muy emocionantes porque el trabajo con los grupos me da aliento y me hace olvidarme de toda la porquería y los malos momentos que te da este trabajo. Han sido unos días de trabajo maravilloso en el recinto ferial y las semanas anteriores. Tengo mensajes de murgueros que me dicen que a pesar de que te critiquemos eres el mejor… son detalles que ahí están. Cierro feliz mi ciclo como director de la gala.
Humberto Gonar