Con el creciente aumento de los precios y una oferta a todas luces insuficiente, la búsqueda de la vivienda ideal resulta cada vez más complicada en nuestro país. Y más, si dentro del mercado inmobiliario, nos topamos con determinados individuos sin escrúpulos cuyo objetivo no es otro que estafar a víctimas inocentes.
Prueba de ello es el caso de Drag Sethlas, la ganadora de Drag Race España: All Stars, quien ha aprovechado su altavoz para visibilizar y denunciar su situación. “El fin único de este vídeo es llegar a personas que hayan cometido el mismo error que yo y que aún no estén al tanto, así que, les agradezco su difusión”, escribe en su última publicación la drag queen, que cuenta con más de 80.000 seguidores en Instagram.
En el vídeo, Borja Casillas, conocido en redes sociales como Drag Sethlas, relata su experiencia tras haber sido víctima de una estafa inmobiliaria por, presuntamente, un anunciante de Koto Inmobiliaria. “Hace unas semanas, me reuní con esta persona porque había visto un anuncio en Idealista sobre la promoción de unas nuevas viviendas en el barrio de Almatriche, en Gran Canaria”, cuenta.
Durante la reunión, este individuo le explicó las condiciones y facilidades que tenía la vivienda -“Todo superbién. Me dio la oportunidad de pensármelo”, comenta Sethlas-, si bien le pidió también un “contrato de prerreserva” con un coste de 5.000 euros. En principio, esta cantidad era una especie de fianza de la negociación, de tal forma que si Casillas decidiese no quedarse con la vivienda, se le devolviese el dinero.
Sin embargo, nada de esto sucedió. Y es que no fue necesario, pues, tras más de quince días, el joven canario se decantó por esta vivienda. Así pues, el siguiente paso fue la “firma del contrato con la constructora” en la que se especificaban los datos y las condiciones económicas del piso.
A la espera de respuesta
A los pocos días, la constructora se puso en contacto con la exconcursante de Drag Race España para preguntarle por este individuo. “Me comentan que llevan semanas escribiéndole, pidiéndole datos y dinero, pero no contesta”, explica Casilla, aunque ya era demasiado tarde para él, pues cuando le llamo tampoco volvió a recibir respuesta.
“Dejamos pasar un par de semanas para proceder judicialmente y eso hicimos. Ahora estamos en la tesitura de esperar y ver si tengo la suerte de que esto vaya a buen puerto”, concluye el influencer, desde el vagón de un tren, esperando que su caso evite que otros caigan en su misma estafa.