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La lluvia hizo acto de presencia en la noche del viernes en la capital, como si supiera que era viernes de Cabalgata, y no quisiera perdérselo. Nunca lo hace en Carnaval. Y es que la lluvia y la feria de atracciones, que también el viernes abrió sus puertas en el aparcamiento del Palmetum, son las dos únicas cosas que este fin de semana vienen a recordar a los chicharreros que la fiesta en la calle ya tendría que haber empezado. Para ser justos, en el chino más cercano (da igual dónde sea eso), el Carnaval también está presente, se celebre en febrero o no. Allí las pelucas y disfraces varios no saben de invierno, primavera o verano.

Lo de quedar en el Orche, o en el Águila, o en el Platillo, o en San Francisco, o en cualquier punto del cuadrilátero carnavalero, tendrá que esperar a ver si, en junio, cuando se celebren galas y concursos, la pandemia permite que la fiesta en la calle sea una realidad.

Mientras tanto los carnavaleros de corazón estarán echando de menos estos días lo de preparar un disfraz el día antes de salir, con la pistola de silicona uniendo algo más que adornos y telas, en casa de algún amigo haciendo la previa y pasando lista de qué lleva cada uno en la mochila, bolsa de supermercado o carrito de la compra, que de todo se ve en las noches de Carnaval.

Tras un viernes y un sábado a tope, el domingo suele ser ese día para descansar y reponer fuerzas para enfrentarse a un lunes de Carnaval previo a un martes festivo, donde el Coso es el auténtico protagonista. Este año, a pesar de que no hay Carnaval, el martes, 1 de marzo, sigue siendo festivo, lo que ha dejado un puente a finales de febrero en el que, sin Carnaval, parece que no va a ningún sitio. Eso sí, los más pequeños siguen disfrutando de una semana de vacaciones en muchos colegios de la Isla, aunque la fiesta se vaya a junio.


Tampoco habrá Entierro de la Sardina, ni viernes y sábado de Piñata, ese extra al que muchos amantes de la fiesta se acogen para resarcirse de algún contratiempo de los días anteriores, o simplemente para despedir por todo lo alto el Carnaval hasta el próximo año.

Conciertos multitudinarios, un perrito o un paponazo de madrugada, perderse para encontrarse dos horas más tarde, buscar un taxi libre de madrugada, meterse en un tranvía petado, o subir caminando hasta los barrios más alejados del centro… Todo esto y más estarán echando de menos muchos carnavaleros en este atípico febrero.

Pero si hay algo que sí se puede hacer estos días para alegrar un poco el alma carnavalera es poner esa música que, en cuanto suena, el cuerpo sabe que es Carnaval. Marejada, Píntame, La ventanita del amor, La vida es un Carnaval… Cualquiera de ellas servirá para pasar mejor esta semana. Canciones que el concejal de Fiestas de Santa Cruz, Alfonso Cabello, ya ha avanzado que serán las protagonistas si, finalmente, se hace fiesta en la calle. Su intención es que las orquestas canarias, pero también cantantes que, sin ser canarios, están muy vinculados a las Islas, protagonicen las noches del Carnaval de junio.

Natalia Torres Diario de Avisos

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