La capital tinerfeña celebrará en la segunda quincena de febrero del próximo año –cuando correspondería los días grandes de la fiesta de la máscara– una edición virtual del Carnaval que no tendrá reina sino guardianas del cetro en las tres modalidades: adulta, infantil y de la tercera edad, según el acuerdo adoptado ayer por el concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, y la asociación de diseñadores que preside Santi Castro.
En el encuentro que comenzó a la una y media de la tarde, y durante casi tres horas, organización y creadores se comprometieron a avanzar en un nuevo formato de espectáculo que permitirá reinventar la gala de la reina. Atrás quedará el esquema de las galas de José Tamayo que será reemplazado, en febrero próximo, por un espectáculo que permitirá reinventar las tradicionales elecciones de la reina.
El encuentro, celebrado en la sala de Junta de Gobierno para facilitar la participación del diseñador Jorge González Santana por videoconferencia, reunió al presidente de la asociación, Santi Castro, y los vocales del colectivo, Jonathan Suárez, Dani Pages, más Jorge González. De parte de Fiestas, el concejal, Alfonso Cabello, y Enrique Camacho en calidad de asesor artístico del edil, quien a la postre será el responsable del espectáculo televisivo en el que se convertirá la gala de la reina.
Atrás queda el concepto de gala tipo Tamayo para ajustarlo a las normas Covid. Ese concepto se traducirá en un espectáculo que venderá a Santa Cruz, Corazón del Carnaval y que, probablemente, se desarrolle en el recinto ferial, aunque no se descartan escenarios abiertos. En la reunión se planteó la fórmula de la caja negra de Tenerife Moda. Se empeñará todo el protagonismo al soporte televisivo, no se realizará un importante desembolso económico y se garantizará que los creadores y profesionales del sector obtengan beneficios derivados del espectáculo. Es una apuesta por los puestos de trabajo y la recurrida industria que genera el Carnaval.
Las guardianas ya son reinas
El presidente de la Asociación de Diseñadores, que pidió aclarar en calidad de qué se encontraba en la reunión Enrique Camacho, arrancó su exposición de un espectáculo de Carnaval desde un análisis de la situación social. De ahí que los creadores y la organización se comprometieran a trabajar de forma conjunta en las bases del concurso para elegir a las guardianas de los cetros sin grandes alardes económicos, sino como una contribución a alimentar la llama de la pasión por la fiesta y una apuesta de que “lo mejor está por venir”. “No dejamos de trabajar, porque lo difícil no es parar, sino volver”, analizó Dani Pages.
“No se construirá un escenario ni se realizarán grandes desembolsos”, precisó Jonathan Suárez, vocal del colectivo. El presidente de la Asociación de Diseñadores del Carnaval se mostró cauto. Por una parte, ahonda en la incidencia de la crisis sanitaria en las familias, por lo que pidió trabajar desde el respeto combinando la sobriedad con presupuestos ajustados que repercutirán en trajes sin ruedas. “Desde hoy trabajaremos en las bases; no generará tanto trabajo como cuando se hacen trajes grandes, pero se mantiene la ilusión y hay trabajo”.
“Toca reinventarnos, y nadie puede entender la producción audiovisual que se preparará como la gala de la reina del Carnaval 2021. No es el objetivo; es otro concepto”, incidieron los diseñadores. En el especial que preparará Enrique Camacho con el objeto de que se emita por televisión a nivel nacional participarán candidatas de las tres modalidades: tercera edad, infantil y adulta. Hasta se precisa que serán cinco representantes de los mayores, otras tantas de la cantera y diez jóvenes.
Más llamativa es otra condición que se propuso ayer: “Para participar en la elección de las guardianas de los cetros –en cualquiera de las tres categorías– será condición haber ganado el cetro en los últimos veinte años. Solo así se entiende que no se elija una reina –porque ya lo fueron en su año–, sino a las guardianas de los cetros, a la espera de que lleguen tiempos sin el Covid.
Falta ahora que la asociación de diseñadores elabore las bases, porque también cambiarán las dimensiones de los trajes, con el compromiso de Fiestas, que pagará entre 3.000 y 6.000 euros a los creadores que hayan presentado dos aspirantes –no hace falta que fueran elegidas reinas– en los tres últimos años. A falta de perfilar las bases, Santa Cruz tendrá Carnaval virtual en 2021, con una elección que recreará la gala para promocionar la fiesta.
Humberto Gonar