“No es turismofobia”. Así arranca el vídeo que desde la tarde de este lunes 15 de abril han publicado en sus redes sociales las murgas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife para invitar tanto a sus componentes, como aficionados y amantes de la fiesta y miembros de la sociedad en general a secundar la manifestación convocada desde las 12:00 horas del sábado 20 de abril, partiendo de la playa de Weyler, en la capital tinerfeña, contra el modelo de gestión turística y económica.
Directores y representantes de los grupos críticos protagonizan un hecho histórico en esta modalidad, como es unirse y formar una piña para pasar del dicho al hecho; o de la canción a la calle. Como dijo uno de los directores en el audio de convocatoria que remitió a sus compañeros para convocarlos a la grabación del vídeo, “nosotros, a los que se nos considera la voz del pueblo y que tantas veces hemos cantando con ese compromiso, nos toca dar un paso al frente”. Por ello, el abuso del modelo actual de gestión del turismo, que ha sigo argumento de los repertorios murgueros como ocurrió esta edición con Bambones, ganadores del primero premio de Interpretación, y su “Folleto”, ha llevado a pronunciarse a estos grupos.
Bajo la leyenda “los murgueros y las murgueras alzan la voz para decir…”, con el que comienza el vídeo de poco menos de un minuto, representantes de casi veinte colectivos grupos se van turnando para desgranar tantos motivos como murgueros aparecen en el audiovisual, que finalizan con un ‘grito de guerra’: “Canarias tiene un límite”, como reza en el lema de la convocatoria.
Tras la presentación que hace Primi Rodríguez, director y letrista de Bambones, que advierte que “no es turismofobia” lo que lleva a los murgueros a movilizarse, se suceden las intervenciones de Eduardo Rojas, de Triqui-Traques, la murga más antigua de cuantas participan en concurso en Sant Cruz, que admite que siente “fobia a un modelo insostenible”, o el director y fundador de Tiralenguas -en Icod de los Vinos-, José Antonio Vera, que muestra su estupor porque “nos echan de nuestras casas”.
Mary, de Diabólicas, lamenta que el turismo presente a “Canarias, como si fuera un parque de atracciones”, lo que contrapone la visión de Carlos Estévanez, director de La Sonora: “Es quese vierten cientos de litros de aguas fecales al mar cada día”. José Hernández, de Trabachones, da una vuelta de tuerca a cómo repercute el dinero en la economía de algunos canarios: “Es que estoy sin casa”., y de poco vale la formación profesional, si se escucha a Cristina Chico, de Marchilongas: “Haber estudiado Bología y trabajar en un rent a car”.
Ángel Cabrera, director artístico que se estrenó el pasado Carnaval al frente de Zeta-Zetas, da una lectura más popular de este sector económico: “Es que la vaca no da leche para todos”, mientras Alfonso Bermúdez, de Ni Pico-Ni Corto, aporta su percepción: “Es vivir rodeados de viviendas vacaciones. Luis, de Chinchosos, reitera que “no es turismofobia, es que no da para vivir”, mientras su compañero Ale teme que “nos quedamos sin agua”.
Desde el Norte, como los Tiralenguas, los Trapaseros, los primeros que se emanciparon del concurso que fundaron. En primera persona, Román: “Es que no da para vivir” este modelo económico.
También participan rostros tan carismáticos como Ani, de Tras Con Tras, que teme que “al final nos tendremos que ir”, o Juani Padilla, de Desbocados, que en su compromiso con Canarias siempre característico, pide “proteger nuestra tierra y nuestro suelo”.
Masi Carvajal, presidente de Diablos Locos, se rebela: “No queremos pasar la vida en una cola”, mientras Manolo Peña, de Mamelucos, advierte del “colapso en los espacios naturales”. Y de nuevo, como cierre, Primi Rodríguez, que sentencia: “Es ser pobre mientras se baten récord de turistas”, para gritar todos los participantes en el vídeo a una: “Canarias tiene un límite”.
Humberto Gonar / M. Plasencia