De la mano de Bambones, Diablos Locos y El Cabo, el Carnaval ha ganado dos citas de obligado cumplimiento para los enamorados el ambiente más tradicional: el Lunes de Carnaval, a las 21:00 horas, en la calle de La Noria, a la puerta de la rondalla del célebre Faustino Torres, y el Sábado de Piñata, a las 18:00 horas, en las escalinatas del teatro Guimerá.
Como una joya de orfebrería, Víctor Asensio y su marida Maxi Carvajal, el Maestro y el Canilla y presidente de Diablos Locos, prepararon la tercera edición de la pelea de gallos de los Diablos. Y es curioso, porque primero fue el mano a mano que inventaron los trónicos y los de El Cardonal en el Carnaval que se celebró en el verano de 2022 y luego fue la canción con la que sorprendió Diablos Locos en la edición 2023. Pero permítase la licencia para llamar duelo de titanes como Diablones.
En la tercera edición, lejos de bajar intensidad, desbordaron, más si cabe, la avenida Ángel Guimerá. Y tenía sorpresa incluida. Junto a los pasacalles que cantaron las más de dos mil personas que tomaron la calle, Diablos Locos comenzó con su Revolución, el tema de concurso que interpretó y que dio paso a El Folleto, de Bambones. Pero lo mejor estaba aún por llegar. La propia pelea de gallos, en el que unos y otros se intercambian tres estrofas preparadas ex profeso para esta cita y la perla de Diablones: el chío chío que juntos interpretaron.
El momento estrella que pergeñó Víctor Asensio fue cuando se sumaron a Diablos Locos y Bambones, la generación del Cubanito, aquellos letristas que nacieron y crecieron escuchando canciones de Nicolás Mingorance, el padre del Cubanito, uno de los promotores del concurso de murgas infantiles y autor de más de cientos de canciones de la Ni Fú-Ni Fá, además de contribuir al repertorio de la primera murga femenina, Las Atrevidas, en 1986.
De la mano de Víctor Asensio, desde Pedro Mengíbar (Trasnochados), José Antonio González El Flaco (Singuangos), Toño Ramírez El Chocolate y Manolo Peña (Mamelucos), Luis Mariano González (Guachipanduzy) Félix Padilla y Lucas Mujica (Triqui-Traques), Tere Reyes y Sandra Ramos (Marchilongas), Sary Martín (Las Que Faltaban), Josechu Álvarez (Ni Pico-Ni Corto y La Traviata), Airam Bazzocchi…
Una imagen única
Los exteriores del teatro Guimerá fueron testigos antes del inicio del chío chío homenaje a Nicolás Mingorance de la convención de letristas y mucho de los directores y presidentes más significativos de la historia de las murgas del Carnaval, además de verlos disfrutar en animada conversación de los avatares de la fiesta y su evolución. Si durante todo el año hablan de murgas, ¿qué van a hacer precisamente el Sábado de Piñata?. Allí estuvo pendiente de atender a sus invitados, como los definió, Víctor Asensio, que acompañó a una terraza cercana a Mengíbar, Sandra Ramos y Josechu Álvarez. Una veintena de letristas de la generación del Cubanito que atesoran la mayoría de los cartones de primeros premios, y segundos y terceros y hasta accésit, así como premios Criticón, a los que se suman los que siguen en activo y estaban más que en la fila en la aglomeración que se formó entre Diablos y Bambones, con Primi y Maxi, en un mano a mano.
Precisamente ellos son ejemplo de ese buen rollo y pasión por el Carnaval; la rivalidad se queda para los treinta minutos de repertorio de cada una de sus murgas y a partir de ahí, sigue el Carnaval, con anécdotas y sabiduría, compartiendo y brindando por la fiesta que hacen grande.
Allí estaba también Fran Bermúdez, el padre del humor cacofónico de la Posesa, que estaba disfrazado de reportero, junto a Félix Padilla, enfundado en su peto de Bambones, de cuando militó en las filas de El Cardonal. Con admiración, Fran deslizó un: «aquí está pasando algo importante que están compartiendo conversación Toño y Manolo», fundadores de Mamelucos. Sin duda, referentes de murgas. De pueblo. De Carnaval. La ‘pelea de gallos’ protagonizada por Diablos y Bambones comenzó con los trónicos con la primera estrofa, y luego Bambones, con la suya, así hasta completar un chío, chío de seis estrofas que se intercambiaron:
Primera de Diablos Locos:
Este año los Bambones,
son los reyes de febrero,
pues ganaron el concurso,
y no hay que poner un pero.
Eso sí hoy den las gracias,
a los viejos que volvieron,
porque con su gente joven
una década tardaron
en ganar otro primero.
Primera de Bambones:
Este año yo vi a Maxi
lo encontré desmejorado
yo le hablaba de mis rollos
y el con el pico cerrado.
Maxi a ti te pasa algo
y eso me preocupa mucho
hasta que se dio la vuelta
y entonces caí en la cuenta
que hablo con el aguilucho.
Segunda de Diablos Locos:
En la murga los Bambones,
componentes hay muy buenos,
merecen Bambón de oro,
por sus ganas y su esmero,
pero este año uno.
Se saliócuáll Leo Messi,
no es ni Primi, ni Pablito,
ni Bazzochi, ni Julito,
el mejor fue el Alersis.
Segunda de Bambones:
Este año Diablos Locos
se gastaron el dinero
y con su disfraz de indio
se llevaron el primero.
Yo no sé si eso ha influido
en el fallo del jurado
porque una cosa les digo
que si es por hacer el indio
lo merecen cada año.
Tercera de Diablos Locos:
A Bambones yo los quiero
nuestro amor viene de lejos,
coño y como hay confianza
me permiten un consejo,
para salir esta noche.
Yo les traigo aquí un folleto,
de disfraces muy variados,
pa’ que manden pa’l carajo,
de una vez el puto peto
Tercera de Bambones:
Después de casi diez años
al fin ganamos primero
Y subimos hasta el barrio
para caminarlo entero
Por la noche desfilando
desde Taco a Los andenes
Terminé tan reventado
que un favor te pido hermano
gana tú el año q viene
Chío chío conjunto:
Para acabar con esta estrofa conjunta, Diablos y Bambones, junto a los letristas de la ‘generación del Cubanito’, para rendir homenaje a Nicolás Mingorance, fallecido el pasado Domingo de Carnaval:
«Este chío, chío juntos
dedicado especialmente,
a ese mago de las letras,
dara muchos referente.
Pueblo y murga se hacen uno,
que el sonido el cielo alcance,
que se escuche el cubanito,
homenaje más bonito,
al amigo Mingorance…».
Para finalizar, las miles de personas que desbordaban los aledaños de las escalinatas del teatro Guimerá y la avenida del mismo nombre interpretando el conocido estribillo que inmortalizó el propio Mingorance desde 1963:
«Cubanito soy señores,
cubanito y muy formal,
vale mas ser cubanito
Aunque usted lo tome a mal».
Humberto Gonar