Este sábado se da el pistoletazo de salida al Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, un evento catalogado como bien de interés cultural internacional, que, no obstante, ha suscitado controversias. Los residentes de la zona Puerto-Isleta han decidido manifestarse en el mismo momento en que comienzan las festividades, reafirmando su compromiso con la lucha por su derecho al descanso y la tranquilidad en sus hogares.
Francisco Acosta, presidente de la Asociación Vecinal de Afectados por el Carnaval, ha expresado la preocupación de los vecinos sobre el impacto que los mogollones tienen en su calidad de vida. “Nos estamos organizando a través de plataformas ciudadanas para conseguir fondos que nos permitan acceder a asesoría jurídica y así frenar la celebración de estos eventos cerca de nuestras viviendas. Es fundamental proteger nuestro derecho al descanso”, declaró Acosta.
Por su parte, Inmaculada Medina, concejala de la ciudad, defendió la celebración del carnaval en una entrevista en Hoy por Hoy Las Palmas. Medina subrayó la importancia de que la ciudadanía esté bien informada sobre el evento: “No se trata de un mes de botellones, sino de siete noches de celebraciones que van más allá del simple festejo nocturno”. La concejala insistió en que el carnaval es un recurso cultural y económico vital para las Islas Canarias y que se han tomado todas las medidas necesarias para cumplir con la normativa vigente y las sentencias judiciales.
Medina también mencionó que se han mantenido diálogos con los colectivos de vecinos que han expresado sus preocupaciones, asegurando que el Ayuntamiento está comprometido con encontrar un equilibrio que permita disfrutar de las fiestas sin menoscabo del bienestar vecinal. “Desde el acuerdo judicial de 2015, hemos adaptado las festividades para minimizar el impacto en la comunidad, como la reducción de actividades en el parque de Santa Catalina, un lugar emblemático del carnaval”, añadió.
A pesar de las declaraciones de las autoridades, los vecinos continúan temiendo que sus reclamos no sean escuchados. Este sábado, en el inicio del carnaval, volverán a salir a la calle, no solo para manifestarse, sino también para iniciar acciones legales que respalden su causa. “Nuestra lucha no se limita a la calle; también exploraremos caminos judiciales para garantizar que nuestras voces sean escuchadas”, concluyó Acosta.
Las fiestas del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2025, por tanto, comienzan en un ambiente de tensión y descontento, con un trasfondo de protestas que resuena entre la alegría de las festividades. La celebración, que promete ser un espectáculo vibrante, también pone de manifiesto las diferencias entre el derecho a la fiesta y el respeto al descanso de quienes habitan en sus cercanías.