La suspensión del Carnaval 2021 anunciada el jueves por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tendrá unas consecuencias económicas para la ciudad y para la Isla de enormes dimensiones. Entendiendo y respetando que, por encima de todo, está salvaguardar la salud de las personas, los empresarios del sector del ocio y la restauración han recibido la noticia con mucha preocupación.
El secretario general de Fauca, Abbas Moujir, señaló que el sector está viviendo una situación “crítica, pues se han ido reduciendo las ventas. Las perspectivas del sector comercial para la próxima campaña de Navidad y Reyes no son nada optimistas y vamos a ver cómo en el mes de febrero, donde las ventas aumentaban gracias al Carnaval, eso no se va a producir. Por lo tanto”, continuó, “esperamos que la situación sanitaria evolucione de manera positiva y más que una suspensión sea un aplazamiento y ver si se pueden desarrollar en los meses siguientes”.
Por su parte, el vicepresidente de Ashotel, Gabriel Wolgeschaffen, señaló que esta decisión supondrá “un revés muy importante en la cuenta de explotación de los establecimientos hoteleros de la capital”, que tienen en febrero el mayor mes de facturación del año.
No obstante, Wolgeschaffen dejó claro que la decisión adoptada por el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, “es la más lógica y acertada posible, porque un Carnaval como el de Santa Cruz de Tenerife no se entiende sin la calle y esta era la única forma de evitar las aglomeraciones y proteger a la población”. Aún así, Wolgeschaffen sugirió que este parón podría aprovecharse para “repensar” el Carnaval para que estas fiestas no solo generen economía en el mes de febrero, sino durante todo el año y hacerlo atractivo para los turistas. “Hay muchos visitantes que preguntan por el Carnaval y podrían buscarse fórmulas para que esta marca tan consolidada genere economía durante todo el año”, manifestó.
La directora de la Cámara de Comercio de Santa Cruz, Lola Pérez, coincidió con los empresarios y valoró que el Ayuntamiento adoptara esta decisión con antelación, no cuando los grupos del Carnaval ya “están ensayando o con los disfraces hechos”.
