La fiesta de ‘Studio 54’ arrancó el pasado fin de semana con el acto del sorteo del orden de participación de las diferentes galas y este viernes lo hace el programa oficial con el pregón de Los Salvapantallas.
-¿Cómo ve el nivel de participación en las galas este año?
-Al principio, con preocupación, porque han pasado dos años muy críticos con la pandemia y lo que la gente ha vivido. Pensábamos que iba a costar mucho más tener patrocinadores, pero hay 11 candidatas a reina, 23 drags, 8 grandes damas y 7 infantiles, y con buenos patrocinadores. Esto no decae, al contrario, creo que la gente ha visto que el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria es una apuesta importante.
-Sin embargo, la gran dama depende enteramente del Ayuntamiento ya que cinco de las ocho aspirantes lo hacen en representación de su distrito.
-No toda, pero siempre ha sido así, hemos tenido participación de empresas privadas y del Ayuntamiento para que puedan tener todos los distritos una candidata. Hemos colaborado porque lo que tenemos que hacer es recuperar la gran dama. Hay que recordar que en 2016 tuvimos que empezar a recuperar la fiesta de la gran dama porque en los mandatos anteriores la habían convertido en una incorporación más al concurso de disfraces.
-El carnaval está muy consolido en aspectos como las galas y el programa, pero parece que en lo que se refiere a la calle está más debilucho. ¿No le parece?
-No, el carnaval de la calle no muere. Lo único que hemos hecho es fomentar mucho más el carnaval de día y cualquier acto que hacemos es multitudinario. Cierto es que ha habido algunas acciones que han hecho que el carnaval de la noche haya tenido un gran deterioro. Nos podemos remontar al año 2012, a no tener acuerdos con los vecinos, a no saber sentarse a negociar, a decir cuáles son la condiciones. Pero bueno, lo que estamos haciendo es recuperándolas porque todos los conciertos que hemos hecho han sido con una gran participación, y por eso distribuimos diferentes escenarios en el carnaval. Porque una cosa es el carnaval en el parque de Santa Catalina, que tenemos hasta cierta hora y se podía hacer, pero este año no ha sido posible, y que trasladamos a la plaza de la Música y al litoral del Rincón.
-La fiesta nocturna regresa a la zona del Rincón una década después de un carnaval que resultó ser un fiasco. ¿No teme que esas noches de carnaval no sean lo que esperan?
-El carnaval lo vivo con intensidad pero con mucha responsabilidad, por eso cualquier cambio que se haga siempre te genera miedo, respeto e incertidumbre. Pero no comparemos lo que tenemos nosotros a lo que hizo el PP en aquel momento. Recordemos que en el año 2013 el PP se llevó las noches de música y de conciertos, de una manera alocada hay que decirlo, al Rincón, con todos los chiringuitos y la zona de mesones, y aquello lo había convertido en poco menos que una cárcel. No tiene nada que ver lo que estamos preparando nosotros, con lo que preparó el PP en su momento. Pero sobre todo porque la plaza de la Música se está convirtiendo, y creo que ya se percibe, en ese espacio musical. La prueba son los conciertos que se están preparando y los festivales Senior que ha hecho Encarna Galván, que han sido multitudinarios. Y lo estamos organizando como un espacio de carnaval
-Pero usted siempre fue reticente a desgajar el carnaval de Santa Catalina, ¿no había alternativas?
-Para mí el templo del carnaval es Santa Catalina, que lo recuperó en 1985 Chano Franquis, no nos podemos olvidar. Por eso lo ideal era quedarnos en el Parque, como hicimos el pasado año. Pero una vez que los vecinos dicen ‘no’, tenemos que cumplir con su decisión porque es lo que te dice un auto judicial. Hemos negociado con ellos todos estos años y de 2016 a 2022 no ha habido ningún problema, hemos cumplido con todas las medidas que se recogía en ese auto, pero este año han dicho ‘no’. Y además, con unas pretensiones que no se recogen en el acuerdo judicial. Por lo tanto tenemos que buscar alternativas, porque el carnaval no se improvisa.
-¿Y cuáles se buscaron?
-La plaza de la Música, el litoral del Rincón, pero también la zona de San Telmo, del Estadio Insular. Pero no tenemos que diversificar tanto, vamos a buscar puntos que sean de fácil conexión como es Santa Catalina con el Rincón, donde el acceso es muy fácil y habrá lanzaderas de Guaguas que será muy cómodas, además de un fácil aparcamiento.
-¿Eso significa que el carnaval de noche está muerto?
-El carnaval no muere, ni las noches de concierto. Pero vamos a buscarlo en espacios que sean agradables, que sea un entorno que sea apetecible y que los decoremos. Además, en 2022 se presentó un gran proyecto Puerto-Ciudad y hay que tener en cuenta que esta ciudad está sufriendo una gran transformación, porque el entorno de la MetroGuagua supone un gran cambio. Pero en lo que llega tenemos que buscar alternativas y aprovechar los espacios que tenemos.
-¿Qué le parece la posibilidad que ha planteado la candidata del PP a la Alcaldía de celebrar el carnaval en otras zonas como el Tívoli?
-Creo que es ser una perfecta desconocedora de lo que es el carnaval y las noches de carnaval, con todos mis respetos. Dice que es más carnavalera que yo y no lo pongo en duda, pero es una perfecta desconocedora de dónde se vive el carnaval, dónde se celebra, dónde está el centro. Me suena como a echarlo hacia afuera, donde menos se vea y menos moleste. Yo acepto las críticas, pero con proyectos.
-¿Qué sorpresas tiene guardadas para el carnaval?
-Tenemos sorpresas porque el carnaval nunca es el mismo y esta semana desvelaremos los artistas que vienen a actuar, locales, nacionales e internacionales. Pero tengo que decir que el 85% de los artistas son canarios.
-Y para el 25º aniversario de la gala drag, ¿qué hay previsto?
-Habrá un reconocimiento a los que participaron desde la primera gala drag, en el año 1998. Un recuerdo a aquellos que hicieron posible que la gala drag fuera una de las más importantes que tenemos.
-¿Organizar un carnaval en año electoral da más nervios?
-Lo digo siempre, no es porque sea año electoral, yo nunca disfruto un acto de carnaval hasta que no acaba.
Javier Darriba