La noticia de la suspensión del Carnaval de Las Palmas 2021 les cayó «como un jarro de agua fría». No es que Minerva Hernández y Borja Casillas no se lo esperaran, pero la «tristeza y rabia» se siguen uniendo al sentimiento de resignación. «Estaba claro que iba a pasar, porque es un evento multitudinario que ahora mismo no tiene cabida y era lo más lógico», apunta Borja, más conocido por su nombre artístico drag Sethlas. «Pienso que estamos en un momento en el que lo que tiene que primar es la salud, pero eso no significa que no haya que reinventarse para que esto no desaparezca», añade Minerva. «Ahora más que nunca hay que hablar de carnaval, tanto en las islas como fuera, porque es una de nuestras señas de identidad».

La medida obligará a ambos a prolongar un reinado de lo más peculiar, ya que poco después de que se coronaron en la capital grancanaria en febrero con sus fantasías Vida y Si la tentación es hermosa, imagínate el pecado, todos los proyectos previstos a corto y medio plazo han ido cayendo, obligándoles a buscar vías alternativas en las que enfocar sus carreras. «Ahora mismo de drag no sale nada. Hago colaboraciones con alguna marca de maquillaje, pero la remuneración no es económica, y ni siquiera hemos empezado con un proyecto que tenía preparado, donde mezclaba danza y educación, para finales de este mes. Si esto no cambia para 2022, apaga la luz y vámonos», explica Borja, que vive por segunda vez la experiencia del trono.

La primera fue en 2017 y tampoco estuvo libre de polémica, pero tras un pequeño parón que le sirvió para recuperarse de un año «cansado», Sethlas estaba dispuesta a volver a los escenarios para contribuir aún más a la visibilidad de las drags. «Yo me sigo sintiendo un privilegiado, porque gracias a aquello se me conoció más y tuve más voz y la idea de este año es seguir haciendo alguna cosa. Al final, el carnaval es del pueblo y la gente tiene que sentir que esto no se pierde». Y añade: «Además para la siguiente edición se cumplirán 25 años de la primera Gala drag queen y hay que planear algo sí o sí».

Por su parte, Minerva confiesa que tuvo un gran momento de «bajón» durante la cuarentena, por lo que decidió concentrarse en sí misma para buscar un equilibrio con mucha meditación, yoga y cursos online, y para dar el impulso que quería a sus redes sociales. «Al final el balance que hago de estos meses espositivo, porque he tenido tiempo para reenfocarme y conocer mis límites». La reina asegura que de toda mala situación se aprende, y que esta puede ser una oportunidad para innovar.

Apuesta por un formato online
A raíz de toda la incertidumbre que ha generado la pandemia de la Covid-19, el sector de los eventos ha sido uno de los más afectados por la paralización de la actividad, y en este mismo periódico se recogía que solo la cancelación del próximo carnaval, supondría la pérdida económica de 15 millones de euros, un 0,2% del Producto Interior Bruto per cápita de la ciudad.

«Muchas de las personas con las que he trabajado se lo han tomado como un descanso, otras lo siguen pasando muy mal», indica la reina. De ahí que insista en la importancia de empezar a pensar propuestas cuanto antes. «Yo creo que el cambio va a venir en formato digital y, sobre todo, a través de las redes sociales para conseguir la participación del público: concursos, retos, fotos y vídeos de los carnavaleros…».

La idea es compartida con Sethlas, quie tiene una clara apuesta, además, por el formato televisivo. «Eso no significa que no se pueda contar con un público físico», aclara. «Lo que no se entiende es que veamos ciertos eventos, como los deportivos, que sí se hacen incluso con gente presente, y en los nuestros parece que no se quiere asumir esa responsabilidad. Habrá que esperar a ver qué es lo que sale de las reuniones previstas con los grupos e instituciones». Minerva añade que ya no se trata de organizar eventos multitudinarios, pero sí que se puede llegar a «canalizar la actividad» garantizando las medias sanitarias.

En cualquier caso, y a pesar de que ambos bromean con la afirmación de que son un poco «gafes», mantienen una visión optimista de cara al futuro, conscientes de que son historia del carnaval y de que pueden contribuir a escribir ese cambio.

Ingrid Ortiz VieraCanarias7

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