«La gran final de murgas (del Carnaval 2009) se celebrará en el puerto con 13.000 espectadores». Bajo este titular daba cuenta el periódico EL DÍA el 3 de octubre de 2009 de la primera gran decisión que adoptaba Norberto Plasencia, un habitual en el equipo del alcalde Miguel Zerolo, tras tomar posesión de la Concejalía de Fiestas, tras el golpe de timón que dieron los nacionalistas cuando apearon a los populares que lideraba Ángel Llanos de esta área de poder, equipo en el que el ahora concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, era el gerente de Fiestas.

Junto a Norberto Plasencia, un grande de las carnestolendas, el letrista y fundador de Trasnochados Pedro Mengíbar, que llegó al mismo cargo que ocupó Juan Viñas, a quien dedicara más de un temas y de gran relevancia.

El concurso de murgas celebró en 2010 sus bodas de oro y las finalistas cumplieron un sueño: cantar donde toca la Sinfónica

Tras dar a conocer el traslado de la final de murgas al puerto de Santa Cruz, Norberto Plasencia explicó que «se trabaja para hacer realidad un viejo sueño de los amantes del género crítico: celebrar el certamen más multitudinario de Carnaval en el mismo recinto que se desarrolla el concierto de Navidad. Eso sí, el resto de actos, incluida la gala, se desarrollaría en el recinto ferial; aunque hasta el 6 de agosto –día del cambio de guardia en la comisión de fiestas– Jaime Azpilicueta había comprometido su palabra con Maribel Oñate, bajo el mando de los nacionalistas el director madrileño dio un paso atrás y en su lugar fue designado Sergio García bajo el motivo Tenerife, historia de un Carnaval. En la gala, Alicia Sanjuán, con el diseño de Leo Martínez para el periódico EL DÍA Alicia en el país de las maravillas fue elegida soberana de la fiesta.

En agosto de 2009 CC recupera el mando de Fiestas y relega a Ángel Llanos en favor de Norberto Plasencia
El traslado de la final del recinto ferial al recinto portuario –bajo la presidencia de Pedro Rodríguez Zaragoza (2007-15)– permitía duplicar las 6.500 localidades del Centro de Ferias y Congresos diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava, y hasta reducir el coste de las localidades, con precios populares que oscilaban entre 4,50 euros de cada fase, ocho por acudir solo a la final y quince por el bono murguero que inventó antes Dámaso Arteaga (1995-2001).

Más de 13.000 localidades
El estudio realizado de común acuerdo por la Autoridad Portuaria garantizaba 13.082 localidades; los beneficios por el incremento de la recaudación en la venta de entradas se destinaron a sufragar la duplicidad de escenarios. Además, la organización también apostó por dar un giro a la final, con un formato a la americana que mantenía los 30 minutos de actuación y los ocho finalistas, al igual que ocurrió en 2009.

En las reuniones entre la organización del Carnaval y la Federación de Murgas, presididas por Luis Hormiga Suspi, los colectivos amagaron con un plante si no le dejan elegir puesto en la final, como así ocurrió a la postre.

El concejal de Fiestas y el presidente de la Federación de Murgas anuncian que el muelle acogerá la final de murgas con 12.000 localidades.

Ni los Rolling Stones
El viernes 23 de enero de 2010 se ponen a la venta las entradas de los concursos. En cuatro horas se vendieron las 7.500 localidades de la final tanto en la taquilla del recinto ferial como en internet, dado que el resto se reservaban para distribuir –previo pago– entre las finalistas y sus aficiones. Frente a los 90 minutos que tardaban en colgarse el cartel de agotadas, con 3.500 plazas de la final, la organización consideró un éxito la venta fulminante del doble de aforo, un hecho sin precedentes, ni con los Rolling Stones. Un dato de la supremacía murguera: la gran final volaba al precio de 8 euros, casi el doble de los 4,50 que se abonaban por ir a las comparsas.

En su afán por dar más espectacularidad a la final, Fiestas –con Norberto Plasencia y Pedro Mengíbar al frente– encargan a Javier Rolo la dirección de todos los concursos. Aunque inicialmente se planteó incluso traer a Serenquenquenes –que había actuado en la presentación del disfraz de Diablos Locos– para amenizar la deliberación del jurado, Fiestas encargó esa tarea al dúo cubano BNK.

Las lluvias obligaron a aplazar el concurso de murgas, que coincidió con el del Norte y las comparsas
El lunes 1 de febrero de 2010 estaba previsto celebrar la primera de las tres fases de murgas adultas en el recinto ferial, mientras que el viernes 5 se tendría que haber desarrollado la gran final, que estrenaba aforo: el recinto portuario, precisamente en la edición que el certamen chicharrero conmemora sus bodas de oro. Las lluvias caídas el lunes obligaron a la organización a suspender la primera fase y recomponer el calendario. La idea era comenzar el concurso el martes, pero el aguacero se repite, y obliga a Fiestas a un cambio que afecta a las comparsas.

Tras cuatro horas de reuniones, Norberto Plasencia y Pedro Mengíbar mantienen las tres fases de murgas de miércoles a viernes, y traslada la final al sábado en el recinto de la OST. Eso suponía mover el concurso de comparsas en el recinto ferial al domingo, lo que provocó la indignación del colectivo que anuncia un plante.

Mientras Guachipanduzy, que regresaba tras dos años sabáticos, abría la primera fase el miércoles 3 de febrero, los presidentes de las comparsas celebraron una reunión en la que lanzaron una contrapartida envenenada a Fiestas para aceptar celebrar su concurso el domingo, después de la final: una indemnización de 3.500 euros para cada una, celebrar el certamen con entrada gratuita y un compromiso por escrito de que recuperarían el sábado para día de su concurso desde 2011.

Reunión donde las comparsas amenazaron con plantarse ante Norberto Plasencia.
Reunión donde las comparsas amenazaron con plantarse ante Norberto Plasencia. MARÍA PISACA

Plasencia rechaza el envite
El jueves 4 de febrero el concejal de Fiestas y su gerente citan a las comparsas –el día de la segunda fase de murgas– y le tiran por tierra sus aspiraciones y decretan que se celebrarán en simultánea la celebración de la gran final de murgas, en el recinto portuario, y las comparsas, en el recinto ferial.

Trapaseros, en Santa Cruz por sexta vez, primera murga en actuar la misma noche en dos finales
En paralelo a las fases de murgas en Santa Cruz, el certamen del Norte también celebraba su cita comarcal en Puerto de la Cruz donde participaba Trapaseros, de Los Realejos y entonces dirigida por Domi González. Era la sexta oportunidad que los Trapaseros representaría al Norte en Santa Cruz en calidad de ganadores de la anterior edición. El retraso de la final en la capital les llevó a vivir un sábado de muchos kilómetros: era más fácil lograr el pase a la final del Norte que en Santa Cruz, pero superaron el reto con nota. Más complejo resultó que el sábado 6 de febrero abrieron la final del Norte y casi cerraron la de Santa Cruz.

Intenso sábado 6 de febrero de 2010. Por la mañana el consejero insular del Cabildo José Manuel Bermúdez entregó 150.000 euros a los 90 grupos oficiales del Carnaval en concepto de promoción de Tenerife.

Por la noche, triple oferta de Carnaval. En Santa Cruz, concurso de comparsas en el recinto ferial y gran final de murgas en el muelle, mientras que Puerto de la Cruz acogió la final del Norte.

El recinto de la Orquesta Sinfónica incorporó un despliegue más propio de un concierto de Ricky Martin, con 120.000 vatios de sonido y 200.000 de iluminación, en una plataforma de 24 metros de ancho por otros tantos de largo, como los que acompañaba a Ricky Martin en sus giras por el mundo. A sabiendas de la cantidad de público que se preveía –se confirmó oficialmente 9.000 plazas en sillas y gradas–, la organización abre los accesos al recinto portuario a las 18:30 horas, para abrir sus puertas al público sesenta minutos después. Las comparsas arrancaron en el recinto a las ocho de la tarde-noche, pero la convocatoria de la crítica y el pasacalle desbordó las mejores perspectivas se retrasó media hora el arranque. Lo más llamativo de ese sábado 6 de febrero con doble ración de Carnaval –murgas y comparsas en Santa Cruz–, que tanto el recinto portuario como el recinto ferial registraron un lleno hasta la noria, cambiando la bandera por la atracción colocada también en el Puerto.

Natación sincronizada de Triqui
La Ni Fú-Ni Fá abre fuera de concurso la final con 12.000 espectadores. En la velada, las ocho protagonistas actúan en el orden que eligieron, según la votación de la fase, una novedad en esta edición. Ya el concurso lo abre Bambones, con Santa Cruz un spa y Carnaval politizado; Triqui se enfrentaba al reto de lograr su tercero de Interpretación consecutivo y alimentan las expectativas del humor cacofónico con La Sinfónica y Natación sincronizada; siguen Ni Pico-Ni Corto, con De Oca a Oca, de Carlos Casanova, o Odisea 2010; Diablos Locos abrió con la evolución murguera para reversionar el pasodoble de Mengíbar a Viñas versión al nuevo gerente de Fiestas; Clónicas, con Rotos los pactos nos centramos en el comercio y 400 asuntos; La Traviata, con Paloma, la funcionaria y En busca del litoral perdido –de José Antonio El Flaco de Singuangos; Los Trapaseros, con Mi tesis doctoral para seguir con su homenaje a Michael Jackson; para cerrar Los Que Son, con un tema a EL DÍA y Canarias se está muriendo.

Triqui gana su tercer primero de Interpretación consecutivo, seguido de Bambones y La Traviata; en Presentación, Mamelucos impone su supremacía, por delante de Ni Pico y Hechizadas. Final histórica también por el desembarco del Carnaval en el Puerto.

2010 fue el año del 75 aniversario de la primera elección de Miss Carnaval –en el Círculo de Amistad–, del estreno de Desbocados, la agrupación musical Salsabor o la infantilmónica Paralepípedos, el 40 aniversario de Diablos Locos, el regreso de Los Fregolinos a la gala después de 20 años y el fallecimiento de Jesús Navarro Olivos Navarrito, uno de los letristas –autor de El teleférico y La exclusiva– y componentes ilustre de Ni Fú-Ni Fá, cuya última actuación tuvo lugar en el primer Congreso de Murgas de Canarias que organizó la Federación de Murgas, a cargo de Luis Hormiga Suspi y Ramón Guimerá Peña, o cuando Ulises Noda toma la batuta de manos del maestro Enrique González, que falleciera el siguiente 13 de mayo. Historias de Carnaval.

Humberto Gonar Menciones - CEOE-Tenerife

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