Una fiesta como el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, hija de la desinhibición, acabó en un fundido a negro como consecuencia paradójica de una inhibición, esta vez sobre las comunicaciones. La imposición de una señal sobre las frecuencias de radio que utilizan los drones abortó su vuelo y, con él, que se pudiera desarrollar el espectáculo de trece minutos que estaba previsto proyectar sobre el cielo de Las Canteras: una máscara, una cabalgata, varios motivos deportivos y, por último, una alusión a las olimpiadas, el tema del próximo carnaval.
Lo que ocurrió está constatado. Según la empresa a la que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria hizo el encargo, Umiles Entertainment, a partir de las 21.36 horas de este domingo se empiezan a producir cortes de comunicación entre los 230 drones y la base de control, lo que impide el vuelo de estas naves no tripuladas. Durante una hora y veinticuatro minutos, la contaminación del sistema de comunicación de estos aparatos se mantiene, hasta que, a partir de las 23.00 horas, todo vuelve a la normalidad, según se recoge en un informe que analiza las razones por las que el espectáculo de despedida del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, el colofón al entierro de la sardina, no pudo celebrarse en Las Canteras.
Ahora bien, ¿qué señal invadió la radiofrecuencia de los drones? ¿De dónde procedía? ¿Y quién pudo haberlo hecho?
Estas preguntas quedarán sin respuesta. «Realmente no hay forma de saber a ciencia cierta lo que pasó, si fue un inhibidor malicioso o en la zona se activó algo que afectó a las comunicaciones», explica el director de operaciones de la empresa, Álvaro Vallés, «será prácticamente imposible determinar la autoría». La empresa descarta un fallo propio en su operativa.
Estos son los sospechosos
Así las cosas, en función de la experiencia acumulada por Umiles en sus más de cien espectáculos anuales, tres pueden ser las posibles causas de este tipo de afecciones: la proximidad de una torreta de alta tensión, un inhibidor de señales o la intrusión de la señal de un radioaficionado.
La torreta de alta tensión o la actividad de una estación transformadora genera pulsos magnéticos que puede enturbiar las comunicaciones de los drones. Sin embargo, no hay infraestructuras de este tipo en la zona y, además, su presencia hubiera impedido que todos los ensayos previos hubieran dado buen resultado.
El segundo sospechoso es el inhibidor de frecuencia. Por la amplitud de la interferencia, debería haber sido un dispositivo profesional, similar al que utilizan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado o el Ejército para evitar la activación de explosivos a distancia, entre otros aspectos. «Lo que hace este tipo de aparato es generar una burbuja que acaba afectando a las comunicaciones», indicó Vallés.
La empresa asegura que contaba con todos los permisos y que contactó con la Policía para asegurarse de que no se iba a utilizar tal tipo de mecanismo en la zona. Esto, además, hubiera afectado a las señales telefónicas y a la redes wifi de toda la zona. Esto significa que si alguien hubiera activado un inhibidor de este tipo lo habría hecho de forma ilegal. «Ninguna persona particular podría tenerlo», prosiguió el director de operaciones de Umiles Entertainment, «estos inhibidores están muy controlados y están catalogados como si fueran un arma». Salvo operativa al margen de la ley, todo dispositivo debe estar registrado y cualquier uso debe ser informado previamente a las autoridades.
La tercera opción es la de que un radioaficionado pudiera emitir una señal a una potencia muy alta que se sobrepusiera a la que utilizan los drones y que echara abajo sus sistema de comunicaciones. Sería también una emisión «ilegal».
Las dos últimas son las que pueden parecer más plausibles a ojos de Vallés, quien mostró su disgusto por no haber podido plasmar su propuesta.
¿Qué pasa con los 59.000 euros?
El Ayuntamiento adjudicó a Umiles la realización del espectáculo de drones por un importe de 59.000 euros. La empresa se ha puesto a disposición del Consistorio para realizar «este espectáculo u otro en otra fecha».
Desde el grupo de gobierno se dice que no se tomará ninguna decisión hasta que se analice con profundidad este incidente. Lo que es indudable es la voluntad del Consistorio por apostar más por este tipo de exhibiciones frente al uso de material pirotécnico, por el daño que provocan en colectivos como las personas con trastornos del espectro autista, así como en las mascotas.
CC dice que se hizo el «ridículo»
Para Coalición Canaria, lo vivido en la noche de este domingo fue un «ridículo». El edil David Suárez dijo que el fiasco «viene a ejemplificar lo que ha sido este carnaval, una edición que ha traído mas dolores de cabeza de los deseables, que incorpora elementos positivos que deben seguir, pero que no ha terminado de recuperar los actos de calle y sobre todo ha generado muchos problemas a los ciudadanos».
«El carnaval de Las Palmas de Gran Canaria no puede concluir así, queremos confirmar si fue causado por los inhibidores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o por una supuesta acción maliciosa, tal y como nos dijeron el domingo. En cualquier caso, sí podemos confirmar que el acto tenía únicamente un permiso favorable condicionado», añadió el edil a través de una nota de prensa.
CC registrará una solicitud de información por escrito a la concejala de Carnaval, de tal forma que se conozca qué ocurrió el domingo en Las Canteras. «El balance de estas fiestas no puede ser positivo, tal y como nos trasladan desde ciudadanos a grupos del carnaval, por lo que es más necesario que nunca que se convoque tanto la mesa de trabajo que hemos propuesto como se suscriba el Pacto por el Carnaval que CC ha solicitado», prosiguió Suárez.
CC llevará al pleno de este viernes una moción en la precisamente abordarán esta cuestión. «Basta ya de improvisación, necesitamos de una vez tener certidumbres sobre nuestro carnaval. No podemos someter a quien quiere disfrutar de nuestras fiestas al caos de tráfico, a un pésimo servicio de transporte para moverse, pero sobre todo no podemos someter a La Isleta y sus vecinos al caos de tráfico que hemos visto estos días», concluyen los nacionalistas.
Javier Darriba