Pepe Martín, nacido en el barrio de Guanarteme en 1958, fue murguero -en Los Chancletas, dos años- antes de ser un referente de la comunicación del Carnaval en Cope y luego en Radio Club Gran Canaria, para desembarcar hace siete años en la organización como coordinador de grupos. Junto a la concejala Inma Medina y a Agustín Díaz, gerente de Sociedad de Promoción, son el núcleo duro de la organización.

Fue murguero antes de locutor y estar en la organización.

Vengo de la época en la que Los Chancletas –con la que salí dos años– ensayaba en la parte alta del Club Victoria, algo que mucha gente no sabe. El director de aquella época era Blas Quintana y estaba también Antonio Monzón, los dos fallecidos; también cogí el primer año de Tito Rosales en Chancletas.

Es de la época del concurso en el Estadio Insular.

¡Hombre, claro!, y del López Socas. En la radio llegué a presentar actos en ambos sitios.

¿Qué ha cambiado?

Antes existía el público murguero y ahora el público es de su murga. No hay comparación entre la época de hace 35 o 40 años y la actual. Hoy en día es un espectáculo en todos los sentidos. Antes era impensable que una murga sacara un nivel de atrezo o una puesta en escena tan alto como existe hoy. Todo ha cambiado muchísimo y para bien. Es impensable que una murga vuelva a cantar diez o doce canciones de tres minutos. Me quedo con el modelo de ahora.

¿Qué hizo posible el boom de los drags?

En aquel momento estaban Paco Medina y Pepe Aguilar, buenos compañeros y amigos. La gala drag funcionaba en el sur de Gran Canaria. Un día se trajo a la capital y todo el mundo vio la reacción y vino para quedarse. Hoy por hoy no es posible un Carnaval sin la gala drag y eso es reconocido a nivel internacional. Es una parte importantísima, aunque no imprescindible. Ningún acto, salvo la gala de la reina, es imprescindible dentro del Carnaval, pero sí es muy necesario, como son todos: murgas, disfraces… Y la drag es de los importantes.

¿Qué ha pasado para que se enfriara el matrimonio entre medios de comunicación y grupos en el precarnaval?

Me lo he preguntado 200.000 veces. Recuerdo que en el Estadio Insular había hasta dieciocho y veinte medios llegados de todos los sitios. No había una emisora que se quedara sin retransmitir una fase o una final de murgas y entonces no había gala drag aún; el último año del Estadio Insular fue en 1994.

¿Y qué cambió?

Desde que llegamos al parque Santa Catalina empecé a notar el pequeño ‘bajón radiofónico’. Es cierto que hoy se televisa todo.

Pero no hay ese ambiente de precarnaval en los medios.

Y yo lo echo de menos. Solo hay una o dos emisoras que van a los actos principales, y luego hay más cobertura a la gala drag y de la reina, pero no se hace el seguimiento de años atrás. Recuerdo cuando íbamos a todas las sedes de los grupos antes de comenzar el Carnaval. Los murgueros te recibían con unas ganas y una ilusión increíbles.

¿Qué es lo más complicado de lidiar: diseñadores, murgueros, drags?

Coordinamos todos los colectivos; hay compañeros responsables de cada acto y parcela. Estoy todo el año hablando con todos.

¿Prima la rivalidad?

Entiendo el Carnaval desde la filosofía de que cada uno va a pelear por lo suyo. Me hace mucha gracia cuando hay quien dice que viene a colaborar: vienes a colocar, pero si puedes ganar, ganas. Hoy en día un premio como maquillaje es internacional. ¿Cómo no vas a pelear por ganar? O ser reina, que es el prestigio más grande que hay para quien sube al escenario a participar. O drag, a nadie se le esconde lo que significa. O las murgas. Veo muy normal pelear por un objetivo, como hacemos en toda nuestra vida. Eso sí, el diálogo está por encima de cualquier circunstancia.

¿La gala drag ha menguado el interés con las murgas?

No, todos tienen su espacio y todos tienen su público, su popularidad y su seguimiento. Mira el ejemplo del domingo, que se hizo el Carnaval canino y no cabía una persona en el parque. Además, todos los años estamos buscando la manera de mejorar y se han realizado muchísimos cambios en bien del Carnaval. Tenemos la suerte de tener una jefa como Inmaculada Medina, que es el ‘alma mater’ de toda la organización y le encanta el Carnaval; de hecho desde octubre estamos visitando a todos los grupos, aunque sean del Sur o fuera de la capital. Ella es la que nos empuja a nosotros y cuenta con el equipo. En estos siete años se han podido realizar más de trescientas reuniones.

En estos dos mandatos, ¿cuál ha sido el momento más difícil: el caso de Manny Manuel? ¿La descalificación de Chancletas?

Que va… (Se ríe). Cuando estás en la organización quieres que salga todo perfecto, pero manda la realidad. El tema de Manny Manuel lo vio todo el mundo y la concejala estuvo muy acertada en la decisión que tomó.

Lo vio la concejala y no los regidores.

No es tan fácil. Sí se percatan, pero cuando ven eso por la mañana piensan que quedan muchas horas para el concierto. Fue de mal gusto, pero casi me daba más cosa por Inmaculada Medina, porque es una fan de Manny Manuel. Me acuerdo de mi primer año como coordinador, cuando el jurado de murgas no pasó a la final a las históricas Chancletas, Trapasones, Serenquenquenes; algo que parecía impensable, y cuando uno escucha el veredicto parece que se te cae el mundo encima porque no te lo espera. Pero son más las satisfacciones.

¿Con qué momento se quedaría?

Con todos. En especial, haber pasado por esta casa. He tenido todas las facilidades para trabajar. Me siento muy querido. El que más alegría me dio fue cuando Chacho Tú me hizo un homenaje sobre el escenario hace cuatro años, que se vistieron como yo y me hicieron una canción. Son cosas que las llevas contigo. O el trato y la confianza tanto de la concejala como de Agustín Díaz y de todo el equipo. Un Carnaval de este tipo no lo hacen dos personas.

¿Por dónde pasa el futuro del Carnaval?

El Carnaval tiene unos buenos cimientos. También te digo: espero que Inma Medina siga muchos años.

¿De alcaldesa?

De lo que sea (se ríe), pero que esté. Más que nada porque se han puesto unos cimientos muy fuerte y se ha trabajado a destajo y a toda hora. Tengo la seguridad de que Inma va a ser adelante, porque se lo merece, y si es así el futuro está garantizado. Hay muchísimos proyectos aún por hacer. Ya estamos pensando en el Carnaval que viene.

¿La chirimurga ha venido a desplazar a las murgas?

¡Qué va! En absoluto. Me niego totalmente. El 90% de los murgueros de Las Palmas de Gran Canaria somos seguidores de las chirigotas; nos gusta escuchar a las chirigotas. Cuando pasa la pandemia, las murgas no podían ensayar por los niveles de contagios. Hace seis o siete años había aparecido la Chirimurga del Timple, que está que se sale (como dice el otro), y debido a la pandemia hay varios grupos que se plantean coger a diez o doce compañeros que solo podían actuar y han hecho su propia chirimurga. Pero no tiene nada que ver con las murgas, que tienen un espacio muy grande e imborrable dentro del Carnaval, y eso no lo va a hundir nadie. Y las chirimurgas también tendrán su espacio. Son cosas diferentes.

¿Tendrán concurso?

No. Ellos dijeron que no querían concurso. Desde que se meta concurso ya empiezan las competiciones y son malas.

¿El formato de 20 minutos y a un tema en fase y otro en final se mantendrá en 2023?

No. Cuando nos reunimos en julio pasado todos los grupos proponen y lo valora la organización. Somos muy flexibles con las peticiones de los grupos. Surge el planteamiento de la Figruc, que plantea un tema por fase y otro en final y a 20 minutos dada la circunstancia de este año.

¿En el Carnaval 2023 se vuelve a dos canciones en 30 minutos y ocho finalistas?

No hemos tenido la reunión de 2023. Otra cosa es que venga ahora la Figruc y pida mantener el formato de este año. Se tendrá que valorar entre todos, no es una decisión de la organización.

Humberto Gonar La Provincia - Diario de Las Palmas

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