El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria avanza hacia su edición 2026 bajo la temática Las Vegas, y lo hace con una novedad que ha marcado el inicio de la cuenta atrás: la elección del cartel a través de una gala pública, donde resultó ganadora la propuesta del actor grancanario Néstor Santana.
En una conversación íntima y reflexiva, Santana comparte el torbellino de emociones que ha supuesto este reconocimiento. “Es una montaña rusa de sentimientos”, confiesa. “El cariño de mi familia, amigos y vecinos ha sido abrumador. Yo soy el primero que aún no termina de creérselo”.
Raíces de una pasión
Su conexión con la fiesta nació en el entorno cercano. “Mi familia no era especialmente carnavalera, pero mi barrio sí. Fueron mis vecinas quienes me llevaron por primera vez a ver murgas, al Estadio Insular… Así empezó todo”, recuerda con nostalgia. Esa infancia impregnada de música y disfraces hoy culmina en un hondo orgullo: ser la voz visual de la próxima edición.
Inspiración: de la sardina a las fichas de póker
El proceso creativo no fue sencillo. Santana reconoce que buscaba una idea que fusionara el glamur de Las Vegas con la esencia popular del Carnaval. “Quería que la gente se sintiera atraída para disfrazarse, pero también conmovida”. La chispa final llegó con un símbolo inesperado: “Pensé en las escamas de la sardina como fichas de póker. Ahí todo encajó”.
Un debate necesario: ¿quién debe diseñar el cartel?
La polémica sobre si el cartel debe ser elegido por concurso abierto, asignado a profesionales o designado directamente no le preocupa. “Todas las fórmulas son válidas —señala—. El Carnaval ha tenido etapas muy diversas, y lo bonito es que sigue evolucionando”. Sobre la gala televisada, valora positivamente su capacidad para “abrir la fiesta a todos”.
Mirada al futuro: evolución sin perder la calle
Santana defiende un Carnaval que crezca sin renunciar a su esencia callejera. “Tiene que estar en los barrios —afirma—, pero también debemos conciliar el derecho al descanso de los vecinos”. Rechaza encerrar la fiesta en recintos privados: “No puede quedar reducida a una discoteca. Su magia está en las plazas y avenidas”.
Entre sus propuestas destaca la necesidad de fortalecer el vínculo con los distritos: “El Carnaval nació en los barrios. Sería ideal recuperar actividades durante todo el año que mantuvieran vivo ese espíritu”.
Con la expectativa aún intacta, Néstor Santana resume su sentir: “Vivo esto desde el amor. Lo he hecho con cariño y los conocimientos que tengo. Eso es lo que importa”. Y aunque no sabe si volverá a presentarse, deja una puerta abierta: “Me gustaría”.
Mientras, su cartel —ya icónico— promete ser el primer destello de una fiesta que une tradición y modernidad.