El carnaval de Santa Cruz de Tenerife y las celebraciones masivas en la calle durante el pasado fin de semana no restaron participantes a las fiestas patronales de La Orotava, según destaca el Ayuntamiento villero.
La capital tinerfeña decidió posponer la fiesta de la máscara al último fin de semana de junio por la pandemia, lo que produjo una coincidencia histórica con las celebraciones de La Orotava en honor al Corpus Christi, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, que este año cayeron más tarde por el calendario de Semana Santa.
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Sin embargo, quedó demostrado que en la isla hay gente para todas las ofertas culturales y de ocio. “Son fiestas completamente diferentes, las nuestras son más culturales y tradicionales, y el carnaval de Santa Cruz no influyó para nada”, asegura el concejal de Fiestas, Alexis Pacheco.
De hecho, la Infraoctava del Corpus, celebrada el pasado jueves, contó con más afluencia que en 2019, cuando se realizaron por última vez las alfombras de flores en las calles de la Villa. “Fue una participación masiva”, subraya Pacheco. Esa estampa de miles de personas abarrotando La Orotava se repitió al día siguiente con el baile de magos y, sobre todo, el domingo con la gran romería en honor a San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. En torno a 25.000-30.000 personas se congregaron en la celebración.
Pero el Ayuntamiento es consciente de que hay actos que “no pueden crecer mucho más”. Es el caso de la cata de vinos de la víspera del Corpus, con casi 7.000 personas y para lo que se estudia ya alguna solución de la mano del Consejo Regulador de la DOP Valle de La Orotava, organizador del evento. “Hay que limar algunas cosas, ver lo que ha fallado para mejorarlo, trabajando conjuntamente”, señala el concejal de Fiestas.
Daniel Pinelo 