El concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, dirigirá a partir de la próxima semana a los grupos oficiales que tradicionalmente participan en el Carnaval un cuestionario de cara a preparar las reuniones que se celebrarán en la semana del lunes 28 de junio.
En el informe que prepara la comisión técnica de la que se rodea el concejal –desde el histórico murguero Pedro Mengíbar hasta técnicos de luz, sonido y la propia dirección artística de los espectáculos–, la Concejalía de Fiestas preguntará a cada formación el tiempo que necesita para montar un tema. El enunciado en el que se trabaja plantea esta cuestión: «Si los ensayos comienzan en octubre, ¿con qué podría tu grupo presentarse al concurso?». La pregunta se repite con el hipotético caso de que las condiciones sanitarias obliguen a retrasar el inicio de los preparativos para noviembre o, incluso, diciembre.
El objetivo final de estos encuentros es consensuar con los presidentes o representantes de las murgas, comparsas, rondallas y agrupaciones musicales la participación de las formaciones aunque sea a costa de reducir números de su repertorio. De forma implícita, se deja entrever que una murga adulta podría preparar cuatro canciones si se dan todos los condicionantes de seguridad en octubre; tres, en noviembre y cuatro, en diciembre.
La fórmula sería de igual aplicación en el particular de las formaciones infantiles, que podrían limitar su participación a una sola canción, más pasacalle y despedida, y también tendría su interpretación en comparsas, potenciando la exhibición del Ritmo y Armonía, o de las rondallas, permitiéndoles repetir temas o reducir las tres obras que tradicionalmente preparan para Carnaval.
Más allá de la voluntad de Fiestas de que el próximo año se retomen los concursos, todo estará determinado por las condiciones sanitarias que establecen las autoridades en la lucha contra el Covid, por lo que no parece descabellado que la organización, en la reunión de la semana del 28 de junio, le plantee la disposición a celebrar un concurso a dos temas: uno en fase y otro en final, condicionado a que se permita la entrada a los locales.
La clave del inicio de los ensayos pasa porque baje el actual nivel 2 hasta el nivel 0 con restricciones, incluso obligando a acreditar a todos los componentes de los grupos que estén vacunados, lo que garantizaría la inmunidad de rebaño o de grupo.
Las murgas con mayor número de componentes y con locales que dificultan la celebración de preparativos con toda la formación al completo ya han trasladado su negativa a poner un máximo de participantes o incluso a dividir la murga en dos, una situación que afecta en particular a los colectivos que tienen su sede en el mercado de La Salud.
Estos condicionantes, entre otros, se abordarán en las reuniones que celebrarán en la última semana de junio, cuando los grupos respondan el cuestionario que incluye también la posibilidad de incorporar el voto del público.
Humberto Gonar