El regreso del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria al parque de Santa Catalina se desplaza unos metros al norte. La memoria que se ha adjuntado a la oferta de licitación de las obras de acondicionamiento del entorno para recibir la fiesta describen que los trabajos se realizarán en el parque El Refugio, bajo el hotel AC -Bardinos, para los más antiguos-, allí donde en su tiempo estuvo el ‘skate park’. El documento de prescripciones técnicas señala que allí se deberán celebrar «actos, eventos y mogollones».
Así se destaca en el capítulo de antecedentes de la memoria, que revela que los trabajos en la parcela de Eduardo Benot se limitan a reacondicionar provisionalmente, solo para las fechas que dure la fiesta, la explanada ocupada desde hace tiempo por las obras de la MetroGuagua y que en la actualidad se encuentra en estado de desmonte y sin pavimento.
Esa será una de las casas del próximo carnaval, que tuvo que salir de su feudo de Santa Catalina por las obras de la guagua exprés y que ahora regresa para edificar sobre sus solares sin terminar los escenarios de su próxima edición, después de la obligada renuncia al emplazamiento originalmente anunciado del parque del Estadio Insular.
Como sucedió en la pasada edición en el Puerto, las obras en la parcela requieren una inversión para un periodo concreto. Ese solar volverá a estar dentro de la estructura de la MetroGuagua cuando pase la celebración de la Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Entre los aspectos que se deben adecuar correctamente es la nivelación de los terrenos en un radio de 10.000 metros cuadrados, situación que ahora mismo no se encuentra al darse distintas rasantes en el solar. A su vez, hay que romper cableado de alta tensión, bordillos y aceras e, incluso, afectar a la zona próxima a la antigua marquesina.
El coste de estos trabajos, según consta en la plataforma de contratación del Estado, está algo por debajo de los 300.000 euros. En cualquier caso, está cantidad está limitada a los trabajos para preparar el solar. Luego tendrán que ponerse en marcha las obras y la instalación de toda la logística necesaria para realizar el evento.
Problemas de convivencia
El carnaval de Las Palmas de Gran Canaria lleva años buscando una casa en la que sentirse seguro. Los conflictos judiciales, espoleados por denuncias vecinales a causa de la molestias por ruido y otros factores, han ido agotando los espacios de la ciudad en los que celebrar la fiesta.
De hecho, Santa Catalina es una de las zonas cero de la pelea de la ciudad con su fiesta mayor. Queda por ver cómo encaja el nuevo emplazamiento en el entorno empresarial y residencial de la zona.
En repetidas ocasiones, la alcaldesa Carolina Darias e Inmaculada Medina, concejala de Carnaval, han abordado que este nuevo y repentino traslado se hará con el consenso del entorno del nuevo feudo provisional de la fiesta.
David Ojeda