El pasado fin de semana, un grupo de amigos con una larga trayectoria en el mundo de las murgas se reunió para revivir viejas anécdotas y compartir risas en una velada que se convirtió en un viaje nostálgico a través de los años. La cita tuvo lugar en un ambiente acogedor, donde la música, la alegría y el espíritu carnavalero se hicieron presentes.
Entre los asistentes se encontraban figuras emblemáticas del carnaval, como Maxi y Víctor Asencio, de la murga “Diablos Locos”, Primi, Juan Antonio y Diego, de “Bambones”, así como Manolo Peña y Fermín Julián, de “Mamelucos”. Todos ellos compartieron un vínculo forjado por su pasión por las murgas, una tradición que trasciende generaciones y que sigue vivo en el corazón de quienes han participado en ella.
La noche estuvo llena de recuerdos entrañables. Desde los primeros pasos en el mundo del carnaval hasta las actuaciones memorables que marcaron la historia de sus respectivas agrupaciones, cada uno de los amigos aportó su granito de arena al relato colectivo. Las anécdotas se entrelazaron con risas, algunas más jocosas que otras, pero todas cargadas de una profunda camaradería.
La noche avanzó entre risas, brindis y, por supuesto, una que otra interpretación improvisada que hizo revivir el espíritu festivo del carnaval. La música resonó en el aire, y el ambiente se convirtió en una celebración de la amistad y la pasión por las murgas.
Finalmente, tras horas de anécdotas y risas, los amigos se despidieron con la promesa de un nuevo encuentro. Quedaron en la memoria no solo las historias compartidas, sino también el lazo inquebrantable que los une a través de los años y la música. La murga, más que una afición, es un estilo de vida que seguirá vibrando en sus corazones, manteniendo viva la llama del carnaval.