Eliseo Carrillo está vinculado a la Ni Fú-Ni Fá desde hace cuarenta años, cuando su hermano Roberto le pidió colaboración dado su conocimiento con el mundo de las finanzas. Desde entonces lo había sido todo en la murga de Enrique González, salvo director, responsabilidad que asume ‘in extremis’.

¿Cómo llega a la Ni Fú-Ni Fá?

A través de mi hermano Roberto, que era presidente, en 1982 o 1983, y desde entonces hasta hoy.

Tuvo tiempo entonces para conocer y hasta pelearse con Enrique González Bethencourt.

Bueno… Enrique González, el maestro como lo llamábamos, era un hombre un poco especial. Para el Carnaval de Santa Cruz fue todo y, por supuesto, también para la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá, pero luego tenía sus rarezas propias de un genio. Alguna vez nos encontramos y nos enfrentamos pero no pasó de un tema dialéctico y de algún enfado.

¿Cómo presentaría a Enrique González a las nuevas generaciones de miembros de murgas?

Enrique González fue el inventor del Carnaval, un tipo que tenía mil ideas, todas maravillosas y geniales cuando el Carnaval no era nada, estaba incipiente, y cada año aportaba mil ideas. Ha sido el gran artífice del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife.

¿Y en la Ni Fú-Ni Fá?

Pues exactamente igual. La Afilarmónica nace cuando no había nada y la Ni Fú-Ni Fá aportó una chispa de frescura y gracia, y algo que hacía falta como un poco de crítica y con humor.

En los más de sesenta años de historia de la Fufa, usted es el único que ha sido director y presidente de la sociedad.

Sí. Enrique nunca fue presidente; asistía como «invitado» porque era el director y fundador de la entidad. ¡Cómo no iba a asistir!

¿Cuál es la radiografía de la actual Ni Fú-Ni Fá?

La Ni Fú-Ni Fá estaba y está en la UCI, no en la UVI, pero a punto de fallecer porque se han venido haciendo las cosas no muy bien y en la última época se han querido tomar decisiones, desde mi punto de vista, erróneas y eso ha llevado a que la Ni Fú-Ni Fá haya caído a un pozo casi sin fondo.

¿Cuándo comenzó ese proceso de despersonalización, cuando muere Enrique González o más tarde?

La Afilarmónica mantiene un tiempo su estilo después de la muerte de Enrique. Luego salimos de la Ni Fú-Ni Fá Ulises Noda y un servidor por razones que no vienen al caso –por enfermedades y cansancio, entre otros motivos–. A mí me sucede Celestino Cortés. Yo creo que en su segundo mandato empezaron a ir las cosas un poquito mal porque no había un control de calidad aunque hizo todo lo que pudo porque es un presidente trabajador, currante, que quiere a la Fufa con locura. En esa época estaba de director ‘El Flaco’

¿La decadencia de la Fufa comienza con José Antonio González en la dirección?

Para mí, sí. La murga no cantaba mal; cantaba bien, pero era el estilo lo que no se correspondía. Luego se marchó El Flaco y fue la hecatombe total porque arrastró y se llevó a la mitad del grupo, con lo cual el presidente que sucedió a Celestino Cortés. Carlos Fumero, se salió de casualidad. Ahí comenzó realmente el mal. Se han tomado decisiones no muy acertadas, pero no había otro remedio si se quería sacar la murga, Y por eso se dio entrada a gente y ya veríamos.

¿La situación de crisis máxima se ha vivido este verano?

Sí, cuando la junta directiva decide cesar a Agustín Marrero, mi antecesor. Bajo mi punto de vista no lo hacía bien. Pretendía ser más que la Ni Fú-Ni Fá un apéndice de Diablos Locos, Mamelucos… o ser Bambones 3.0 Y la Ni Fú-Ni Fá nunca ha sido eso; siempre ha tenido menos componentes que las murgas grandes y además cantamos a una o dos voces, canciones cortas, y no dos o tres temas sino cinco o seis pero de tres o cuatro minutos cada uno; canciones con doble sentido, ironía, además de con crítica… Lo que todos sabemos que es la Fufa. Y este hombre se iba apartando de eso hasta el punto de que Agustín me dijo en una reunión con junta directiva que si lo que se pretendía era volver a la Ni Fú-Ni Fá él se iba, Y dio pie a que la junta directiva no contara con él, y eso formó una especie de cisma en la última general. Con él se fueron cinco personas más y el resto se alineó con la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá.

¿Cuántos componentes integran ahora la murga?

En estos momentos somos 39 componentes y esperamos que en las próximas semanas se incorpores cuatro o cinco más y con eso paramos. La gente está muy integrada y tiene muchas ganas; vamos a ver qué rumbo toma esto.

Con usted fue la tercera vía cuando se marchó Agustín…

Intentamos primero hablar con Dulcerito (el director musical), pero nos dijo que ya se había comprometido en otro proyecto. Entonces hablé personalmente con Fran Margarito y le gustó la idea y se comprometió. Es un hombre que está preparado para eso y además es una excelente persona, maravillosa, como quedó claro en la reunión con la murga. Tenemos confianza plena el uno en el otro, máxime porque yo nunca he desarrollado esta tarea.

¿Qué le lleva dar el paso a la dirección artística de la Fufa?

No conseguimos un director.

Se habló con José El Flaco.

Sí, habló el presidente cuando ve que no hay posibilidades de continuidad porque no hay director artístico ni musical. Y antes de que se cerrara, habló con El Flaco. Ante esta tesitura acordamos algunos componentes de la Ni Fú-Ni Fá reunirnos y hacer un frente común para intentar sacar esto para adelante. De estas personas hay algunos que no están por diferentes motivos. A la vista de que no se consigue un director artístico yo prefiero dar un paso al frente y comprometerme en vez de abandonar el proyecto. Yo ya tengo 71 años que cumplo el día del Cristo.

Y decidió subirse precisamente en esta cruz (risas).

Hombre, yo me siento bien y con ganas, pero no cabe duda que la edad es un hándicap. Vamos a ver cómo lo vamos enfocando; yo creo que bien. De momento las directrices están marcadas: queremos ser Ni Fú-Ni Fá, con canciones no insultantes, crítica, simpáticas, doble sentido, ironía, chistes… Tengo que llamar a Mingorance para implicarlo en este asunto frente a quienes han dicho que Nicolás Mingorance está viejo; de edad, sí, pero de otras cosas no. Mingorance ha escrito más de mil canciones con la Ni Fú-Ni Fá y sus ideas son aprovechables. Al mismo tiempo hay otro letrista también trabajando con nosotros y creemos que en diez o quince días podremos tener siete u ocho temas más la presentación, el pasacalle y la despedida.

¿Cuándo arranca la Ni Fú-Ni Fá de la que habla?

Este lunes, a las 20:30 horas. En principio vamos a empezar a ensayar lunes y miércoles.

¿Ya tienen temas hechos?

En principio vamos a ir ensayando la presentación y pasacalle para ir organizando las voces e ir aunando gente y conceptos; de hecho ya Fran se llevó las músicas para comenzar. Ya tenemos cuatro o cinco temas escritos, aunque todavía no los hemos analizado.

¿Lo normal no hubiera sido que Eliseo Carrillo fuera el presidente de la sociedad y Ulises Noda el director de la murga?

Eso se intentó. Yo quiero a Ulises como un hermano. Lo intentamos pero él no puede por temas laborales y además pensaba que no había un grupo con el número suficiente de componentes, y decidió quedarse al margen, y colaborar con todo lo que haga falta conmigo y con Margarito. Lo ideal hubiese sido que el director artístico hubiese sido Ulises Noda y Fran, el director musical.

¿Cuál es el objetivo ahora?

El objetivo es salir en Carnaval más que dignamente; diría que bien. Vocalizando como es debido, que se entiendan las letras, canciones sencillas, pero con críticas y simpáticas, y que además de las actuaciones del Carnaval –la calle, la Cabalgata, el Coso, la plaza del Príncipe…– visitemos el Hospital, la Residencia, el Asilo… volver a lo que hicimos el último año que estuve de presidente y eso creo que lo vamos a conseguir. Queremos que la gente nos valore y veremos si es necesario cambiar un poco. Vamos a hacer una murga de hoy pero con idiosincrasia y estilo del año 1961.

¿Se trata de un proyecto para este año solo?

En principio es un proyecto para este año y yo le añado para lo sucesivo porque esto no se puede parar aquí. Vamos a intentar que haya gente con posibilidades de dirección y que se suba a este barco; veremos si lo podemos conseguir el próximo o el siguiente año, y contamos con Fran Margarito. Los dos salimos muy contentos tras la reunión; nos llevamos una sorpresa por el compromiso y la reacción de los componentes, que nos acogieron estupendamente.

¿La Ni Fú-Ni Fá mantiene el cariño y respeto de las otras murgas?

Sí. Realmente a las murgas les viene muy bien que exista Ni Fú-Ni Fá porque es una referencia en el tiempo y que se sepa de dónde viene la murga. Y eso es importante tanto para este género como para el Carnaval. Algunas personas de otras murgas con las que he podido hablar están muy contentas con las decisiones que hemos tomado.

Humberto Gonar eldia.es

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