A poco más de dos meses de que se estrene el carnaval de Arrecife, está por ver dónde se montará el escenario para las actuaciones de murgas y demás grupos festivos. Si bien es cierto que se está trabajando para hacer uso de instalaciones de la antigua conservera Agramar, de titularidad privada, muy importante; igual de notable es que aún quedan flecos por cerrar. Tanto desde el punto administrativo, como en lo relacionado con la ejecución de obras para habilitar el espacio, establecido junto al muelle de Naos, a poca distancia de una poblada zona residencial y de la infraestructura donde se hace la acogida inicial a los intrépidos que llegan en patera.

El argumento para mudarnos hasta Agramar, se dijo semanas atrás, la cesión de la parcela para la futura construcción del Palacio de Congresos. Protagonistas, actores públicos. Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno de Canarias. Y visto que el Ejecutivo no tiene a corto y medio plazo la intención de dar pie a las obras; para nada es descabellado pedir que se negocie a bien de tener de nuevo en febrero el espacio conocido como recinto ferial. A fin de cuentas, es suelo público, en el lugar hay un escenario y se tiene sobrada experiencia sobre qué hacer y cómo. Sabedores somos de que el lugar deja mucho que desear, pero no veo mejor alternativa a menos de 70 días vista. E importante, de seguro que supondrá menor esfuerzo para las sufridas arcas locales.

En la capital de Lanzarote pasa con el carnaval, como con otras facetas, que se juega mucho a improvisar. Camino de 2024, todavía cuesta hacer entender que un patronato específico es más que necesario. Igual va siendo hora de que se tome en serio. Y confiando en que prospere, visto que parece que el pabellón de Argana al fin será rehabilitado, que se valore como una opción de enjundia para 2025 y más allá.

José Ramón Sánchez Canarias7 - Noticias de última hora en Canarias

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