Los residentes de La Isleta han alzado la voz contra la celebración de los próximos carnavales en su zona, presentando una demanda que refleja su creciente descontento. En enero de 2024, los vecinos unieron fuerzas para comunicar al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria sus preocupaciones sobre la ubicación del evento, que se prevé que se celebre en la explanada junto a la rotonda de Belén María.
Según los denunciantes, esta localización generará un incremento del tráfico, además de provocar contaminación acústica, lo que impactaría negativamente en su calidad de vida. Los habitantes del barrio consideran que sus derechos como ciudadanos están en riesgo, debido a los posibles comportamientos incívicos que podrían derivarse de la celebración de la festividad en sus calles.
La indignación ha crecido especialmente tras la reciente reubicación del escenario del Carnaval, ocasionada por las obras de la Metroguagua en el parque Santa Catalina, que delimitó el espacio necesario para el evento. Juan José López, uno de los vecinos activos en esta causa, ha liderado una campaña de recogida de firmas para demandar cambios que permitan mitigar el ruido y el caos que genera este tipo de celebraciones.
En asambleas vecinales, también se ha propuesto la posibilidad de recortar el horario de los mogollones, que en ediciones anteriores se extendieron hasta las cinco de la mañana, privando a muchos residentes del descanso necesario. No es la primera vez que la comunidad se enfrenta a esta situación; la abogada que ha presentado la denuncia cuenta con experiencia, habiendo logrado suspender los carnavales de Vegueta en 2020.
En un contexto donde la convivencia se ve amenazada por la celebración de eventos masivos, los vecinos de La Isleta continúan organizándose para defender su derecho a un entorno más tranquilo y respetuoso. La presión sobre el Ayuntamiento se intensifica, dejando en evidencia la necesidad de encontrar un equilibrio entre la celebración de tradiciones y el respeto al bienestar de los ciudadanos.