Eduardo Ferrer, responsable de la empresa Tecnosound Canarias, ha expuesto en Crónicas Radio-COPE Lanzarote que, además del sector turístico de las Islas, tan castigado por los efectos económicos de la pandemia generada por el COVID-19, las actividades culturales, artísticas y los espectáculos y la artesanía han sufrido una mayor pérdida de empleo que las relacionadas con la restauración y el servicio de alojamiento. Son datos objetivos que muestran claramente que todas las ayudas no pueden ir enfocadas al mismo lugar y, lo que es más importante, que es absurdo cuestionar que se trate desde algunas instituciones públicas de programar eventos como los carnavales o conciertos que de algún modo pueden ayudar a que ellos también ayuden. De hecho, a su modo de ver, este tipo de empresas y los eventos en los que participan generan una riqueza que luego se redistribuye entre aquellos que peor lo están pasando. Pero si el sector está mal en general, lo de su isla, Lanzarote, es caso aparte, puesto que aquí no sólo se restringió el tema del acceso del público a los eventos deportivos, cuando en el resto del territorio sí se permitió, sino que prácticamente se hizo desaparecer cualquier actividad vinculada con la cultura.
“Eventos culturales se están haciendo en todas las islas menos en Lanzarote”, ha remarcado Ferrer al inicio de la entrevista mantenida en el programa ‘A buena hora’, donde este empresario local ha querido dejar claro que no solo muere la hostelería, sino que otros muchos sectores se han quedado a cero por la pandemia. “Lanzarote ha sido la isla con mayor restricción de todas las Islas Canarias. Incluso en Tenerife, en fase 3 de alerta, se realizaron eventos en Puerto de la Cruz, y por ahora siguen abiertos espacios como el Teowaldo Power, el Adán Martín, el Alfredo Kraus o el Pérez Galdós”, ha señalado Ferrer, que reconoce que es lógico que ahora mismo no haya “ni grandes conciertos ni nada que no pueda ser controlado con las normas COVID”, pero que se queja de que “sí que hay eventos culturales en todas las islas salvo en Lanzarote”.
Eduardo Ferrer ha dicho que entiende la actual y “excepcional” situación que atraviesa ahora mismo la Isla, en nivel 4 de alerta por el COVID-19 desde el pasado 23 de enero, pero recuerda que “en Lanzarote tampoco ha habido eventos apenas cuando hemos estado en una fase mejor, mientras que sí los ha habido en el resto de islas”. “Solo han estado abiertos los pequeños teatros y se ha hecho algún evento en el Monumento al Campesino, pero todo ha sido muy restrictivo aquí”, ha añadido.
Pérdidas y desempleo en la industria audiovisual
El gerente de Tecnosound Canarias ha descrito la pésima situación económica que está atravesando hace meses la industria audiovisual. “Las empresas lo estamos pasando muy mal, con un montón de empleados. La industria en sí no solo la componen la gente de luz, sonido, los taquilleros, la producción, el atrezzo, … lo estamos pasando muy mal”, ha explicado Ferrer.
Tecnosound Canarias, que celebra este año su 34 aniversario, es una de las empresas que constituye el Grupo TSC, y en la actualidad da empleo directo a más de 80 trabajadores.
Este empresario, igual que otros muchos de éste y otros sectores, destaca que “hemos pedido al Gobierno de Canarias alguna ayuda y esperamos que las instituciones locales saquen también alguna línea de ayuda, porque no llegamos”. “No hay nada, no hay ningún tipo de evento cultural, deportivo, de teatro, de congresos, corporativo o por supuesto festivo, y por eso veíamos los teatros como una pequeña esperanza para ir poco a poco manteniéndonos abiertos; pagando la luz, el agua, los teléfonos y poco más, para cuando se puedan hacer eventos, pero seremos los últimos en salir de la pandemia, sin duda”, ha lamentado.
“Efecto perverso de concentración”
Precisamente las duras restricciones impuestas en Lanzarote por la Mesa insular compuesta por el Cabildo y los ayuntamientos, limitaciones que han afectado en sobremanera también a actividades como las deportivas sin dar los resultados esperados en cuanto a la limitación de nuevos contagios, han provocado, a juicio de Eduardo Ferrer, que entre la población de la Isla se haya podido producir lo que ha calificado como un “efecto perverso de concentración”. “Yo tengo la impresión personal de que hemos sido tan restrictivos que toda la gente se ha querido meter en su casa o en los espacios donde se han permitido terrazas estas navidades. He visto en estas navidades mercadillos en Puerto del Rosario, en Antigua, pero aquí no ha habido nada de nada. En Fuerteventura, al tener dividida a la gente en más eventos pequeños, no ha habido tantos contagios”, ha suscrito.
Previsiones del sector
En cuanto a las previsiones del sector audiovisual en Lanzarote, Ferrer ha comentado que “estamos programando eventos pequeños para después de mayo y hablando con ayuntamientos como el de Arrecife sobre posibles contratos, si la situación lo permite”. “El concierto de Revólver lo hemos tenido que pasar para el próximo 15 de mayo”, ha señalado el empresario, que anuncia que Tecnosound Canarias sí tiene “presupuestados eventos grandes en Gran Canaria y Tenerife pero para finales de agosto”, como es el caso de la transmisión de “parte de los carnavales de Las Palmas, que se van a grabar y se van a emitir como programas de televisión”. Explica que “estamos preparando también algunos proyectos en Mauritania, pero no sabemos cuáles van a salir ni si cuál será la situación, pero”, advierte, “en Lanzarote desde luego está todo parado, al cien por cien”.
Con todo, y a pesar de que los hosteleros se han movilizado y han hecho más ruido que el resto de sectores (y en los últimos días, también propietarios de centros deportivos), las últimas cifras del Instituto Canario de Estadística (ISTAC) sitúan a las actividades de creación, artísticas y espectáculos como la rama de trabajo más afectada por la crisis en Canarias.
Según estos datos, la pérdida de empleo se sitúa en un 25,9%, algo mayor que las actividades de agencias de viajes, operadores turísticos y servicios de reservas (24,9%), y muy por encima de los servicios de comida y bebidas (17,4%). La cultura, en líneas generales, se ha resentido. Y eso que las heridas de la anterior crisis aún se hallaban presentes antes del estallido de la epidemia.
Alerta Roja
Cuando han tenido que salir a la calle, los trabajadores de la cultura se han organizado alrededor de la plataforma Alerta Roja, que reúne a un largo número de asociaciones y empresas del espectáculo. “Tal y como se está viendo, ante la falta de reconocimiento de una vulnerabilidad clara y de ayudas concretas por parte del Gobierno, es vital dar visibilidad a la preocupante situación que vive el sector del espectáculo y los eventos”, detalla la organización en su página de web. El movimiento calcula que de las más de 700.000 personas que se dedican a la cultura en España, solo el 12% está trabajando.