La organización presentó a los representantes el plan que permitirá la desescalada o regreso a los locales de ensayos. En el caso de murgas, la Casa del Miedo fue testigo la noche del pasado lunes del reencuentro después de dos años huérfana de Carnaval, aprovechando que tiene un edificio de cuatro plantas, con más de una docena de estancias… Se reunieron todos y aún les quedó libre el patio, donde antes se reunía toda la murga.
«¿Qué pasa, mano? Tengo que salirnos a llamar como todas las noches para que entren?». Es el grito de guerra de Pedro García, uno de los excelentes tenores de la Casa del Miedo que sale del callejón de Manuel Verdugo al muro del barranco de Santos para avisar de que comienza el ensayo. Es la primera vez después de dos años que se vuelven a ver las caras, con mascarillas, los 78 componentes que integrarán los Mamelucos del Carnaval de ciencia ficción.
Tener un local de más de medio millar de metros cuadrados repartidos en cuatro plantas y con una docena de habitaciones permite a Manolo Peña, el incombustible presidente, organizar el retorno de los Mamel`s a su cuartel general. En la tasca, los barítonos; en el primer piso, los tenores segundos en el salón de actos y los tenores primeros, a la derecha; y arriba, los bajos. Y aún así le queda libre más de la mitad de las instalaciones de la histórica sede, como el mismísimo patio testigo de históricos ensayos, que llegaron a reunir a los Nietos con los Mamelucos.
«Es un Carnaval diferente, pero lo vamos a intentar. Aquí se viene a currar». En el arranque, el montaje lleva el sello de Xerach Casanova y su letrista Airam Bazzocchi se echa sobre los hombros el reto de sacar la murga, pero no está solo, cuenta con Alexis, y hasta dos responsables de cuerdas por cada grupo. Anoche arrancó el Carnaval en Mamelucos.
Humberto Gonar 