«Las bombonas está totalmente prohibidas, puesto que esas instalaciones de gas no están regularizadas ni certificadas, y se lo hemos trasladado por escrito». No por haberse convertido en una práctica habitual en los locales municipales cedidos al tejido de participación ciudadana se ha transformado en algo legal y sin riesgos.
Afecta a todas las asociaciones vecinales o entidades deportivas que disfrutan de la cesión de un inmueble pero en particular a los grupos del Carnaval, como se le hizo saber en la reunión celebrada la tarde-noche del jueves pasado.
«Las cantinas habilitadas en el interior de los locales municipales ahora mismo están reguladas como hace 12 años, y tenemos que valorar si hacernos cambios o lo mantenemos exactamente igual», precisó el concejal de Patrimonio y también de Participación Ciudadana, Javier Rivero.
¿Qué es lo que se puede hacer en la cantina de un local cedido por el ayuntamiento a una murga, una agrupación musical o una murga infantil…? «La no venta de productos sino a los socios». Fuera de ahí, caso de las murgas que le falta terraza para competir con los bares de la calle de La Noria, lo deberá resolver el ayuntamiento aprovechando que se está revisando el reglamento provisional de cesión de instalaciones municipales que ha estado en vigor de forma provisional los últimos cinco años.
Casos como los de Mamelucos, Peña del Lunes o Ni Fú-Ni Fá… «valoraremos si podemos modificar el reglamento para permitir la venta exterior, pero es un reto jurídico que hasta el momento no podemos permitir. No es un tema de voluntad sino de legalidad», y así se lo hizo saber Javier Rivero a los representantes de los grupos del Carnaval que reunión en la sala multifuncional del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), en Ofra.
Javier Rivero, en su doble condición de concejal de Participación Ciudadana y de Patrimonio, se ha ido reuniendo con colectivos según su actividad: vecinal, cultural, deportiva o carnavalera, que engloba todo y es mayoría.
En la cita con los grupos de la fiesta de la máscara, Rivero estuvo arropado por su compañero de fijas y responsable de Carnaval, Javier Caraballero. El responsable de Patrimonio, que en el pasado ya visitó la sede de los grupos para conocer sus demandas y el estado en el que se encuentran, recordó a los grupos la mejora que se han realizado en algunos locales y que se retomarán después de Carnaval para facilitar los ensayos.
Javier Rivero se mostró satisfecho por la reubicación de la rondalla Gran Tinerfe y la comparsa Danzarines Canarios , la primera a la asociación de vecinos Sigoñé, en el barrio de Las Cabritas, y en el particular de Danzarines, de El Toscal a La Salud, a la parte alta del mercado de La Salud. Una vez han quedado libre las casas de los maestros que ocupaban en la calle Santiago, se entregará a la Consejería de Educación ya que no están desafectadas y el colegio de La Rosa pide ampliar su centro.
Para el concejal de Participación Ciudadana la prioridad pasa ahora, al término del próximo Carnaval, por acometer la reforma de las sede de la infantil Sofocados y la adulta Sofocadas en María Jiménez. Más allá de eso y del mantenimiento en el resto de locales municipales pendientes de remates y mejoras, el concejal de Patrimonio insistió en pedir aportaciones para el nuevo reglamento que regirá la cesión de locales municipales.
Usos y usos de los locales
Junto a los Javis de Santa Cruz, Rivero al frente de Patrimonio y Participación Ciudadana, y Caraballero en Fiestas, acudieron a la reunión con los grupos los técnicos municipales de Patrimonio.
Rivero fue contundente con los grupos a la hora de insistir en que el uso de bombonas está prohibido en los locales, y en ese aspecto incidió uno de los técnicos, que advirtió del riesgo que supone tener bombonas en las cocinas que se han habilitado en cocinas que están a la puerta de entrada y salida –la única que existe– del local. El también concejal de Patrimonio recordó que las cantinas están para el autoconsumo de los socios y componente de los grupos, no para la venta al exterior. Y en ese sentido se hizo un repaso por la carta legal de la cantina instalada en un local cedido por el ayuntamiento a un grupo: cerveza y refrescos, agua y comida envasada.
Coincidiendo con la revisión del reglamento, se planteó la posibilidad de hacer modificaciones para incorporar casos como los que se localizan en la calle de La Noria, lo que supondría autorizar que las cantinas se dieran de alta en locales municipales que están cedidos a asociación sin ánimo de lucro. La fórmula, a priori, no fue del agrado de otro de los técnicos que advierte que la actual legislación no permite y las consecuencias que acarreará este cambio.
En el diálogo con los representantes de los grupos del Carnaval se expuso de todo: los locales municipales donde se pueden instalar hinchables para organizar una fiesta de cumpleaños o una primera comunión y en la que el beneficiario dona o participa con una propina para contribuir a los gastos de la celebración. O las meriendas-cenas que se organizan todos los viernes en alguna murga, que también se ajusta a la normativa vigente. Hasta otros que pedían modificar una ventana para facilitar la venta de su cantina. El nuevo reglamento que deberá estar en vigor en 2025 abre el melón sobre las cantinas, para muchos grupos y directivas vecinales una fuente de ingresos, para el ayuntamiento un quebradero de cabeza.
Humberto Gonar