¿Cuántos años ya dando la murga?

Llevo 40 años en murgas, y de ellos 35 como director.

¿Echa de menos la etapa de componente?

Fue muy poca, no. No sería un buen componente, no soy capaz de hacer lo que hacen ellos: los veo cantando, aprendiéndose las voces… admiro más a los componentes que al director. No serviría para ser componente de nuevo. Aparte, no soy serio para ser componente; no predicaría con el ejemplo, seguro, y lo digo por la experiencia de cuando he salido de componente en habaneras.

¿Sería el componente díscolo de la fila?

Creo que no subiría a cantar nada. Primero, la dificultad de aprenderme la voz, estar siempre machacando, que no es una cosa que me apasione, más bien tiende a aburrirme. Los admiro por eso; luego cuando ensayan el movimiento a la vez con la voz. Y encima yo cantaría en los bajos, muy plano y no haría melodía. A parte de sacrificio que hace el componente, aguantando órdenes… no sería un buen componente.

Arranca un Carnaval de estrenos.

Hay cambio de concejal, nuevo escenógrafo y director… Por ahora no lo hemos notado, lo notaremos en su momentos.

¿Qué tal el concejal?

Muy bien, el concejal se hace querer de siempre.

Mal síntoma. ¿Significa que no va a entrar en las letras de la murga?

No, el caso nuestro es peor: tenemos más confianza con él para hacer las letras y somos más críticos.

¿Van a estrenar al concejal?

Creo que este año no; no sé si algo hay por ahí, tampoco ha tenido tiempo. Con los concejales de Fiesta es bueno que pase un Carnaval, porque ahora todo es muy bonito y son… elogios, buenas intenciones, planteamientos buenos, salvo que haya algo disparatado. Por ahora no es el caso; es todo muy correcto y él es una persona que nos ha demostrado que es carnavalero que conoce a los grupos por dentro. A día de hoy estamos bien a gusto con él, una persona elegante que escucha.

¿Es ironía?

No, es en serio. Es su primer Carnaval y las medidas que ha tomado, a priori, como por ejemplo elegir cuatro canciones en las murgas, pues nos gusta.

Y además lo ha elegido él.

Sí, sí. Creemos que el concejal, ya lo veníamos reclamando de antes, es quien tiene que asumir la responsabilidad; él lo hizo, por lo tanto, no es criticable. El resultado ya se verá, a nosotros nos encanta.

¿Benefician a Bambones volver a cuatro temas: dos en fase y dos en final?

Olvídate de Bambones, lo importante es que beneficia al público y es importante para el género: la murga. Le viene bien a las murgas, no a Bambones.

Dos temas en final, el doble que en 2023, ¿duplicará la duración de la final?

No, será como ha sido desde el año 80. El año pasado el concurso acabó como si fueran dos canciones de final. Hay que mirar el bien del público. Cantamos para un público, no por el bien del espectáculo ni de murgas particulares, ni porque le venga bien a Bambones. Lo importante es pensar en el público, qué es lo que quiere y qué es lo que le va a gustar. Eso es lo que hay que pensar, no en el egoísmo propio. Se volverá a hacer como se lleva haciendo hasta tantos años y no hay motivo para cambiar.

¿Echa de menos a Javier Lemus, que no sale este año de director de Zeta-Zetas?

Todavía no. Yo echo de menos a personas que se van del Carnaval y que han aportado muchísimo. Cuando llegue el Carnaval supongo que echaré de menos a una persona que ha trabajado muchísimo por las murgas, que le gusta mucho este mundo y que ha aportado. Javi Lemus pasará a la historia como un director que consiguió darle un giro a una murga que ya estaba consolidada. Desde fuera creo que más ha trabajado los detalles y las pequeñas cosas para lograr que la murga saliera muy bien estructurada… Ha arriesgado muchísimo en sus temas; no tanto innovar como arriesgar muchísimo y asumir el riesgo.

¿El relevo generacional es la asignatura pendiente de las murgas?

“A día de hoy estamos bien a gusto con Caraballero, una persona elegante que escucha”
Ese relevo generacional, más que en los componentes, afecta a los dirigentes, los que llevan los grupos, que no quieren sacrificarse tanto.

¿Hay un antes y después de la pandemia?

Hay un cambio de tendencia social, donde todo ahora es inmediato, todo se quiere que sea más corto, socializamos muchísimo menos, y todo eso afecta a los grupos, al colectivo; es un reflejo de esta sociedad. Este año incido mucho en que los que llevamos los grupos tenemos que trabajar el triple para que los componentes trabajen la mitad. El triple y la mitad. Me voy más lejos. Tenemos que trabajar muchísimo más para facilitar la labor a esta juventud que viene ahora. Si pretendemos funcionar como hace diez años, el grupo no funciona.

¿A qué se refiere?

A las relaciones personales, la forma de tratarlos, el nivel de exigencia tiene que ser diferente… porque la sociedad ha cambiado. Y los dirigentes tenemos que cambiar la forma de llevar los grupos para tener el mismo resultado. Y sinceramente en Bambones creo que lo hemos conseguido. Hemos adaptado la nueva tecnología, el trato con el componente, que se sienta igual de importante que el director o el de la primera fila igual que el de la tercera. Hay que cuidar mucho eso, hay que mimarlos más, porque se merecen además que los mimen. Si te hace ilusión tener un grupo, tienes que hacer eso. Los que llevamos los grupos somos unos locos que nos apasionan este mundo.

¿Y después de Primi, Maxi, Manolo Peña… de toda esta generación puntera, quiénes vienen?

Depende de nosotros. Si nosotros queremos dejar un legado y que esto siga caminando, o somos egoístas y no queremos que esto siga avanzando. Aspiro a que Bambones, donde llevo 40 años, dure otros cincuenta más, que mis bisnietos sigan viendo a Bambones. Hay que amoldarse a los cambios.

¿Hasta dónde pesa la letra de una murga en la sociedad, en la política?

Creo que cada vez más. De ahí la importancia de cuidar las letras y su contenido social, luego está la proyección que se le da desde los medios de comunicación. Dentro del Carnaval cada grupo tiene su función y de las murgas aportan la rebeldía, la verdad, la molestia, el rebelarse contra todo. Yo lo llamo rebeldía. La crítica.

¿La murga no tiene demagogia?

No, yo creo que tiene una forma de hablar las cosas, pero no creo que sea demagogia. Cada vez que se escucha una expresión de la calle los elitistas dicen que es demagogia, pero no es demagogía, es lo que pensamos y tenemos esa forma de expresarlo. No hacemos poesía, hacemos letras directas al corazón, directas a la cabeza y nos expresamos como se habla en la calle no a través de una poesía, no a través de metáforas muy rebuscadas.

“El relevo generacional, más que componentes, afecta a los dirigente que no quieren sacrificarse”
¿Le pasó factura a Enrique Camacho la canción que le cantó Bambones?

No creo. No solo porque la canción de Bambones le pasa factura. Es el pensamiento del colectivo carnavalero y de mucha gente del Carnaval. Todos coincidíamos en que a Enrique Camacho se le fue de la mano al querer abarcar todo; a los directores de gala siempre se le canta. A Enrique se le recriminó a partir de que intentó dominar los grupos. Y ahí es donde nos rebelamos, porque somos rebeldes. Pero no creo que sea por eso que no esté en la dirección este año.

¿Cuál es la asignatura pendiente de las murgas en el Carnaval?

¿Asignatura pendiente?

¿Qué deben mejorar? ¿Incorporar más actualidad?

No.

Se echa de menos en las murgas la inmediatez con la que reaccionan las chirigotas.

Eso lo dices porque eres muy enamorado de la chirigota, pero no es así. Las circunstancias no son las mismas. Un grupo de aquí no es lo mismo que las chirigotas o comparsas, que son casi semiprofesionales y en dos días se aprenden la letra y aquí somos noventa persona, que no son profesionales, que se dedican a sus trabajos, que tienen muchas cosas en la cabeza y les cuesta más meterse una letra. Además la dificultad que supone que sonemos a la vez con el montaje musical que lleva un coro de noventa personas; es totalmente diferente. No podemos cambiar una letra en media hora porque tenemos que ensayarla y practicarla porque después el producto es malo, no se entiende y no se puede cantar.

¿Qué cambiaría dentro del Carnaval para darle mayo protagonismo a las murgas?

¿Más protagonismo para las murgas?

¿Tal vez más actuaciones en la calle?

Las murgas no actuamos más en la calle porque el Carnaval de la calle ha cambiado también y porque las murgas también han cambiado. A muchas hay que forzarlas para que salgan a la calle y actúen. Hay que hacer otra reflexión sobre si la gente prefiere el Carnaval de Día o el Carnaval de los grupos, que están en todo su derecho. Lo cierto es que no hay días suficientes para poder participar tanto como nos gustaría en la calle y eso a pesar de que Bambones o actuamos en la calle de La Noria con El Cabo o en las escaleras del teatro Guimerá con Diablos Locos, citas que se han convertido en tradición, a parte de otras actuaciones. No sé si el pueblo lo demanda… tampoco veo a la gente en la calle, aparte de los comentarios en las redes, que queda muy bien cuando se reclaman que las murgas ya no actúan en la calle.

“No hacemos poesía, sino letras directas al corazón, a la cabeza, que expresamos como habla la calle”
Este año se incorpora una coletilla en las bases que limita la participación a grupos de Tenerife. ¿Sería partidario de un concurso en el que, por ejemplo, participaran Nietos de Sarymánchez, de Gran Canaria, o de otra isla?

No. Es el concurso de Tenerife y debe quedarse como el concurso de Tenerife. Esta es la Champions, la elite… lo veo así como un murguero. No creo que un concurso regional aporte nada nuevo, ni nada bueno.

Pero si no se mide con los otros, ¿cómo dice que la elite está aquí?

A ver: en Canarias hay un Carnaval, después hay tradiciones, como Los Indianos o las Burras de Güímar, pero Carnaval, como entendemos Carnaval, solo hay uno en Canarias, todo lo demás son similitudes.

¿Se refiere al Carnaval de Canarias?

No, el Carnaval de Canarias no existe. Hay un Carnaval que es el de Tenerife. Y después para mí hay pseudo carnavales. Que pueden parecerse, pero que no son. El Carnaval en Canarias está en Santa Cruz. Después lo demás son fiestas de Carnaval. El importante, el tradicional, el mejor, el de superior nivel está en Tenerife. El Carnaval está en Santa Cruz y no existe el Carnaval de Canarias. Eso es una marca que han intentado, como siempre, inculcarnos por otros medios. Pero no es discutible que el Carnaval es el de Santa Cruz.

¿Cómo generar entre los niños el interés por las murgas infantiles?

Diablos Locos tiene el proyecto EduCarnaval que es súper interesante, bien preparado, bien trabajado, currado por ellos… es el ejemplo que el Ayuntamiento de Santa Cruz debe tener e inculcar en todos los colegios, por lo menos en el municipio, para que los niños interesen. La sociedad ha cambiado y hay que adaptarse, no hay que esperar ya que la gente de los barrios tomen la iniciativa como ocurría hace años. Es necesario inculcar la murga desde la enseñanza, que los padres de esos niños descubran que en las murgas se vuelven más sociables, más críticos, con ideología, con disciplina, con muchos valores que los pueden llevar a la vida.

¿Qué espera del público cuando escuche a Bambones 2024?

Deseo que el aficionado o el público en general diga después de escuchar el repertorio: me supo, valió la pena salir de casa para escuchar a Bambones.

Humberto Gonar eldia.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *