El verano es la época de las fiestas de los pueblos: verbenas, atracciones, fuegos artificiales… Cada año, mientras la mayoría se divierte, una minoría trabaja para procurar esa diversión. Este año no va a ocurrir ni una cosa ni la otra: no habrá fiestas, ni verbenas ni atracciones y, sobre todo, no habrá trabajo para muchos de los profesionales que se dedican a este sector en Lanzarote.

“No van a hacer fiestas y no vamos a poder montar”, dice Antonio Santana, de Atracciones Santana, que lleva “toda la vida” en este negocio que iniciaron sus padres. Este año, en circunstancias normales, ya tenía que haber pasado por Puerto del Carmen y estaría en Arrecife por San Ginés. Lo que espera es que en septiembre y octubre pueda montar sus atracciones en Gran Canaria, “pero hay muchas dudas”. “Hay feriantes -dice- que lo están pasando mal, no tienen ni para comer”. “Algunos están vendiendo lo que pueden porque no aguantan más”, añade.

En la provincia oriental hay unas 1.200 personas que trabajan en las ferias. En el caso de Santana, toda la familia está vinculada a la empresa y da empleo a más de cien personas. Dice que, de la misma forma que funciona una discoteca -aunque esta semana el Gobierno de Canarias ha decretado el cierre de estos establecimientos-, se podría probar a instalar las ferias de manera segura.

Y eso es precisamente lo que ha hecho otra empresa del sector en Puerto del Rosario. El último viernes de julio, Atracciones Hernández y Cabrera, más conocidos como Los del ventorrillo de las tortillas, abrieron un parque privado, el primero de este tipo en Canarias desde el estado de alarma.

Lorena Hernández señala que abrieron con todas las garantías y todos los requisitos que les han pedido: con un vallado, con personal de seguridad, con un itinerario fijo, con mensajes por megafonía y mensajes grabados en las atracciones, con gel en cada una de las atracciones, con desinfección entre viaje y viaje y con una importante reducción de aforo.

Hernández dice que, al menos, en Puerto del Rosario pusieron facilidades. “En Lanzarote no nos molestamos porque han dicho que no hay fiestas hasta el 1 de octubre”. El Cabildo y los siete ayuntamientos decidieron fijar esa fecha como la de inicio de los eventos festivos.

En Corralejo, destaca Lorena, se ha programado autocine y, después de la primera sesión, se vio en la pantalla la elección de las misses de las Fiestas del Carmen, mientras que en Tarajalejo se llevó a cabo una procesión online por parte del Ayuntamiento de Tuineje con los vecinos subiendo vídeos.

Ya se han perdido las ferias de San Isidro, en Uga; San Juan, en Fuerteventura; las fiestas del Carmen, en Valterra o La Graciosa, y tampoco se celebran las de Arrieta, Arrecife, Punta Mujeres o Los Dolores.

En la feria privada de Puerto del Rosario hubo límite de aforo, pero con “un poco de todo”, incluso dos puestos de otros feriantes que se instalaron fuera. Señala Lorena que se han fijado en otras ferias parecidas en la Península y que el recinto no ha sido grande para que no hubiera aglomeraciones, pero al menos sirve para que les dé “para comer” y para demostrar a otros ayuntamientos que se puede hacer. Así trabajan desde hace 39 años y es el primer verano “casi parados”. “Hay muchas empresas que se dedican a esto y se puede hacer bien”, dice.

Algunos años menos, pero no tantos, desde 1986, lleva mirando al cielo Pirotecnia Hermanos Luz, para quien la campaña de verano supone la mitad de la facturación anual, y a estas alturas del año no han hecho ni un solo evento. Las pérdidas son aún mayores porque otro treinta por ciento del negocio lo cubren las bodas, de cincuenta que hubieran hecho en este periodo van a hacer cinco.

Iguarina Luz señala que el parón no durará hasta octubre, sino hasta Navidad porque a partir de octubre ya no hay fiestas. Dice que si no salvan la campaña de Navidad van a tener que cerrar. La empresa, con dos autónomos y dos trabajadores, también tiene una tienda de artículos pirotécnicos en Arrecife que, de la misma forma, se ha visto afectada por la ausencia de festejos, igual que se ha desplomado la demanda de los hoteles.

Un cero de facturación desde el estado de alarma, ya que su último evento fue la Quema de la sardina en el carnaval de Arrecife. “En San Juan no vendimos ni la mitad de lo habitual”, señala Iguarina, que calcula que este año la facturación se desplomará más allá del ochenta por ciento, y ocurre en un año que ya era malo porque la empresa arrastra una gran inversión en dos obras, para adaptarse a la nueva normativa.

La pirotecnia está complicada en todos los lugares de España, pero ella cree que en Lanzarote las fiestas se cancelaron sin discusión ni debate. “Se precipitaron un poco”, destaca, porque se podrían buscar fórmulas para celebrar las fiestas con seguridad: “Esto es una soga al cuello”. Ante esta situación crítica han pedido un crédito ICO.

Puede haber música sin fiesta, pero no hay fiesta sin música. Este año no habrá verbenas. José Domingo, trompetista en Rikabanda, “la orquesta de referencia de Lanzarote”, según dice él mismo, asegura que iba a tener bolos todos los fines de semana del verano en Lanzarote o en Fuerteventura. Son 15 componentes y, aunque ninguno vive solo de la orquesta, algunos sí viven solo de la música, y lo están pasando mal: “Es un complemento pero muy buen complemento y en verano es cuando más se gana”.

Por primera vez han pedido una subvención al Cabildo, que no ha llegado, porque están grabando un single con un tema propio y para pagar el vestuario y los arreglos de los temas que ensayan. Acaban de comenzar a ensayar de nuevo para estar preparados aunque creen que los músicos serán los últimos que se reincorporarán al mercado laboral.

En la misma situación está Treinta y tantos. “Ingresos cero”, dice Noelia Blanco, la representante del grupo de versiones por excelencia. El último concierto fue el fin de semana antes del estado de alarma. “Nos adaptamos y lo entendemos porque damos prioridad a la salud”, dice, pero destaca que tenían la agenda llena todos los fines de semana hasta octubre. Espera que se puedan ir recuperando a final de año “de cara al año que viene”. “Es la esperanza que tenemos”, indica Noelia. Lo que sí deja claro es que el grupo sigue ensayando y que “ni ha desparecido ni va a desaparecer y volverá con más ganas que nunca”.

Saúl García Inicio

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