La candidata del Partido Socialista a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández, ha presentado desde hace varias semanas partes del programa con el que aspira a volver a gobernar la capital tinerfeña tras las elecciones del próximo 28 de mayo. Además le gusta la oportunidad de hablar del carnaval y nos da las gracias por hacer que todo el año sea Carnaval, desde nuestra aportación y visión  aglutinando contenidos los 365 días del año.

¿Se considera carnavalera?

Nacer en Santa Cruz ya lleva implícito que te guste el Carnaval. O al menos que lo valores y lo respete. Soy carnavalera y ‘padezco la enfermedad de estar enamorada del Carnaval, pero sobre todo de la familia del Carnaval’. No entiendo el local de ensayo como el lugar para sacarse la foto y subirla en Instagram, sino como una oportunidad para encontrarme con Carlos Estévanez, en Añaza y su Sonora; o con Rogi Monzón, de Rumberos; con Secundino en Gran Tinerfe en su Toscal, con Manolo Peña y su ‘bulevar’ de grupos del Carnaval en la Casa del Miedo. Y así uno a uno nuestros grupos y nuestra gente que hace grande el Carnaval. Para todos, mi admiración, respecto, cariño y mi mano tendida. Porque yo soy carnavalera de cuna, pero la gente que hace el Carnaval alimenta mi pasión cada vez que nos vemos y hablamos de Carnaval. ¡La Administración, por tanto, no puede ser un tapón, sino hacerlo posible!

Sabemos que estuvo ligada varios años a la agrupación musical Macchu Picchu ¿Cómo fue la experiencia? ¿le hubiera gustado probar en otra modalidad de grupo?

Sobre mi experiencia en Macchu-Picchu… para mí, las agrupaciones musicales son mi cuna, donde nací y donde me crié. Recuerdo cuando iba a la Plaza de toros y mi padre hacía el playback tocando el timple y él no tenía ni tiene ni idea (jaja). Cada modalidad es un hijo de la gran familia llamada Carnaval.

Soy una novelera y soy de las que estoy tanto en el concurso de agrupaciones coreográficas, como en las murgas o en la gala de elección de la reina. O en el Ritmo y Armonía, que queremos no ponerle piedras en el camino como se han hecho en los dos últimos años, renunciando precisamente al ritmo del desfile para que salgan en televisión entre grupo y grupo los políticos. No. Me imagino una especie de sambódromo el Sábado de Carnaval frente al recinto ferial, con gradas a ambos lados y las comparsas desfilando, con animadores interactuando con el público.

¿Se disfraza en carnavales? ¿Cuál ha sido su último disfraz?

A usted se lo voy a decir (risas) me disfrazo siempre de forma tal que nadie me reconozca, pero ni mis padres ehhh… El último llevaba incluida barba y bigote.

¿El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife debe cambiar?

El Carnaval es el reflejo de la sociedad y la sociedad evoluciona. Otra cosa es que me niego a prostituir el Carnaval por un puñado de votos, mintiendo con cantos de sirena. El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife sí tiene que saber a dónde quiere ir y yo me comprometo a hacerlo posible desde el consenso. Mire: después de años de visitas a los locales, nos reunimos en la Masa Coral Tinerfeña con más de un centenar de representantes de grupos del Carnaval. Le iba a plantear mi propuesta para el cambio: el Carnaval tiene que tener una Concejalía propia, una empresa que lo gestione; recuperar la Comisión Mixta del Carnaval que se inventó con Manuel Hermoso y Juan Viñas y dejaron en el olvido sus sucesores; un contrato plurianual para que los grupos no tengan que ir cada año a hacer los mismo trámites, buscar una solución definitiva a los parches que año tras año se ponen en los locales de un mercado de La Salud que hace aguas y es un peligro público para las miles de personas que ensayan en los 22 espacios habilitados, con bombonas en las puertas y sin ventilación… Y más cosas que les planteamos. ¿Sabe qué me pidieron? Los grupos quieren que los vuelvan a tratar con respeto y, como me pidió Masi Carvajal de Diablos Locos, no prometa lo que no pueda cumplir. Mi compromiso número uno con el Carnaval es tratar a los grupos con el respeto y la admiración por quien da la vida por la fiesta y la hace posible a cero euros de coste. Ningún ayuntamiento ni administración pública ni empresa privada tiene dinero para pagar el esfuerzo y la entrega de familia de Carnaval y sin ella no es posible que se haga realidad la magia de que salga año tras año.

¿Carnaval de día o de noche?

Suponga que usted tiene dos hijos y le preguntan: ¿cuál de los dos quiere más? El Carnaval es la suma de sentimientos, de valores, de características. ¿Es más importante el Carnaval de los concursos que el Carnaval de la calle? No. Pero eso es un error heredado de quien solo va a los locales de ensayo, si es que va, la semana antes del concurso. Para mí, el Carnaval de la siguiente edición comienza el Domingo de Piñata anterior. El Carnaval no se puede dejar a la improvisación, al peso de la costumbre porque, a pesar de los políticos, el Carnaval siempre sale. Otra cosa es cómo sale y si lo podemos hacer mejor para disfrutar todos. Me resisto a continuar con un Carnaval que hereda año tras año un programa que parece un copia y pega. Tenemos que tener una hoja de ruta. Sé el Carnaval de donde viene y sé dónde quiero que vaya. Pero ni lo puedo hacer yo sola ni tengo el oráculo de la verdad. Hay que escuchar a los grupos, buscar el consenso, que sean protagonistas en la toma de decisiones velando por la fiesta. Para mí el Carnaval no se mide en miles de participantes sino en noches en el Orche, la plaza Candelaria, San José, El Águila, San Francisco, La Alameda… Y eso no tiene fecha y horario en el calendario (jaja).

¿Los concursos deben buscar nuevas fórmulas para atraer más público (excepto murgas adultas y comparsas)?

Mejor ayer que mañana tenemos que sentarnos con los grupos y hacer un repaso pormenorizado de dónde estamos y a dónde queremos llegar. Después de la pandemia no ha llegado la plena normalidad aún al Carnaval. Se hicieron muchos ajustes para sortear las normas de distanciamiento social y no se puede permitir que el concurso de murgas reduzca las canciones, o que los niños estén seis meses ensayando para aprenderse solo una canción porque acabaran por aburrirse. Hay muchos flecos pendientes por resolver cuya solución pasa por la recuperación de la Comisión Mixta del Carnaval en la que los representantes de cada una de las modalidades del Carnaval, incluidos diseñadores y carrozas, aporten su visión. A los grupos hay que tratarlos con respeto, tomarlos en consideración, pero también hay que tomar decisiones con la altura de miras que precisa el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y pensando en los otros cientos de miles de participantes que participan de forma anónima y en los vecinos donde se celebra la fiesta o los ensayos.

¿Se ha planteado quien podría ser el director/a artístico para las galas y concursos del carnaval de Santa Cruz?

Más que quien sea el director artístico de las galas y los concursos del Carnaval me preocupa que los grupos tengan un interlocutor en la nueva Concejalía del Carnaval que vamos a crear. El Carnaval precisa de un trato directo, preciso y todo el año al servicio de la familia del Carnaval. No puede ser que el mismo personal que gestiona los permisos de la acometida para un barrio sea la que esté tramitando las contrataciones de los grupos. Qué menos se puede hacer que mimar a aquellos que durante todo el año entregan su vida por nuestro Carnaval. Luego me preguntas por el director artístico: pienso en una persona que de cabida con orden a los grupos, como hizo nuestro querido Sergio García, recientemente fallecido; ponga el valor el respeto que demostró José Tamayo por las rondallas; la calidad de las oberturas de Jaime Azpilicueta, la familiaridad y cariño de Francis Suárez y Geni Afonso, la proyección televisiva de José Antonio Plaza, incluso el cariño y protagonismo que Enrique Camacho le dio a las murgas infantiles en su primera gala o la elegancia y buen hacer de nuestros Marco Marrero y María Díaz. La gala del Carnaval no es de un director artístico, es la tarjeta de presentación de nuestro Carnaval para mostrar con orgullo quienes somos.

La Casa del Carnaval, ¿se queda pequeña para albergar nuestra fiesta más internacional?

Lo fácil es decir que la Casa del Carnaval es un trastero. Me duele sentirlo así porque cada uno quiere para sí lo mejor y nuestro Carnaval no se merece el trato que ha recibido desde que Hermoso dejó la Alcaldía y ya han pasado unos años. Parece recurrente cada vez que vienen las elecciones el debate de la Casa del Carnaval. Mire, yo me imagino un sitio donde el vecino o el visitante lo visite si le transmita sensaciones, que en mayo, agosto u octubre pueda revivir esas sensaciones de la calle, o reproducir el taller de Enrique González donde hacía las trompetas y los zapatos, o incluso donde se puedan adquirir miniaturas de las reinas del Carnaval, como las que hizo Frank Romero o las figuras de los trajes de Rumberos, como elaboraron para su exposición Bella y Rogi. Sé que el Carnaval es enorme y en cualquier lugar quedaría chico, pero al menos vamos a mostrarlo con respeto y elegancia. Con una sala donde se pueda ver galas y actuaciones, aprovechando todo el mundo digital; o unas gafas de realidad aumentada que permita imaginar que caminas en el antiguo Corynto o ahora por la calle Candelaria, junto a la barra de Diablos Locos donde puedes disfrutar de paella o pinchitos…

¿El carnaval saldrá algún día del Recinto Ferial, ¿se debe buscar una ubicación al aire libre? ¿Cuáles podrían ser las opciones?

El escenario natural del Carnaval es la calle. Lo que no puede ser es que históricamente estemos pidiendo el encuentro de Santa Cruz y el mar y luego pongamos barreras. Hacemos un parque temático de 2.500 metros cuadrados y un túnel, pero no habilitamos un espacio multifuncional para el Carnaval o cualquier espectáculo del año. Al final, quienes heredaron la Alcaldía de Manuel Hermoso han despilfarrado la confianza y organizar el Carnaval se les ha convertido en una obligación.

¿Se plantearían añadir al formato actual de galas o concursos, como tiene el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, con otros formatos más actuales como el Drag Queen o maquillaje corporal?

Sinceramente no creo que nuestro carnaval tenga que copiar a nadie. Y se hace imprescindible que las decisiones se tomen desde el peso de la historia del Carnaval; no puede ser que cada vez que hay unas elecciones con el nuevo concejal se ponga a cero el contador de la historia como si todo lo anterior no existiera. Y se vuelven a las mismas reuniones cansinas. Lo primero y fundamental es ordenar, poner en valor, mimar y potenciar lo que tenemos. Tenga claro una cosa: nosotros no tenemos que inventar nada porque el Carnaval lo llevamos en las venas; Eso no significa inmovilismo ehh, es respeto. Por ejemplo, ya hay acuerdo unánime, en el ayuntamiento, para que tengamos rey infantil y se hace imprescindible el dialogo con los diseñadores para que esto cristalice, sin ellos no es posible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *